¿obsesión?

•5

— YAMILETH — 

 

Estaba tirada boca arriba en mi cama. 

Mientras veía unos vídeos de risa. 

Unos mensajes de Cristóbal llegaban pidiendo que nos viéramos, que de todas formas me iba a regañar. 

Y otros de Efraín pidiendo una explicación de la mañana.

Uff, quisiera desaparecer un día de su vida he irme a tomar aire fresco en algún lugar. 

Pero no entiendo, ¿Qué le ven de malo al que yo esté viendo a otro hombre?

Ellos se van con chicas los fines de mes, sabrá qué hacen, o que no hacen. 

El punto es que desde que empecé nuestra amistad, no me dejan ni siquiera hablar con mis primos.

Aveces pienso que está amistad es muy tóxica, o muy sobreprotectora. 

O simplemente me cuidan porque soy la “única mujer”. 

¡Yo también quiero conocer a Luka, tal vez y sea un nuevo amigo! 

No siempre voy a estar con ellos, o ellos conmigo. 

En un futuro cada quien va a hacer su vida en privado, con su esposa y hasta tal vez hijos. 

Y yo quisiera que me dejarán conocer a alguien. 

 

[…] 

 

Mientras terminaba mi tarea, comía un chocolate. 

Recordé aquel beso entre Luka y yo. 

Se sintió bien para ser el primero. 

Ya me imagino si mis amigos se enteran. 

Cerré la computadora y recargue mi cuerpo en la silla. 

Eche mi cabeza para atrás. 

Yamileth — algún día entenderán que yo también voy a tener novio

Solté por último un suspiro y levanté mi cuerpo de la silla. 

Fui al baño y cambié mi ropa a una pijama cómoda.

En descripción ; un pantalón de la pijama de Efraín y una camisa de Cristóbal. 

Al salir llevaba la cabeza en otras cosas.

Levanté mi mirada y me encontré a estos dos hombres sentados en mi cama. 

Yamileth — ¿Qué?, ¿Pero?, ¿Cómo entraron? 

Mil preguntas se vinieron a mi mente. 

Pero al ver que se levantaron, note un gran oso con unas flores. 

Sonreí. 

Cristóbal — perdona nuestros berrinches

Se acercó a mi y me dió las flores. 

Efraín — ándale, no lo volveremos a hacer

Puso su cara de tristeza. 

Yamileth — así me dijeron hace dos meses, cuando conocí a Héctor 

Quería hacerlos sufrir un poco. 

Es por eso que mantuve mi seriedad. 

El mayor me abrazo por la espalda. 

Lo sé, es mi amigo, pero no me voy a dejar caer tan bajo. 

Así que me separé de su abrazo y fui hasta el escritorio a dejar mis flores. 

Cristóbal — perdona a estos seres indefensos, por favor Yami 

Me senté en la silla. 

Vamos a hacer que se enojen. 

¡Tu buscas problemas Yamileth! 

Yamileth — porque debería perdonar a estos dos hombres, si no me dejan andar con mi amigo

En mi interior moría de la risa debido a sus expresiones de odio hacía ese hombre. 

Cristóbal — somos mucho mejores que ese tipo, es más, somos más atractivos

Se acercó a mi. 

Yamileth — atractivos pero no lo topan

¡Jajaja! 

La cara de Efraín. 

Efraín — pero crees que el pueda hacerte feliz

Asentí. 

Cristóbal — bueno, preséntalo y vemos quién es más atractivo para ti 

Cruzó sus brazos mientras soltaba el típico quejido que hace. 

Yamileth — no puedo, íbamos a salir nosotros dos solos a jugar voleibol, pero ustedes arruinaron nuestra salida

Un mensaje llegó a mi celular. 

Rápido lo tome ya que los dos trataron de verlo. 

8:45 pm. — hola, soy Luka, habíamos quedado en vernos, que dices, ¿Salimos? 

Una sonrisa se dibujo en mi. 

8:45 pm. — si, solo me alistó y salgo 

8:46 pm. — que bueno, en cinco minutos llegó 

8:47 pm. — vale

Me levanté de mi silla. 

Yamileth — bueno chicos, es hora irse a sus casas

Me tomaron de ambas manos. 

Uno de un lado y el otro del lado contrario. 

Cristóbal — es ese imbécil

Yamileth — no es ningún imbécil, ya están perdonados, y muchas gracias por los regalos, nos vemos mañana temprano

Sonreí a Cristóbal. 

Efraín — vamos a cenar y nos explicas todo de ese hombre

Negué. 

Cristóbal — ¿Por qué no? 

Yamileth — tengo una salida, y ambos me están robando tiempo

Solté sus manos. 

Efraín — ósea que prefieres irte con el que con nosotros

Yamileth — ya Efraín, no seas niño, yo solo voy a salir con el una hora o tal vez dos, pero no va a pasar nada, ¿Cuál es el miedo? 

Ambos se sentaron en la cama. 

Fui al cajón y saque un vestido. 

Al parecer de ellos ese es demasiado corto. 

Efraín — ni se te ocurra ponerte ese mini vestido

Yamileth — ¿Por qué? 

Tomé mis zapatos.

Cristóbal — nunca usas uno de esos cuando vamos a salir los tres 

Yamileth — pero en esta ocasión no voy a salir con ustedes, voy a salir con otro hombre

Rodé los ojos. 

Fui al baño y me cambié. 

Salí de el baño. 

Ambos estaban hablando por teléfono mientras sonrisas se escapaban de sus labios. 

Yamileth — vean, ustedes también pueden salir con otras mujeres

Me empecé a poner un labial. 

Y por último máscara de pestañas. 

Ambos me veían con un severo enojo. 

Son tan tóxicos. 

O tan raros como para no dejar que su amiga salga con un hombre. 

Yamileth — ¿Pasa algo? 

Hablé una vez que di vuelta a mi cuerpo para verlos. 

Cristóbal — ¿Qué te interesa de ese hombre? 

Curve mi ceja. 

Efraín — ¿Hay algo que el tengo y nosotros no? 

Estaba confundida. 

Yamileth — ustedes son mis casi hermanos

Cristóbal — hay está el problema, somos casi hermanos

¿Eh? 

Efraín — pero porque no podemos ser algo más 

Yamileth — dejen la tontería, ya me tengo que ir, los veo mañana, cierran bien la puerta

Me acerque a ellos y les di un beso a ambos en la mejilla. 



#1700 en Thriller
#862 en Misterio
#9085 en Novela romántica

En el texto hay: obsesión enfermiza

Editado: 15.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.