» Intenté ser todo lo que necesitabas, pero me di cuenta que eso no valía. Al final siempre irías en contra, vamos termina de romperme... a mi verdadero yo. Te ofrezco todo lo que soy a cambio de esto, salva lo que aún es puro y destruye todo lo que es oscuro. Prefiero morir, antes de estar sometida a ti «
Domingo 4:30pm
Esto debe ser una jodida broma, porque mierda me pasa esto a mí, abrace mis piernas mientras me resbalaba hasta el suelo. positivo, el resultado es positivo, iba a tener a un bebito y no es que me desagrade la idea de tener un bebé, ese siempre ha sido tal vez, uno de mis mayores deseos.
Convertirme en madre, pero no de esta forma, ni siquiera puedo salir de esta casa, soy su prisionera, soy la prisionera de Ran. Cuando mierda acabamos en esto, al principio era normal pero después mato a personas y ahora soy su prisionera, lo amo, sí, pero también le tengo miedo y ahora más sabiendo que una pequeña vida depende de mí.
No me perdonaría si él le hiciera algo a mi bebé. Pero tampoco es como que pueda esconderle este hecho, él es el papá de este bebé y debe saberlo además no podré ocultarlo por más tiempo, ¿por qué demonios debía de enamorarme de él? por qué el de mí, por qué los dos, su amor es una locura, por favor Ran no le hagas daño a tu bebé.
Deje la prueba bajo la almohada, quería llorar hasta quedarme dormida, pero si bien he visto películas donde dicen que eso es malo para los bebés, así que me tranquilice, acaricie mi barriga casi inexistente de embarazada, tendida en medio de la gran cama con cobertores negros y rojos.
—Mi bebé, mamá te amara mucho y nunca dejará que algo malo te pase...lo prometo —me hice una bolita hasta quedarme dormida
La gran ventana de la habitación me dejaba apreciar la vista del bosque, con el cielo gris, tal parece el día sabía cómo me sentía, ese clima frío, pero no mucho me permitió dormir sin tanto problema, era agradable.
RAN
La reunión se había demorado más de lo que pensé solo quería ver a Becca y pasar tiempo con ella, sé que todo esto le es difícil de comprender, pero estar conmigo es lo mejor para ella, hay tantas personas que pueden hacerle daño y apartarla de mi lado. Salgo de la empresa y me dirijo al estacionamiento por mí auto. Me subo y salgo de allí para ir directo a casa.
Está algo retirada de la cuidad, pero es mejor para que ella esté a salvó de toda esta gente que le puede hacer daño, además una casa en el bosque es mejor que todo el bullicio de la inmensa cuidad, así ella puede estar tranquila. Mientras me alejaba cada vez más de la cuidad ví una pequeña cafetería, pensé en bajar a comprar algunos cafés y pastelitos para Becca a ella le encantan, así podré dárselos en la hora de la cena.
Entre al local, compré lo que ya había pensado antes, pagué a la señora ya algo mayor que se despidió con un —que lo disfruté— le sonreí cálidamente y salí para volver a subirme al auto e ir a casa donde mi hermoso ángel me espera y así será para siempre.
Deje las llaves en la mesa del recibidor, fui dejando mi abrigo en el perchero, la casa estaba en silencio, aunque no me extraña ya que ella siempre está en la planta superior, en nuestra habitación, deje la bolsa con los pastelitos en la mesa de la cocina
Fui despojándome de las cosas que llevaba encima a medida que caminaba por la casa en dirección a la habitación.
Abrí la puerta lentamente, quería sorprenderla, pero no pude solo la ví dormida hecha una bolita, acaricie su mejilla apartando algunos mechones de su rostro y pasándolos por detrás de su oreja, tome la cobija que hacía en sus pies, la tape suavemente hasta sus hombros
Su cabello castaño cobrizo me volvía loco. Sus ojos marrones me mataban.
—descansa princesa —deje un beso en su mejilla y salí para tener la cena lista antes de que despierte. Iba a sorprenderla está vez.
BECCA
Mi sueño se fue desvaneciendo poco a poco más porque escuché ruidos en la planta baja; creo que talvez sea Ran, ¿Cuánto tiempo había dormido? Ran llega como a las seis normalmente, no tenía dónde ver la hora así que asimile que ya era tarde, me pare para ponerme mis pantuflas, arregle mi cabello un poco en una coleta y salí de la habitación
Baje las escaleras en silencio, cuando llegue a la puerta de la cocina me quedé observándolo en silencio, este tenía su camisa de vestir doblada hasta sus codos y un mandil puesto, solté una risilla, debo confesar que se miraba bonito, estaba cortando unos vegetales mientras que a su vez retornaba a supervisar lo que tenía en el fuego, así estuvo viniendo y yendo, siempre quiere hacer más de lo que puede —pensé.
—Déjame ayudarte —le dije cuando llegué por detrás para tomar su mano donde había un cuchillo.
—Hola nena, despertaste —dijo y paro su actuar para besar mis labios— yo puedo, tu solo espera a que la comida esta lista.
—Ran no puedes hacer todo tu solo, déjame ayudarte, aunque sea en esto —le sonreí, era mejor llevarme bien con él o esto sería peor. —lo escucho suspirar.
—Está bien, pero si te cortas lo dejaras de hacer —advirtió y yo asentí
Corte los trozos de zanahoria, papás etc. en cuadrados medio pequeños, mientras Ran se ocupaba de lo demás del guisado. Éramos un gran equipo cuando queríamos.
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Editado: 19.11.2024