Obsesión Carmesí

C A P Í T U L O 7

Mi voz sonaba entrecortada, estaba al borde de las lágrimas y tenía mucho miedo. 

 

A la primera llamada me había contestado, yo simplemente le dije que necesitaba que se viniera para mí casa de una vez. Más pronto de lo que esperaba ya estaba tocando el timbre de la casa. 

 

Mis manos estaban sudando, me encontraba sentada en el suelo de la habitación, Nicolas estaba sentado frente a mí, percibí su mirada entre nerviosa y preocupada. Habíamos revisado toda la casa con mucho cuidado, pero no había nadie, tampoco fuera de la casa, lo que se me hizo extraño. 

 

Ya le había contado todo lo que había estado sucediendo, de alguna manera le tenía mucha confianza. 

-Mere, déjame leer la nota-. Extendió su mano hacia mi para que se la entregara . La coloqué en sus manos y dejé que la leyera. 

 

"No me estas dejando otra opción, casi desearía no haber visto lo que estabas leyendo, te estoy observando Meredith, no me gusta que personas aparte de mi sepan lo que hago. ¿Le contarás al jefe de policía sobre mi? 

Ten en cuenta que mientras menos personas me conozcan, menos personas tendré que desaparecer ". 

 

-Dime que quieres que hagamos y te ayudaré. Pero nadie más debe de saber sobre esto ni los chicos. 

 

Pasé ambas manos por mi rostro, tenía demasiados pensamientos ahora mismo. -Y ahora tu también sabes y vas a tener problemas por mi culpa, ni siquiera sé quién es o si lo he visto. Pero al parecer él me estuvo espiando hoy. Nicolas no sé qué hacer, no quiero involucrar a más personas en esto-. Me puse de pie y fui a sacar la nota que tenía debajo de la cama. 

 

Se la entregué a Nicolas para que también la leyera, es la única persona que sabe de esto así que el puede ayudarme. 

-Tengo que empezar a hacer algo, no puedo quedarme de manos cruzadas a esperar que me haga daño a mí o a alguien más. 

-¿Y si la persona que te envió eso de verdad es quien está detrás de todos esos asesinatos? , es decir, quien más te iba a lanzar eso, no creo que sea una broma -. Se asomó a la ventana y miró hacia afuera. -Por cierto, ¿a cual casa es a la que se refiere en esa otra nota? 

-¿Recuerdas hace unas semanas que fuimos a escalar la colina en las afueras de San Pablo?. Pues yo he deducido que es esa, no hemos salido a otro lugar después de ese. 

Se escuchó el portón de afuera por lo que bajamos a ver quien era. Mis padres aparecieron por la puerta de la entrada al momento en que nosotros llegamos al inicio de las escaleras. 

 

-¿Que no es muy tarde para que estén despiertos? -. La mirada de mi madre fue de curiosidad mientras pasaba al lado de nosotros. 

-Eh... Sí señora, yo ya me iba, solo estaba aquí para ayudar a Meredith con unas cosas del colegio -. Se acercó para despedirse de mi y me susurró al oído "mañana hablamos". 

Se despidió de mis padres y salimos hasta el porche, me quedé unos minutos esperando hasta que lo vi entrar a su casa. No confiaba todavía en qie el hombre de las notas de verdad hubiera desaparecido del área. 

 

Me di la vuelta y entré a casa, mi padre se me quedó mirando unos segundos. 

-Hija, ¿te sientes bien? Estás pálida. 

-y...yo estoy bien papá, solo necesito dormí -. Me fije en la hora y eran pasadas la una de la mañana. 

 

Me despedí con un buenas noches y subí corriendo las escaleras, dejé las luces de la lámpara de noche encendidas. Fue la primera noche en la que me sentí insegura estando en mi propia casa. 

Un rato después logré quedarme dormida. Mis sueños no fueron muy lejos de la realidad esa noche. 

 

〰️✴️〰️

 

Me desperté a las seis de la mañana por el sonido de la alarma. 

Las clases comenzaban a las siete, por lo que tenía un poco de tiempo para arreglarme. Me salí de las cobijas, me puse unas sandalias para estar en casa y bajé a conseguir algunas cosas. 

 

El olor a chocolate caliente inundó mis sentidos. Pasé frente a mis padres que ya estaban haciendo el desayuno, los saludé y me dirigí al cuarto de pilas, tomé una pala y escoba, también tomé una cortina color negro y me la llevé. 

 

-¿Qué vas a hacer con todo eso? Ha sucedido algo hoy que te ha dado por limpiar? -. Dijo mi padre, ambos me miraban con el ceño fruncido. 

-N....no, solo estoy limpiando un poco, ayer se me quebró una lámpara, si -. Dije lo primero que se me vino a la cabeza, ¡ni siquiera tenía otra lámpara! 

 

Los dejé con las palabras en el aire y seguí mi camino. Cuando entré a mi habitación cerré la puerta con seguro. 

Recogí los vidrios del suelo y también quité los que estaban pegados al cuadro de la ventana, le puse un pequeño pedazo de plástico para sellar el espacio. Cambié la cortina transparente y puse la de color negro, si él iba a estar espiando hacia mí casa, ya no iba a poder ver mi habitación.




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