A.R x D.M
𝓐𝓟𝓟𝓔𝓐𝓡𝓐𝓝𝓒𝓔
ᵃᵖᵃʳⁱᶜⁱᵒⁿ
— ¡Yo no te eduqué así, Akira! —Le reprocha Dumbledore a Akira mientras entraban en su oficina seguidos de Snape.
— Ya lo he dicho más de diez veces, Potter fue el que empezó con la pelea.
— ¡No importa quién lo empezó o quién lo terminó! Pensé que eras lo suficientemente madura como para saber que las cosas no se arreglan de esa forma.
— ¡Me tenía acorralada contra la pared! ¿Qué querías que hiciera, padre? ¿Qué le hable bonito para que me deje en paz? Ya tengo suficiente con aguantar todos los comentarios absurdos que él hace. —Le respondió con rabia— Potter decidió enfrentarme cuando estaba distraída y sin nada para protegerme, ¡No tenía mi varita encima y me tiró repetidamente al suelo! Él buscaba hacerme daño de alguna forma, cosa que no logró, no me iba a quedar con los brazos cruzados.
— Akira, tú sabes perfectamente como están las cosas, no tienes que responder a las agresiones de los demás.
— Claro, que yo responda está completamente mal, pero que me quieran matar no, total es Harry Potter, el elegido.
— No es por eso.
— ¿Entonces por qué estoy yo sola aquí y él no?
— Con él hablaré en otro momento.
— No, no, no. —Dijo negando con la cabeza— Primero habla con el culpable y luego con la víctima, porque me estás tratando de culpable cuando yo únicamente quería disfrutar de la fiesta.
— Akira...
— ¡Buenas noches a ambos!
Akira salió de la oficina hecha una rabia, no podía creer nada de lo que estaba pasando, su padre prefería a otra persona antes que a ella, prefería proteger y defender a alguien que no era nada de él. La furia le bailaba por sus venas, sentía ganas de romper todo lo que veía a su paso.
La puerta de la sala común de Slytherin se abrió de par en par, todos miraron asombrados a Akira. Ella al entrar se encontró con toda la sala hecha un desastre, cosas rotas y sucias, desorden, vasos tirados, cuadros en pedazos. Las únicas personas ayudando con el desastre eran Blaise y Theodore.
— ¿Qué fue lo que pasó aquí? —preguntó y ambos la miraron con las cejas levantadas.
— ¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando. —Le dice Blaise dejando su varita a un lado y acercándose a ella, la observa de pies a cabeza y nota una cortada poco profunda en una de sus piernas— ¡Malfoy, Akira apareció! —Draco bajó casi corriendo las escaleras.
— ¿Dónde estabas? ¿Qué te hizo? ¿Por qué tienes sangre? —preguntó mientras tocaba cada parte de su cuerpo donde había una lastimadura, su pierna, su brazo, los cuales dolían muy poco. Ella se miró, tenía una cortada que iba desde el codo hasta mitad del antebrazo y otra en la parte del muslo.
— Les voy a responder a todos, así que calmense que ya estoy bien, enojada, pero bien. —Cuestionó intentando calmarlos y comenzó a contar lo que había pasado.
— ¡Lo mataré! —gritó Malfoy furioso después de escuchar la parte de Potter, pero Blaise y Theodore lo contuvieron.— ¡Mira lo que te ha hecho! Se ha metido con la persona que más amo, lo haré pedazos, se lamentará haber pisado esta escuela. —Blaise y Theodore casi se tiraban sobre él, Draco parecía estar echando fuego luego de escuchar la historia de Akira.
— No hace falta que lo hagamos nosotros. —Le responde y termina de contar todo— ¿Y aquí qué fue lo que pasó?
— Luego de que entró Dumbledore, hubo una estampida de personas y bueno, así quedó la Sala Común.
— ¿Saben que hay un hechizo para limpiar todo esto en menos de diez segundos, no? —les preguntó y ellos negaron, se acercó y le dijo el hechizo a Blaise debido a que ella no tenía su varita encima. En cuestión de segundo había quedado todo impecable, excepto algunas cosas rotas.
— ¡Eso sí que fue fácil!
Las horas pasaron rápido, ya todo Hogwarts estaba de vuelta para seguir con las clases. Akira seguía enojada con Dumbledore, y ni hablar de Harry Potter. Draco intentaba no cruzarse con él para no golpearlo, al igual que Theodore y Blaise, todos seguían enfurecidos.
— ¿Clases de aparición? —pregunta Blaise mientras observa un folleto que estaba pegado en la pizarra de noticias de la Sala Común.
— Suena aburrido.
Ninguno de sus amigos estaba emocionado por asistir a esa clase, pero Akira los terminó convenciendo para que la acompañen, debido a que no quería ir sola.
Se encontraban en el Gran Comedor, las mesas habían desaparecido y los jefes de las cuatro casas ya estaban allí preparando, arreglando y acomodando todo. Al lado de los profesores se encontraba un mago de escasa estatura, con un rostro, extrañamente, desprovisto de color, pestañas transparentes y cabello raro.
— Buenos días —saludó el mago, el cual venía del ministerio, después de que terminen de llegar los estudiantes— Me llamo Winkie Twycross y seré su instructor de aparición durante las doce próximas semanas. Espero que sea tiempo suficiente para que adquieran las nociones de Aparición necesarias...
Un bullicio se comienza a escuchar detrás de Akira y, reconociendo la voz, se da cuenta que se trata de Draco, el cual estaba planeando la forma de vengarse de Potter junto a Blaise y Theodore.
— ¡Malfoy, cállate y presta atención! —gritó la profesora McGonagall de pronto y en todo el comedor se hizo un gran silencio. Todos miraron a Draco mientras un leve rubor aparecía en su cara pálida, Snape miró enojado a McGonagall por gritarle a uno de su casa, pero no dijo nada. El instructor tosió para llamar la atención nuevamente y continuó hablando.
— Y para que muchos de ustedes puedan, después de este curso, presentarse al examen...
Editado: 29.12.2023