Daila

Despierto cada mañana para desayunar con mi familia, mi hermano siempre me despierta con zapes en la cabeza, pero lo hace con cariño, yo lo sé, bajo a la mesa, mi mamá me dice que hoy no me podrá ir a dejar, tal vez solo es una excusa para que no me vaya a dejar, mi papá nunca lo ha hecho, mi hermano tiene auto pero no me deja cerca, otra vez ir en el camión, no me importa, me gusta demasiado caminar, ir a tomar el bus mientras pienso que la vida es tan clara, tan bonita, que me deja sin palabras, solo la vivo y me sirvo de los amaneceres tintos con tonos de pájaros cantando al aire, solo tomo un autobús para llegar a la escuela, a veces va súper lleno, por eso me gusta irme temprano pero por esta vez se me hizo tarde, odio irme tarde porque siento que mi vida se desequilibra, llegando a la parada, otra vez veo a varias personas que asisten a la misma escuela que yo pero por alguna extraña razón me enfoqué en uno que no suelo ver tanto en la parada, sin embargo lo veo en la escuela, por lo que sé el es un amigo de un amigo además de que es inteligente, lo sé porque lo he visto en el cubículo de Física en las tardes dando asesorías a personas, son personas que algunas veces ves y otras no, nunca sabrás lo que una persona pensará de ti y a pesar de eso nunca hay esa incertidumbre de querer saber lo que sabe la otra persona, además de que cada mente es un mundo abierto en las aguas del conocimiento, en el barco del olvido y en el viento del respiro, subo al camión, tomo mis clases, terminando voy al centro o algún lugar de mi gusto y regreso a mi casa, así es todos los días, me gusta lo que hago diario, pero espero que algún día cambie estas acciones por otras, quiero ser una gran astrónoma, me gustan las matemáticas porque pienso que son el lenguaje universal, todo tiene números, lo puedo ver a través de mis ojos y sentir en la mente, cuando pagas algo, es con dinero basado en números, los comandos de las computadoras son a base de ceros y unos pero lo más hermoso es saber que con los números se obtienen demasiadas cosas exactas en este universo tan infinito, también es tan triste saber que eres un grano de toda esta arena rodeada de mares de constelaciones con polvo de estrellas, amo saber que somos polvo de estrellas pero odio pensar que solo somos un destello fugaz en la vida del universo, un pensamiento que viene y va del cosmos. Pasó más de dos meses para volver a ver a este chico en la parda, no lo veo tan bien como lucía, tampoco veo esos ojos tan abiertos como los portones ni esa cara estirada, pero lo he vuelto a ver, cuando llego a la entrada sin querer tropiezo con él, cuando le pido disculpas no dice nada y sigue derecho, que chico tan extraño…