capitulo 4:conociendo a los ángeles

Salimos de mi casa y nos elevamos al cielo ya no estaba nervioso al volar de hecho era más fácil nunca creí que volaría en mi vida cuando era niño soñé con volar pero me decían que era imposible pero nunca perdí la esperanza si ellos me estuvieran viendo me enviarían en este preciso momento llegamos al cielo Miguel se me acerco y me saludó—hola Sebastián que cuentas de tu vida humana

—no mucho es lo de siempre —respondí 

—que bien y como te cayo la muerte de tu amigo —pregunto Miguel

—mal pero ya supere eso —conteste de la forma mas honesta

—por supuesto que si Sebastián y supongo que la chica con la que te acostaste era la novia de tu amigo —dijo Miguel mientras sonreía

—quien les dijo eso ya uno no puede tener secretos con ustedes —conteste un poco molesto

—lo siento pero cuando te pregunte eso lo recordaste en tu mente además los ángeles podemos leer la mente —se disculpo Miguel conmigo

—maldita sea ya no vuelvo ha recordar nada —maldice 

Tom le dijo —no lo hagas enojar Miguel además hoy comienza su entrenamiento para encontrar sus poderes de ángel

—¿que cosa dijiste sobre que algo me va a partir los huesos? —pregunte 

—no es eso es que vamos a encontrar tus poderes y no tienes dios te dará uno el que tu eligas por supuesto —me explico Tom

—genial y ahora que sigue —dije emocionado

—bueno hay que hacerte una armadura porque no creo qué te quieras salir en partes —me comento

—no lo quiero —negué

—bien vamos por tu armadura —contestó  llegamos a un cuarto había una sola armadura

—ponte la —me ordenó

—no lo creo me va a quedar grande eso —conteste

—tu solo ponte lo se ajustara a tu tamaño —volvió a repetir Tom

yo le hice caso y tenia razón después fui a una especie de cancha era la hora de poner mis habilidades de supervivencia (aunque la verdad no creo que sobreviva a eso pero moriré en el intento)

—trata de vivir —dijo Tom mientras me guiñaba el ojo

luego el paisaje cambio sólo di un paso y me encontraba sosteniendome con mi mano para no caer al fondo de este yo solo miraba hacia abajo y me decía —no mires abajo, no mires abajo, no mires abajo maldita sea te digo que no mires abajo pero aun así no me haces caso.
Después de insultarme mucho, no tenia opción más que soltar me pero antes que hiciera una locura me llego una idea (era la primera vez que se me ocurría algo y lo bueno de todo que fue en este preciso momento) me había acordado que tenia alas de ángel y podía volar, entonces las saque y me solté del barranco pero aun así cerré mis ojos pase unos minutos así y me decía —porque no tengo nada roto o peor porque no estoy muerto, luego abrí mis ojos estaba vivo y volando empecé a gritar de la felicidad, después volví a tierra esta había sido la primera prueba y la había superado luego seguí caminando hasta que paso lo mismo estaba atrapado, mi vida peligraba nuevamente y lo peor de todo no tengo idea de como salir de ahí, yo simplemente cerré mis ojos y me quede dormido. Había pasado un rato hasta cuando desperté estaba acostado en una cama, no recordaba mucho lo que había pasado lo ultimo que recuerdo que estaba atrapado luego apareció un sujeto y preguntó —¿quien eres tu? y ¿que haces en aquí humano?

—santo cielo estoy muerto, yo me imaginaba un maldito túnel y seguir la luz o algo parecido —respondí eso para que no me oyera loco o desquiciado

el sujeto respondió —vaya si que estas loco, además si ya te moriste porque estas aquí siempre vienen sujetos malos, asesinos, homicidas, etc.

—entonces ¿estoy en el infierno? —pregunté un poco desubicado

el sujeto contestó —al fin entiendes pero aun eso no explica que haces aquí

—no tengo idea pero creí que el infierno era un lugar con mucho más fuego o algo así —dije de la forma menos ofensiva 

el sujeto contesto—vaya que les enseñan a los humanos ese mundo esta loco además eres mas agradable chico y ¿cual es tu nombre?

—la verdad no me acuerdo pero y tu eres —respondí

—mi nombre es Alexsander soy el demonio en persona —respondió

—no lo puedo creer nunca imagine conocerte si me vieran ahora estuvieran celosos —conteste

Alexsander me recordó —tienes agallas chico pero no me has dicho tu nombre

—bien mi nombre es Jake —respondí y le pregunte ¿y no conoces la salida?

Alexsander respondió —si eres muy agradable y para que veas puedes irte

—gracias por todo nos vemos pronto además ya mero es mi hora —conteste salí de infierno me encontraba en el cielo nuevamente

—¿donde te habías metido? —pregunto

—fui a hacer una visita al infierno aunque no es como me lo imagine —respondí así como si nada

—tu hiciste que estas loco como saliste porque cuando entras nunca sales —me regaño