— desde el principio hasta el final viviré obsesionado contigo, ¡Qué acaso no lo ves! —
Ese hombre se acercaba a mi.
Pero mi corazón latía fuertemente.
Tenía la necesidad de verlo a los ojos.
[Meses Atrás]
— YAMILETH —
Aveces las clases son iguales.
Tratan temas que ya conocés desde el primer grado.
Y es por eso mismo que me aburren.
Quisiera que algo interesante pasará en mi vida.
Todo es tan simple.
Bueno normal.
Tengo amigos, salgo con ellos a practicar sus deportes, y nos divertimos.
Pero le falta algo, un toque, no se.
¿Qué será?
[…]
Terminaron las clases.
Y yo salía con mis dos grandes amigos.
Efraín, el mayor, el nos cuida, ya que ya va a la universidad.
Y el otro rarito, (así le decimos de cariño), Cristóbal .
Mi hermano se queda en casa a estudiar, es un matadito en los estudios.
Es por eso que siempre saca díez.
Efraín — este día no podré ir con ustedes a practicar el deporte, pero otro día si
Lo vimos, tenía su mirada en su celular y con un severo sonrojo.
Cristóbal — vale, entonces será otro día
Se despidieron de mano.
Efraín se fue mientras tecleaba en su celular.
Cristóbal — y ahora
Lo ví.
Yamileth — te parece si vamos a tu casa, nunca me llevas dizque porque Efraín está con nosotros
Asintió nervioso.
[…]
Por el camino su mirada era de preocupación.
Y miraba el celular cada minuto.
Yamileth — ¿Te preocupa algo?
Pregunté ya que me intriga.
Cristóbal — no nada
Llegamos a la tan mencionada casa.
Puso la llave en la cerradura, pero al momento se abrió.
Cristóbal — espérame
Asentí.
Se fijó si no había nadie, y al parecer no.
Cristóbal — ven, sígueme, pero no hagas ruido
Yamileth — okay
Tomo de mi mano y me llevo con el a una habitación, a lado había otra con la puerta abierta, bueno un poco abierta.
Antes de entrar a la habitación un marco con una foto se cayó al piso.
Cristóbal — maldición
Se escucharon pasos venir a dónde nosotros.
Y acto seguido una silueta de un hombre alto y con un suéter, se hizo presente.
Me dió miedo.
Pero el hombre prendió la luz.
Cristóbal — hermano, pensé que estabas dormido
¿Qué?, ¿Hermano?
Mi rostro lo decía todo, confusión.
El hombre no respondió y volvió a adentrarse a la habitación.
Cristóbal estaba muerto de los nervios.
Me jalo con el para la habitación.
Y la cerró con llave.
Yamileth — no sabía que tenías un hermano
Me senté en la cama y seguido el.
Cristóbal — es que nunca sale, y es reservado, no creía que hubiera necesidad de decírtelo
Vi sus ojos.
Yamileth — y porque tan nervioso
Sonreí.
Cristóbal — ah... Es que mi hermano es un poco especial
Yamileth — ¿Especial?
Curve mi ceja con duda.
El solo asintió.
Cristóbal — suele obsesionarse con las mujeres
Yamileth — ah ya
Sonreí levemente.
Yamileth — no te preocupes, nadie se enterará
Cristóbal — gracias, Efraín no tiene que enterarse
Asentí.
[…]
El estaba en el baño, pero me dió sed.
Tomé las llaves y abrí la puerta.
Que me puede hacer, tengo piernas puedo correr.
Salí silenciosa.
Pero al pasar por su puerta, está se abrió.
¡Hey!, de nuevo estamos aquí.
Si se dieron cuenta, las anteriores novelas ya no están, esto se debe a que es un nuevo año, y unas nuevas novelas, por eso mismo les informo que está será la única.
Te de la bienvenida TamJ, y está novela es.
¿Obsesión? | TamJ