Chapter Eighteen

A.R x D.M

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ˡᵒˢ ᵐᵃˡᶠᵒʸ

El viaje fue largo y tardado, pero Akira ya había llegado. En frente de ella la esperaba la gran mansión Malfoy, de solo mirarla le daban escalofríos. Comenzó a avanzar lentamente por ese pasillo infinito hasta la puerta grande de color negro de unos tres metros de alto. Akira levantó su mano muy despacio y golpeó unas tres veces.

Al abrirse la puerta ella observó al elfo doméstico que la miraba con asco y repudio, ella frunció el ceño esperando que la deje pasar, pero este no lo hizo. Dentro de la casa resuena una voz femenina preguntando quién era, el cuerpo de ella se paralizó, estaba demasiado nerviosa como para responder, Narcissa Malfoy se asoma detrás del elfo y mira a Akira, es una mujer muy alta, castaña, pero con mechones rubios, y unos ojos oscuros que casi no reflejaban emociones.

— Buenas tardes, tú debes de ser Akira, ¿No? Draco me dijo que vendrías. —Le dice y abre la puerta invitándola a pasar.— Narcissa Malfoy, un gusto. —Extiende su mano y Akira la toma.

— Akira Riddle, el gusto es mío señora Malfoy, gracias por dejar que me quede. —Dice con toda la amabilidad que puede.

Al entrar a la casa puede observar lo grande que es, las paredes, ventanas, y también la oscuridad, la casa a simple vista parecía ser demasiado fría.

— No me agradezcas, Akira, y puedes decirme Narcissa, no tengo ningún problema con eso. —Le responde amablemente— Me he dado cuenta el bien que le haces a mi hijo, la que tiene que agradecer soy yo, no sé cómo lo haces, pero está mucho más vivo, alegre y me doy cuenta que ya no es el mismo niño inmaduro que era antes.

— Lo amo, Narcissa, lo he amado desde que lo conocí en el expreso de Hogwarts en primer año. —Le respondió ella con una sonrisa— Estaré con él pase lo que pase y cueste lo que cueste.

El sonido de pasos bajando la escalera la alarma, Akira pensaba que se trataba de Lucius Malfoy, pero su cuerpo se alivió al ver que se trataba de Draco. El cual las miraba confundido y alegre, se acercó a ellas y saludó a Akira.

— Veo que ya has conocido a mi madre, Akira. —Dice— ¿Te molestaría si te doy un recorrido por la casa mientras esperamos que mi padre llegue?

Narcissa asintió en dirección a Akira indicándole que todo estaría bien, ella aceptó y comenzaron a deambular por ahí. Draco le mostró el gran jardín, el salón más grande que era usado para fiestas y reuniones, le indicó dónde estaba cada baño y el recorrido finalizó en su habitación.

Los colores de su casa se adueñaron de la habitación de Draco, las sábanas, los cuadros, hasta estaba la primera capa que usó Draco en primer año y su primer uniforme de Quidditch. Ella se sentó en su cama y pudo notar lo cómoda que era, se imaginaba lo que se debería sentir dormir allí. Draco lo notó y la sacó de sus pensamientos.

— ¿En qué piensas?

— En lo cómoda que es tu cama...

— Por obligación de mis padres tendrás que dormir en una de las habitaciones de invitados, pero si quieres puedes venir en la noche y luego te vas cuando sale el sol. —Le dice y ella ríe— Hablo en serio.

— Me sentiría una fugitiva a la cual la usan de noche y la desechan de día. —Le responde bromeando y ambos ríen.

— ¡Draco! —Se escuchó como Narcissa lo llamaba desde la planta baja y él la miró nervioso.

— ¿Llegó tu padre?

— Sí, tendremos que bajar.

Lo que menos quería Akira era conocer a Lucius, ya tenía bastante claro cómo era su forma de ser debido a lo que le había contado Albus, pero respiró profundo y dejó que Draco la lleve hasta la sala.

A medida que fueron bajando Akira iba viendo a la persona que estaba parada de espaldas, el cabello largo y rubio platinado, un saco que llegaba hasta el piso y no podía faltar su varita en forma de bastón la cual estaba apoyada en el piso. Narcissa al lado de Lucius quedaba bajita, y eso que era una mujer bastante alta, ella miraba a Akira con ánimo, eso le daba seguridad.

Cuando terminaron de bajar las escaleras Lucius se dio vuelta y miró fijamente a Akira, la miró de pies a cabeza interrogante y luego miró a su hijo esperando que la presentara. Akira al ver a Lucius en persona se sorprendió, todo de él reflejaba maldad o narcisismo, su postura, sus expresiones, hasta sus ojos.

— Es un gusto, señor Malfoy. —Dice ella intentando parecer amable. No todos los días conoces al padre de tu novio.

— ¿Tú eres? —Pregunta mientras levanta una ceja.

— Akira, Akira Riddle. —Le respondió y él la miró durante unos segundos como recordando algo.

— Tomemos asiento, por favor. La comida ya casi está lista. —Hacemos caso a lo que Narcissa dice y ella continúa hablando— Así que Akira, dime ¿Hace cuánto tiempo estás con mi hijo?

— Hace ya un año. —Le responde y ella asiente con la cabeza, pensativa.

— Pensé que llevaban más tiempo juntos, Draco desde que empezó en Hogwarts habla maravillas de ti. —Comenta Narcissa y Draco comienza a ponerse rojo de la vergüenza.

— ¿Y la cena? —preguntó Lucius, el cual no estaba pendiente de la conversación.

— Cariño, en unos pocos minutos ya estará la cena servida. —Responde Narcissa— Compórtate bien, tenemos una invitada. —Le recuerda a Lucius y él vuelve a mirar a Akira.

— Cierto, hoy está con nosotros la amiga de Draco.

— Es mi novia, padre. —Le responde Draco y Lucius levanta las cejas.

— ¿Novia? No sabía que mi hijo tenía una novia. —Definitivamente no estaba prestando atención a lo estaban diciendo— ¿Cuál era tu apellido? Me has dejado confundido con eso.