Después de unos años nos establecimos en la ciudad, ella consiguió un puesto como diseñadora en un equipo en la empresa donde trabajaba, además de que a mi me dieron un puesto fijo en la constructora donde estaba, llevabamos una vida comoda y al paso de los meses comenzamos a hacer una vida juntos, una noche mientras ella dormía tranquilamente me decidí y busque por todo Internet un anillo hecho a su medida diseñado por ella misma.
Cuando todo estaba listo la espere con un enorme ramo de flores y un cartel en la mesa donde estaba el anillo de compromiso en donde estaba escrito el letras grandes quieres casarte conmigo.
-que me contestas_ le decía mientras salía de mi escondite.
Ella me miro con lagrimas en los ojos aceptando mi propuesta de matrimonio convirtiéndome en el hombre más feliz del mundo.
Durante las siguientes semanas fuimos a visitar a nuestras familias donde les dimos la noticia de nuestro matrimonio además de tener el doble de trabajo ya que no solo nos ocupabamos de nuestros empleos si no también de nuestra próxima boda.
Nuestros amigos y familiares nos veían felices al ser testigos de nuestra unión qué yo deseaba que fuera para siempre, un año después de nuestra boda sofia me recibió una noche no solo con la cena si no también con una sorpresa hermosa una que cambio en ese momento mi vida.
Ella estaba completamente arreglada mientras me esperaba con una sonrisa y los ojos llenos de brillo.
La abrace dándole un beso y sintiendo curiosidad por la sorpresa_ mi vida que paso y este detalle.
-quería darte una sorpresa, es que hoy fui al medico y me dio una sorpresa muy bonita.
-que paso, que sorpresa_ le preguntaba sintiendo que el corazon me iba estallar al imaginarlo.
ella me entrego el sobre con una tarjeta decorada con dos colores azul y rosa; yo se que aun no me conoces pero pronto te llamare papa.
Al leerlo la noticia me hizo tan feliz que termine envolviendola en mis brazos, la llene de besos y nunca deje de agradecerle por el hermoso regalo que me estaba dando, desde ese día la cuide como el ser más delicado y precioso de todos, decorabamos juntos la habitación de nuestro bebé, cumplía todos sus antojos, secaba sus lagrimas y nunca deje de verla con la misma mirada que cuando la conocí.
Una tarde calurosa de verano, me encontraba en el hospital con mi familia esperando a que el doctor me diera la buena noticia.
Me sentía cada vez más ansioso y mis manos no dejaban de sudar_ se están tardando mucho
-cálmate todo va a salir bien, como se nota que es tu primer hijo_ me decía mi hermano Ricardo
-tu te sentías igual_ le preguntaba mientras no dejaba de frotarme las manos.
Ricardo solo me sonrió mientras me daba palmadas en el hombro_ más que tu.
Mi madre se me acercó tomando mis manos_ cristobal cálmate todo va a estar bien, recuerda que sofia es primeriza
-lo se mamá pero ya se tardaron y nadie nos ha dicho si esta bien
Mi madre se río mientras me veía_ bueno es su primer hijo, además si no ha venido nadie quiere decir que todo esta bien.
Unas horas después un doctor salio_ familiares de la señora Sofia Roblez Mendoza.
Me acerque de un paso largo en cuanto escuche el nombre de mi esposa_ soy su marido, dígame como esta.
-ellas están bien, por suerte no hubo ninguna complicación, la niña está completamente sana y está lista para llevarla a su cuarto a descansar.
Abrace a mis padres por la emoción que sentía, soy padre y estaba tan emocionado por la llegada de mi bebe que sentía que la felicidad no me cabía en el pecho, quería ver a mi esposa y darle las gracias por este regalo tan grande que era mi hija, entre a su cuarto donde estaba recostada sobre su cama y sus ojos se estaban cerrando por el cansancio.
-mi reina no sabes lo feliz que me has vuelto, me llevaron al cunero nuestra hija es preciosa; después de esto no te negare nada todo lo que me pidas es tuyo.
Sofia tomo mi mano mientras sonreía_ como esta mi princesa.
Le sonrei dándole un beso_ ella esta bien, por cierto aunque me encantaría que se llamara princesa recuerda que decidimos que si era niño le pondríamos artemio y si era niña Liliana.
Sofia me sonreía mientras seguía tomando mi mano_ té amo, no sabes lo feliz que me has vuelto.
-no más que tu a mi_ le decía mientras besaba sus labios.
Unas horas después me dejaron llevarla a casa donde mi familia nos esperaba con una decoración de felicitaciones y una comida recién hecha.
Sus padres se acercaron mientras nos felicitaban al igual qué mi familia, mi suegra le pidió a sofia si podía cargar a Liliana mientras la veía con amor.
-muchas felicidades hija, mi nieta es preciosa te prometo que crecerá rodeada de amor al menos de nuestra parte.
Después de abrir los regalos para liliana y un pequeño brindis despedimos a todos y llevamos a nuestra hija a su cuna, al verla ahí dormida tan delicada y frágil sentía que se me derretía el corazón.
Sofia le acariciaba el rostro con todo el amor que una madre puede darle a un hijo_ no quiero separarme de ella.
Tome sus brazos dejando un beso en su mejilla_ yo tampoco quiero pero tu también debes descansar.
La lleve hasta el dormitorio pero ella no quería dormirse sentía que al cerrar los ojos nuestra hija se iría, desde que la conocí era necia, me dijo que quería tomar un baño antes así que la ayude aunque ella tuviera vergüenza.
-esta bien puedo sola_ cerre la puerta sin ponerle seguro por si necesitaba mi ayuda.
-debes descansar, el doctor dijo que dentro de tres horas debes volver a darle pecho.
Sofia intento vestirse mientras el dolor le impedía moverse, al tratar de ayudarla ella me detuvo cubriéndose con la toalla, me reí quitandola mientras besaba sus marcas y estrías que mi pequeña princesa dejo en su piel.
Ella acariciaba mi cabello mientras me sonreía_ aun me ves atractiva.