— YAMILETH —
Tarde un poco ya que Luka y yo fuimos a dar una vuelta.
Cuando entre a mi casa encontré a mis papás sentados y a mis amigos detrás de ellos.
Mamá — hija, ¿Cómo estás?
Se acercó a mi y me dió un abrazo.
Yamileth — bien mamá, ya estoy un poco mejor
Al separarme, mi papá fue y también me dió un abrazo.
Papá — dime quién fue el hombre y yo lo haré pagar
Negué una vez que lo ví.
Papá — ¿Por qué no?
Yamileth — porque Luka no tiene la culpa
Se quedaron viendo.
Yamileth — está mañana salí y fui a su casa, hablamos como gente civilizada, y también paseamos un rato
Se acercaron a mi mis amigos.
Cristóbal — pero Yami, porque hiciste eso
Yamileth — Luka no es ningún psicópata, el solo tiene una enfermedad delicada que hace que su mundo se vea diferente
Efraín — si, pero aunque sea nos hubieras dicho algo, te hubiera acompañado
Negué.
Yamileth — quería estar a solas con el y hablar sin que otra persona se diera cuenta, solo el y yo
[…]
Después de que mis amigos y padres me estuvieron dando una plática motivacional, llegó la hora de dormir.
Efraín — ¿Se puede?
Yamileth — si, adelante
Ví como quitaba sus tenis y se metía a la cama.
Efraín — supongo que ya te vas a dormir
Asentí.
Yamileth — ¿Sucede algo?
Negó.
Efraín — no nada, simplemente quería estar contigo un momento a solas
Se acomodo en mi hombro.
Efraín — que ves en tu estereotipo de hombre
Yamileth — ¿A qué te refieres?
Pregunté con duda.
Efraín — ósea, que le ves a un hombre, así que tú digas, “wow ese me gusta”
Solté una risita.
Yamileth — no se, no me había enamorado de un hombre, pero lo que veo en el, son sus sentimientos, no tanto el físico o dinero, si no más bien sus intenciones
Efraín — ¿Pero saldrías con uno de tus amigos?
Sonreí.
Yamileth — Efraín, a qué quieres llegar
El solo se puso rojo.
Mi amigo nunca se había puesto rojo ante una mujer.
Efraín — digo, si tuvieras que salir con un hombre, y le dieras la oportunidad a uno, ¿Sería uno de tus amigos?
Asentí con lentitud.
Efraín — ¿Y con quién?
Yamileth — Efraín
Sone con ese típico tono de voz de fastidio, pero obviamente no tenía fastidio.
Efraín — y saldrías conmigo...
Vio mis ojos, y yo los de el.
Solo sentí cuando el ya tenía sus manos en las mías.
Acto seguido, sus labios en mi.
Me separé al instante de el.
No es que no quisiera, pero me incómoda un poco estar así con mi amigo.
Efraín — perdón
Me vio apenado.
No sabía que responder o que hacer.
Simplemente junte mi frente con la de el.
Solíamos hacer esto cuando nos enojamos.
Y hay está la Yamileth, la cual no puede dejar está situación así.
Después de pensarlo una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces o más, tomé de su mentón.
Sonreí levemente.
Una sonrisa salió de el.
Yamileth — si saliera con un amigo, o un hombre, sería contigo
Susurré.
De nuevo, esos labios en los míos.
Me deje llevar, el tiempo se paralizó por unos segundos.
Después de acariciar al otro con cada movimiento, llegó el momento de separarnos.
— CRISTÓBAL —
Subí las escaleras para decirle a Efraín que era momento de irnos.
Pero una dulce voz me detuvo.
Yamileth — si saliera con un amigo, o un hombre, sería contigo
Ví para adentro y los encontré... Ambos estaban juntos en un beso.
Auch.
No quise interrumpir.
Baje las escaleras, aún estaba procesando todo.
Sra — hijo, a dónde vas
Cristóbal — ya me tengo que ir, recordé que tengo tarea pendiente para mañana
Asintió.
No di ni las buenas noches.
¿Cómo es posible que me enamore de mi amiga?, ella nunca sentirá por mi los mismos sentimientos que yo siento por ella.
Me di cuenta que si no se van con Luka, se va con Efraín, pero nunca conmigo.
Soy un idiota.
Tan solo quisiera que ella sintiera por mi lo mismo que yo siento por ella.
Hasta mi amigo sabe lo que es darle un beso... ¡Inclusive mi hermano, PORQUE CARAJOS YO NO PUEDO SENTIR UN BESO DE ELLA!
[…]