Obsesiones que matan

22. La llegada de los querubines

» Ya no quiero amor; Aunque es lo único que he estado buscando, Aunque es la única cosa que más extraño. Ahora tengo miedo de estar solo «

Agosto 10, 2021 miércoles 6:55 pm

La habitación de los bebés ya está lista. La casa es grande y con muchas habitaciones, cada uno podría tener la suya propia, pero por ahora pienso que es mejor que compartan. Eso los hará mejores compañeros en un futuro, no hay mejor educación que la que se enseña temprano. Al menos eso me decía mamá y era un pensamiento que lo tenía siempre presente.

—¿Lista? Según se, vas sobre los ocho meses —dice apoyado en el marco de la puerta Reimon.

Reimon y Ran estaban en la sala de la casa, Reimon suele visitarnos muy frecuentemente. Y es bueno para mí convivir con más personas, además Ran parece bastante feliz cuando Reimon está, ellos siempre estuvieron juntos, pero ahora cada uno vive por su lado, aunque mantienen una buena relación de hermanos, que envidia yo no tenía hermanos.

Y tal vez por eso era una persona reservada y a veces tímida, nunca había hablado con alguien con verdadera libertad. Solo lo había hecho con Ran en su momento. Deje la universidad cuando Ran, amablemente me trajo aquí. Pero la reanude un tiempo después. Solo que de forma virtual. Véase como se vea ya es un paso. No quería perder los semestres que ya había acumulado en la carrera.

—Si, estoy lista. ¿Y tú? estás listo para ser tío. Algo me dice que eres bastante bueno —me burlo y es que a Reimon se le da pésimo con los niños.

—Rezo porque no sean como Ran, si es así serían insoportables. El mundo ya tiene suficiente con él. —ríe arrastradamente.

—Un poco sí. Pero no hay nada que se pueda hacer. La suerte fue echada.

—Si son como él, tendremos un problema.

Sigo viendo que todo esté en orden y Reimon procede a sentarse en un sillón junto a las cunas. Palmea el Sillón junto a él y voy a sentarme con él con algo de dificultad, no estaba llevando a una sola persona sino a dos y conmigo ya estamos tres en un solo cuerpo. Ahora valoro mucho más a mis padres, sobre todo a mi mamá que siempre me cuido con dedicación.

—¿Quieres hablar?

Le digo, cuando notó que su mente va y viene y parece estar poniendo en orden sus palabras. Sin duda Reimon es más profundo en las conversaciones que Ran. Reimon es un gran conversador. Mientras que Ran es un gran manipulador. Son tan diferentes, pero tan iguales.

Se acomoda en el sillón y pasa una pierna encima de la otra, con una mano se acomoda el borde de su chaqueta y una de sus manos se convierte en un puño y su codo descansa en el reposabrazos del sillón y su mejilla en su puño.

Da un largo suspiro de resignación antes de empezar con su conversación, algo me dice que se ha estado guardando esto por mucho tiempo y que ya siente que es hora de sacarlo y ponerlo sobre la mesa.

—¿Sabes? a veces pienso que tuve que alejar a Ran de ti, de una u otra manera. Se que él va más allá de lo normal. Es mi hermano, pero no siempre estoy de acuerdo con lo que hace y no lo estuve cuando todo esto explotó en la cara de todos nosotros, pero yo no podía hacer más que advertirte, al final yo solo quería ver a Ran feliz. Es mi hermano siempre querré lo mejor.

—Reimon.

—Tal vez no es posible tener a todos felices. Aunque lo intentes en verdad.

Meses atrás

Yo siempre lo vi como mi hermano mayor, la única familia que me quedaba y por eso muchas veces no cuestionaba sus decisiones porque para mí él era el mejor pensante y todo lo que el hiciera o dijera estaba bien, pero con esto no estaba de acuerdo. Era demasiado hasta para Ran.

—¿Sabes que es lo que te pasa? Que no soportas perder, el que ella no quiere estar contigo por voluntad propia. —encaro a Ran de camino a las escaleras esta vez haría que me escuchará. Había guardado suficiente silencio.

—Y tú qué sabes ¿eh? Nunca en tu puta vida has tenido a una mujer a tu lado, a este paso terminaras solo. Yo no quiero eso para mí, somos seres humanos y nacimos para tener una pareja.

—Es mejor estar solo que tomar a la fuerza algo que no es tuyo y que nunca lo será. Eso solo te hace un cobarde, un miedoso. Temes quedarte solo, perderlo todo de nuevo. Tus acciones solo demuestran lo débil que eres.

—Yo nunca he perdido nada, el cobarde aquí eres tú Reimon por no querer avanzar, te has estancado y no quieres seguir y encontrar a una mujer solo porque aún te atormenta el recuerdo de nuestra madre. No has crecido en nada; eres el mismo niño asustado que me toco proteger con mi vida. Porque solo, se hubiera muerto de hambre y dolor.

—No menciones a nuestra madre.

—Entonces escúchame una cosa —él se acerca a mí y me toma de los lados de la camisa y de un tirón me acerca a él, sus ojos tienen oscuridad pura y desconozco al Ran frente a mi— no te metas en mis cosas, Becca es mía quiera o no. Ella me ama, solo tiene que entenderlo. Voy hacer esta mierda real.

—No me asustas Ran. Si sigues con esto voy a desaparecer con Becca. La voy a proteger de ti si es necesario.

—Hazlo y quemaría todo el mundo solo para encontrarla —me empuja hacia atrás y sube las escaleras hacia su habitación.




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