seis semanas después…
Estamos en el médico, los típicos controles para conocer el estado de salud de mi hijo o hija, ah, también sabremos su género, es bastante emocionante, a pesar de que al principio no queríamos saberlo, T/N ha estado muy emocionada desde que salimos, apenas a va comenzar el sexto mes de embarazo, los médicos cuentan demasiado extraño esos meses, lo cual me ha confundido bastantes veces, cuando nos enteramos, T/N tenía tres meses de embarazo aproximadamente.
Hoseok: Felicidades, el niño se encuentra en un perfecto estado -nos miró con una sonrisa- realmente me alegra que su familia vaya creciendo -sus palabras son bastante sinceras- sé que estás bastante feliz pequeña luciérnaga- se acercó a T/N con una sonrisa y la despeinó un poco-
En ésta ocasión podría haberme puesto algo celoso, no sabía que eran tan cercanos, pero, a diferencia de lo que pensé, sentí un lazo de fraternidad.
Pov. T/N…
¿pequeña luciérnaga? ¿cómo sabe que ese es un apodo que tenía de niña…? yo… la primera vez que lo ví, sentí una conexión bastante grande con él, pero fue hace tan sólo unos meses, n-no recuerdo haberlo conocido de antes… ¿o-o s-s-si?
Mi esposo se sentó a mi lado y tomó mi mano, -así que ¿pequeña luciérnaga?- me observó en silencio, esperando a que le dijera algo, no sé exactamente qué quiere saber, así que sin palabras le pregunto el qué es precisamente.
Jungkook: ¿no lo sabes? -negué con la cabeza, sentí como se cerraba la puerta, nos giramos y no vimos a nadie -es extraño- susurró, decidimos salir de ahí, hay una sensación extraña en el ambiente, la brisa soplaba fríamente haciendo que las hojas de los árboles volaran con fuerza, me hice más cerca de Kookie, tratando de calentar mi cuerpo hasta que llegaramos al auto.
Una gran camioneta negra se estacionó justo delante de nosotros, seis tipos altos y amenazantes salieron de ella, venían por mí, jungkook luchó para defenderme, pero ellos lo hirieron, Hoseok se aproximaba a la escena, cuando abrí nuevamente mis ojos estaba dentro de aquella camioneta.
-¡Jungkook! ¡Jungkook!- gritaba desesperadamente y golpeaba con fuerza la puerta, pero era inútil, era un intento vano por salir. ¿cómo estará Kookie? me deslicé sobre mi espalda, llorando como nunca antes, acariciaba a mi bebé, por lo mínimo tendré que ser fuerte para cuidarlo.
Había pasado un largo tiempo, estaba tan oscuro ahí dentro que no sabía si aún era de día o no, uno de ellos abrió la camioneta, haciéndome salir de ella, “si cooperas con nosotros no te haremos ningún daño” dijo para hacerme entrar en una gran casa, más bien una mansión, asentí en silencio, tratando detener las lágrimas que llenaban mis ojos y mis manos temblorosas.
Terminé en una habitación de aquel lugar, era bastante cómoda, pero éso me hacía sentir más culpable, yo aquí, mientras Jungkook estaba herido en un hospital, la puerta se abrió y vi a un tipo algo regordete, su voz algo gruesa resonó en la habitación.
Señor Park: ¡bienvenida a casa T/N! -ese tipo tiene un parecido a aquel chico del parque, solo que… en una versión más mayor- te sorprenderá estar aquí y sé que te gustaría conocer el motivo por el cual te encuentras en esta situación, pero para explicarte debes recordar a tu viejo amigo Seokjin -mi corazón se detuvo en ese momento, ¿qué tiene que ver Jin en ésto? -a juzgar por tu reacción, lo has hecho, él… está en un pequeño lío conmigo, algo así como haber robado una de las joyas de mi difunta esposa para abrir su “restaurante” estaba totalmente decidido en acabar con él, un ladrón debe morir ¿no lo crees? -¿qué tengo que ver en esto? pregunté con un nudo en mi garganta- si quieres salvar la vida de tu amigo y la de tu esposo, deberás casarte con mi hijo.
T/N: ¡Ya estoy casada!- grité con lágrimas en mis ojos- ¿quién se cree usted para jugar con la vida de otras personas? -aún continuaba gritando- J-jin… Jin, él… él no es así- “Tienes hasta la cena para pensarlo, dos horas” al decir eso salió de la habitación.
¿Jin? él no es un ladrón… es imposible que lo sea, nunca le ha hecho mal a nadie, y si lo ha hecho, quizá tenía una buena razón, no puedo permitir que muera, no lo soportaría, qué tipo de desquiciado secuestraría a alguien para que se case con su hijo, y qué clase de criminal es ése hijo para proponer semejante cambio, ¿por qué mi vida es así? tuve que casarme por un contrato la primera vez, y ahora… para evitar que mi amigo muera… ¿qué puedo hacer? no puedo ver a Jungkook nuevamente, no puedo soportarlo, no podré hacerlo.
La hora para que fuese la cena se acercaba lentamente, el sonido de las manecillas del reloj retumbaban como eco en la habitación, creo que ya tengo mi respuesta, aunque me duele, debo elegir entre la vida y la muerte, quizá la muerte o muerte, elegiré a Jin, sí, Jin vivirá a pesar de que yo muera, a pesar de que mi pasado se desmorone y que sólo tenga sufrimiento de ahora en adelante.
La puerta se abrió nuevamente, “es hora de la cena” dijo una jovencita que con señas me indicaba que la siguiera, asentí y con pasos temblorosos llegué al comedor, ahí se encontraba el señor, su hijo estaba de espaldas al lado de su padre, claro que tenía miedo de saber de quién se trataba, quién sería el causante de mi dolor.
Cada paso que daba para acercarme, era más pesado que el anterior, mis ojos se llenaron nuevamente de lágrimas, mi corazón, latía con fuerza, espero tomar la mejor decisión, cariño… espero que algún día me perdones, criaré a nuestro hijo bien… pero, no creo que pueda dejarlo sin tí, y si… ¿te lo entrego? así ustedes no estarán solos, se harán compañía, será lo mejor.
Editado: 14.05.2021