1 semana después.
Ya ha pasado una semana desde esa horrible tragedia.
Tengo cuatro meses de embarazo y aunque sea mucho tiempo mi vientre no ha crecido mucho.
Mi mejor amiga ya se fue del país a estudiar y aunque eso me rompe el corazón, me alegro de que vaya a cumplir sus sueños.
Y las cosas con Taylor van bien, aunque he notado a Taylor un poco estresado y preocupado le he preguntado de qué le sucede pero el simplemente no me dice nada.
En este momento estoy viendo la TV mientras como helado de chocolate y pizza.
Taylor se encuentra en la empresa trabajando y aunque me ofrecí a ayudarlo me dijo que no, porque podría hacerle daño al bebé.
Lo cual es falso pero él es muy sobre protector.
Siento bastante sueño así que, me dirijo al cuarto a tomar una siesta.
.
Me despierto por unas suaves caricias, me volteo y me encuentro a Taylor acostado a lado mío con su gran sonrisa.
— ¿enserio quieres esperar para saber si es niña o niño? — pregunta Taylor.
— Taylor ya hablamos de esto y te dije que no sabremos si es niña o niño sino hasta que nazca. — digo rodando los ojos.
— bien, bien, me rindo. — dice soltando una risa.
El acerca su mano a mi vientre y empieza a acariciarlo.
Su teléfono suena, contesta, suelta un suspiro y cuelga.
— me tengo que ir. — dice cansado.
Suelto un suspiro triste, Taylor se acerca a mi y me da un beso tierno y corto.
Abre la puerta para luego salir.
Me quedo viendo el techo fijamente mientras que acaricio el vientre.
Mi teléfono suena haciendo que me sobresalte.
Miro mi teléfono y el miedo se instala en mi.
Mis manos tiemblan y sudan.
Ese miedo quedó en mi después de lo sucedido con Víctor.
— ¿h.. hola? — digo
— Raven, mi niña que alegría volverte a escuchar. — dice una voz que reconozco perfectamente.
Es mi tía María de Colombia, es la mujer más linda que conozco y no sólo por su físico sino por su hermosa forma de ser.
Ella es una aventurera, siempre vive su vida al cien .
No tiene hijos ni esposo, ya que según ella dice que con un solo hombre no se conforma.
Mi madre siempre nos mandaba, a mi y a mi hermano a Colombia con ella de vacaciones.
— ¡tía! — digo alegre.
— oh Raven mi niña no Sabes cuanto te extraño. — dice. — Lamento no haber podido llamar antes. Tu madre me contó todo lo malo que te paso todos estos meses, pero también me contó que va a ver otro más en la familia.— dice esto último alegre.
— Es verdad tía. — digo a punto de llorar de la felicidad.
— oh mi Raven, no te imaginas lo alegre que estoy por ti. — dice. — Raven ¿Cuándo vendrás a visitarme?
— No lo sé tía. — digo.
Unos murmullos se escuchan desde el teléfono.
— Raven, ¿qué te parece si hablamos luego? — dice.
— Sí, no importa. — digo.
— Bien cariño te llamaré después. — dice para después colgar.
Siento unas grandes ganas de llorar, miles de lágrimas salen por mis ojos.
Cierro mis ojos y me dejo llevar por los brazos de morfeo.