Obliviate - x Draco Malfoy

Chapter Thirty Two

A.R x D.M

 

 𝓢𝓔𝓒𝓣𝓤𝓜𝓢𝓔𝓜𝓟𝓡𝓐

ˢᵉᶜᵗᵘᵐˢᵉᵐᵖʳᵃ

 

— Creo que Potter está buscando la sala de menesteres, y tengo entendido que tiene que ver contigo, Draco. —Le cuenta, pero no le responde.

La mirada de Akira se encontraba fija en el rubio, pero éste parecía fuera de sí. Últimamente Draco había adelgazado demasiado y estaba muchísimo más pálido que de costumbre, tampoco ha querido hablar ni decir nada al respecto, Dumbledore ha estado casi al punto de tener que llamar a los Malfoy, pero supuso que eso lo empeoraría todo. Akira lo observaba pensando que luego de la fiesta todo estaría mejor, o por lo menos se tranquilizaría un poco, él se sentía agobiado, sin sentido y lleno de estrés.

Ella le tocó el hombro intentando llamar su atención, no obstante no funcionó, sus ojos celestes estaban perdiendo el brillo, ahora parecen más grisáceos. Sus manos temblaban la mayor parte del tiempo, hasta una simple pluma se le caía, y sus ojos, rojos de llorar y cansados del esfuerzo excesivo de hacer las cosas bien.

— Draco, me estás preocupando. —Le habló ella, no funcionó. No le hacía caso a nadie, se quedaba mirando a un punto fijo mientras se perdía en sus pensamientos. Blaise miró a Akira extrañado, no era típico de Malfoy estar así.

La clase de Encantamientos había comenzado tarde, Flitwick, luego de explicarles lo que tenían que hacer, comenzó a corregir y pasear por las mesas para observar el progreso de los alumnos. Aunque la clase no duró mucho, debido a la tardanza. Parecía que los profesores también habían estado planeando cosas.

Draco se fue, antes que todos los alumnos, y desapareció. Sus amigos intentaron seguirlo, pero lo perdieron de vista. Theodore miró a Akira confundido, tampoco sabía qué estaba pasando al igual que Blaise y los demás, nadie había hablado con Draco hace días.

— Se comporta de una forma demasiado extraña, está fuera de sí... —Dijo Blaise.

— ¿Qué le estará pasando? Malfoy no es así, hace mucho que no hace bromas o chistes en contra de las personas.

— Se fue en dirección al baño. —Escuchamos a nuestras espaldas, Blaise se dio vuelta disimuladamente— Lo voy a seguir, algo está planeando. —Era Potter.

— Voy a ir... —dijo Akira, se separó de sus amigos y llegó a uno de los baños que estaban más cerca.

Lo revisó por completo, pero estaba vacío.

" Si fuera Draco Malfoy, ¿Dónde iría para que no me encuentren?" pensó.

Los baños podrían ser algo obvio, pero tendría que ser uno que se encuentre oculto o que nadie quiera meterse. No había baños ocultos en Hogwarts, por lo menos eso le había dicho George antes de irse de la escuela, él tenía un mapa donde estaba cada pasillo oculto y cada habitación de Hogwarts. Era el que tenía Potter.

Siguió caminando mientras buscaba, todavía no tenía pistas de dónde podría estar. Al rendirse volvió a las mazmorras en dirección a su sala común, los amigos cuando la vieron se le acercaron casi corriendo.

— No sé dónde pueda estar, baños ocultos no hay. Busqué en los lugares donde le gusta ir, pero tampoco. Es la primera vez que no tengo ni una pista de Draco y me preocupa, no suele perderse en lugares imposibles, siempre va a los mismos.

— No hay baños ocultos, pero... —empieza a decir Nott.

— Pero hay uno donde nadie quiere entrar. —Termina Blaise.

— ¿Cuál? —les preguntó confundida, ella ya había buscado en todos los lugares posibles.

— El baño donde se encuentra Myrtle La Llorona. Suele estar vacío la mayor parte del tiempo.

— ¡No lo había pensado!

Akira confío en Blaise y fue caminando hacia el primer piso del Castillo, donde estaba el baño que habían dicho, ahí era donde anteriormente se había descubierto la cámara de los secretos, y lo vio. Draco estaba ahí de pie enfrente un espejo, se había sacado su suéter y se había aflojado la corbata.

Ella se acercó lentamente y se puso a su lado, él levantó la vista por el espejo y la miró. Akira nunca lo había visto de esa forma, su corazón se le había estrujado como si de un pedazo de papel se tratara. Draco estaba temblando con sus ojos llenos de lágrimas, el corazón acelerado y respirando pesadamente.

Detrás de ellos estaba Myrtle quien se la pasaba diciendo que no llorara y que ella lo podía ayudar, Akira le ordenó que se fuera, pero no le quiso hacer caso.

— Nadie puede ayudarme —se lamentó Draco, se sacudió por un fuerte temblor— No puedo hacerlo, no puedo... no saldrá bien... Pero si no lo hago pronto... él me matará. —Dice y Akira lo abraza con todas sus fuerzas.

— Yo te ayudaré, Snape nos ayudará, nadie va a matarte, te lo prometo... —Le responde y Draco apoya su cabeza en su hombro mientras le devuelve el abrazo— No dejaré que nadie te haga daño.

— Oh, pero si es Harry Potter. —Dice Myrtle y cuando lo miró Harry estaba de pie al lado de la puerta del baño, en su mano sostenía la varita y los estaba apuntando.

Saqué la mía lo más rápido que pude y también lo apunté, había entrado en el peor momento.

— No quieres jugar a las luchitas en este momento, Potter. Te lo estoy asegurando. —Le dijo con furia, ya se estaba cansando de que siempre esté metido en el medio de todo.

Harry estaba pensando un hechizo, y cuando los volvió a apuntar Akira tuvo tiempo para llegar a protegerse. Draco salió corriendo hacia un lado y ella fue en la dirección contraria. Los hechizos comenzaron, el baño se iba rompiendo. El piso se estaba llenando de agua, uno de los grifos se había roto por uno de los hechizos.

— ¡No! ¡No! ¡Basta! —chilló Myrtle La Llorona, y su voz resonó en las paredes revestidas por azulejos— ¡Basta! ¡Basta!



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En el texto hay: fanfic, hogwarts, dracomalfoy

Editado: 29.12.2023

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