La Traición en la Sangre
El aire en la gran mansión se sentía pesado. Isabella observó las paredes decoradas con retratos de hombres de mirada severa y oscuros trajes. Figuras de otra época, pero con la misma mirada dominante que Alessandro llevaba en los ojos.
—Bienvenida a casa —susurró Alessandro, aunque su tono no sonaba cálido.
Las puertas se abrieron y, al fondo del gran salón, una silueta emergió de las sombras. Alto, con una postura relajada pero calculadora, Luca observó a Isabella con una sonrisa indescifrable.
—Así que esta es la famosa Isabella —murmuró, paseando la vista sobre ella con descaro.
Alessandro se tensó de inmediato.
—Luca, no estamos aquí para juegos.
Luca rió suavemente y se acercó con pasos lentos.
—Tranquilo, fratello. Solo estoy conociendo a la mujer por la que casi incendias la ciudad.
Isabella sintió la tensión en el aire. Había algo en Luca que le ponía los nervios de punta. Si Alessandro era la tormenta contenida, Luca era el veneno en la copa de vino, sutil y letal.
—No quiero causar problemas —dijo ella con voz baja, sintiendo que cada palabra que pronunciaba era analizada.
que piensan de luca mis queridos lectore ?
Luca ladeó la cabeza.
—¿Problemas? Isabella, querida, ya eres parte de ellos.
Isabella miró a Alessandro, buscando respuestas. Pero él mantenía la mirada fija en su hermano.
—No la toques, Luca —sentenció con frialdad.
Luca sonrió, pero en sus ojos no había diversión, solo peligro.
—No te preocupes, Alessandro. Pero dime… ¿estás seguro de que puedes protegerla? Porque en este mundo, la traición siempre viene de quien menos lo esperas.
Isabella sintió un escalofrío. No sabía en quién confiar, pero una cosa era segura: estaba atrapada en un juego mortal, y la única forma de sobrevivir era descubrir la verdad antes de que fuera demasiado tarde.