— YAMILETH —
Estaba tirada boca arriba en mi cama.
Mientras veía unos vídeos de risa.
Unos mensajes de Cristóbal llegaban pidiendo que nos viéramos, que de todas formas me iba a regañar.
Y otros de Efraín pidiendo una explicación de la mañana.
Uff, quisiera desaparecer un día de su vida he irme a tomar aire fresco en algún lugar.
Pero no entiendo, ¿Qué le ven de malo al que yo esté viendo a otro hombre?
Ellos se van con chicas los fines de mes, sabrá qué hacen, o que no hacen.
El punto es que desde que empecé nuestra amistad, no me dejan ni siquiera hablar con mis primos.
Aveces pienso que está amistad es muy tóxica, o muy sobreprotectora.
O simplemente me cuidan porque soy la “única mujer”.
¡Yo también quiero conocer a Luka, tal vez y sea un nuevo amigo!
No siempre voy a estar con ellos, o ellos conmigo.
En un futuro cada quien va a hacer su vida en privado, con su esposa y hasta tal vez hijos.
Y yo quisiera que me dejarán conocer a alguien.
[…]
Mientras terminaba mi tarea, comía un chocolate.
Recordé aquel beso entre Luka y yo.
Se sintió bien para ser el primero.
Ya me imagino si mis amigos se enteran.
Cerré la computadora y recargue mi cuerpo en la silla.
Eche mi cabeza para atrás.
Yamileth — algún día entenderán que yo también voy a tener novio
Solté por último un suspiro y levanté mi cuerpo de la silla.
Fui al baño y cambié mi ropa a una pijama cómoda.
En descripción ; un pantalón de la pijama de Efraín y una camisa de Cristóbal.
Al salir llevaba la cabeza en otras cosas.
Levanté mi mirada y me encontré a estos dos hombres sentados en mi cama.
Yamileth — ¿Qué?, ¿Pero?, ¿Cómo entraron?
Mil preguntas se vinieron a mi mente.
Pero al ver que se levantaron, note un gran oso con unas flores.
Sonreí.
Cristóbal — perdona nuestros berrinches
Se acercó a mi y me dió las flores.
Efraín — ándale, no lo volveremos a hacer
Puso su cara de tristeza.
Yamileth — así me dijeron hace dos meses, cuando conocí a Héctor
Quería hacerlos sufrir un poco.
Es por eso que mantuve mi seriedad.
El mayor me abrazo por la espalda.
Lo sé, es mi amigo, pero no me voy a dejar caer tan bajo.
Así que me separé de su abrazo y fui hasta el escritorio a dejar mis flores.
Cristóbal — perdona a estos seres indefensos, por favor Yami
Me senté en la silla.
Vamos a hacer que se enojen.
¡Tu buscas problemas Yamileth!
Yamileth — porque debería perdonar a estos dos hombres, si no me dejan andar con mi amigo
En mi interior moría de la risa debido a sus expresiones de odio hacía ese hombre.
Cristóbal — somos mucho mejores que ese tipo, es más, somos más atractivos
Se acercó a mi.
Yamileth — atractivos pero no lo topan
¡Jajaja!
La cara de Efraín.
Efraín — pero crees que el pueda hacerte feliz
Asentí.
Cristóbal — bueno, preséntalo y vemos quién es más atractivo para ti
Cruzó sus brazos mientras soltaba el típico quejido que hace.
Yamileth — no puedo, íbamos a salir nosotros dos solos a jugar voleibol, pero ustedes arruinaron nuestra salida
Un mensaje llegó a mi celular.
Rápido lo tome ya que los dos trataron de verlo.
8:45 pm. — hola, soy Luka, habíamos quedado en vernos, que dices, ¿Salimos?
Una sonrisa se dibujo en mi.
8:45 pm. — si, solo me alistó y salgo
8:46 pm. — que bueno, en cinco minutos llegó
8:47 pm. — vale
Me levanté de mi silla.
Yamileth — bueno chicos, es hora irse a sus casas
Me tomaron de ambas manos.
Uno de un lado y el otro del lado contrario.
Cristóbal — es ese imbécil
Yamileth — no es ningún imbécil, ya están perdonados, y muchas gracias por los regalos, nos vemos mañana temprano
Sonreí a Cristóbal.
Efraín — vamos a cenar y nos explicas todo de ese hombre
Negué.
Cristóbal — ¿Por qué no?
Yamileth — tengo una salida, y ambos me están robando tiempo
Solté sus manos.
Efraín — ósea que prefieres irte con el que con nosotros
Yamileth — ya Efraín, no seas niño, yo solo voy a salir con el una hora o tal vez dos, pero no va a pasar nada, ¿Cuál es el miedo?
Ambos se sentaron en la cama.
Fui al cajón y saque un vestido.
Al parecer de ellos ese es demasiado corto.
Efraín — ni se te ocurra ponerte ese mini vestido
Yamileth — ¿Por qué?
Tomé mis zapatos.
Cristóbal — nunca usas uno de esos cuando vamos a salir los tres
Yamileth — pero en esta ocasión no voy a salir con ustedes, voy a salir con otro hombre
Rodé los ojos.
Fui al baño y me cambié.
Salí de el baño.
Ambos estaban hablando por teléfono mientras sonrisas se escapaban de sus labios.
Yamileth — vean, ustedes también pueden salir con otras mujeres
Me empecé a poner un labial.
Y por último máscara de pestañas.
Ambos me veían con un severo enojo.
Son tan tóxicos.
O tan raros como para no dejar que su amiga salga con un hombre.
Yamileth — ¿Pasa algo?
Hablé una vez que di vuelta a mi cuerpo para verlos.
Cristóbal — ¿Qué te interesa de ese hombre?
Curve mi ceja.
Efraín — ¿Hay algo que el tengo y nosotros no?
Estaba confundida.
Yamileth — ustedes son mis casi hermanos
Cristóbal — hay está el problema, somos casi hermanos
¿Eh?
Efraín — pero porque no podemos ser algo más
Yamileth — dejen la tontería, ya me tengo que ir, los veo mañana, cierran bien la puerta
Me acerque a ellos y les di un beso a ambos en la mejilla.