Después de ese encuentro, vine al bosque que se encuentra junto a las instalaciones. Es un excelente lugar para pensar, meditar y despejarse. Aunque, en ocasiones, lo usamos para entrenamientos.
Para mí, su espesura, tranquilidad, fortaleza hace que lo sienta como mi hogar. Tiene tanto de lo que alguna vez soñé, miles de árboles con vida, otros durmiendo profundamente y los que jamás despertaran. Cuando salí de ese lugar, fue lo primero que me recibió. Me acogió durante días e incluso meses.
Aquí estoy, frente a un enorme lago rodeado por árboles y la luz de la luna siendo reflejada en el agua.
Precioso
En cambio, así como tiene una hermosura que es difícil de describir también posee muchos secretos. Los cuales algunos jamás se revelan y otros ven la luz tiempo después.
Tomo mi tiempo en apreciar el lago, el bosque y las estrellas.
De un momento a otro es cuando siento el viento más frío y fuerte. El agua que estaba tranquila, empieza acaudalarse. La tierra tiembla levemente ocasionando que sienta la presencia de algo aproximándose.
¿Por qué siento esta inquietud?
— ¿Andra? — escucho la voz de Abba por el auricular — detectamos la presencia de algo aproximándose al lago en el que estas. El impacto podrá ser fuerte, deberías salir de ahí.
Miro al cielo y diviso una luz cayendo en mi dirección, sin embargo no me inmuto.
—Esto es... diferente, hay una conexión intermitente entre más se aproxima. Me quedaré aquí, no es como si no supiera evitar la destrucción que sé que habrá — le contesto mientras me adentro más en el agua— claro, no me arriesgaré. Podrías enviar al equipo de exploración.
Suspira —Entendido, solo cuídate ¿sí? Valle se dirige hacia allá.
Ruedo mis ojos, siempre preocupándose innecesariamente.
Suelto una risita nostálgica deteniéndome en medio del lago— ¿Recuerdas cuando nos regañabas siempre que llegábamos tarde al refugio? Parecías una mamá gallina desesperada porque temía que sus pollitos se perdieran o les pasara algo.
—No es mi culpa que Valle y tú se metieran en problemas siempre que podían. Más con el temperamento que las dos poseen. Nunca olvidaré esas veces en las que me hacían morir de la angustia. O esa ocasión en donde las estaba buscando desesperadamente y solo soñaban como osos.
Recordar los viejos tiempos, me ayuda más de lo que pensaba.
—Tranquilo, nos cuidaré. — prometí
—Confío en ti, tómalo como entrenamiento. Aun tienes que controlar ese escudo tuyo. — menciona con esa voz de entrenador.
—Cállate y jamás me vuelvas a hablar como si fuera alguno de tus alumnos. — Miro al cielo y la luz poco a poco está más cerca — El objetivo se aproxima, activa la contención y desestabiliza la gravedad. Y mi escudo es uno de los mejores, que lo sepas.
Siento la presencia de Valle llegar y me concentro en el objetivo.
Tomo una respiración profunda
Respira profundamente y cierra los ojos, una de tus cualidades es que percibes la energía de objetos o personas. Puedes ver las siluetas, una realidad sobre otra.
El agua a mí alrededor se levanta como paredes usando mis escudos en ello.
Concentro energía en mis manos poniéndolas frente a mi justo cuando la luz es casi cegadora y la libero tratando de contener lo máximo posible el riesgo de explosión. Siento que mis pies ya no están tocando tierra y que algunas piedras están siendo disparadas a todos lados.
Abro mis ojos y estoy envuelta en una especie de capsula. Todo a mi alrededor es blanco excepto por un cristal que se encuentra frente mío, el cual es de color rojizo.
Tengo una sensación de familiaridad, algo me impulsa a tocarlo aunque sé que no debería. Escucho voces lejanas hablándome, los ignoro y me concentro en el cristal frente a mí. Cuando estoy a punto de tocarlo este se quiebra provocando un sonido agudo, los pedazos se adhieren a mi piel sin lastimarme.
¿Qué está pasando?
Guim Betrova
Despierto con un fuerte dolor de cabeza y cuerpo, al tratar de moverme lo único que siento es como si mi piel ardiera. Esto se siente terriblemente mal, no puedo ni siquiera hablar por el ardor en mi garganta.
— ¿Esta es la cosa que se desmayó entre tus brazos? — alcanzo a escuchar la voz de una chica.
No puedo creer que esta me haya llamado cosa
—Sí ¿acaso no lo viste?
—No era algo que me importara así que la mayor parte del tiempo ignoré lo que pasó. Esta cosa ya tardó mucho en despertar ¿y si le doy un golpe?
¿Un golpe? No, no, no
—Bueno, inténtalo y si no despierta entonces veremos con cuál de estas medicinas si lo hace ¡podríamos crear uno que regrese a los sentidos a los que se desmayen!
Me siento en el borde de la cama frunciéndoles el ceño, ellos posan su vista en mi viéndome con aburrimiento y recelo, la chica especialmente.
—Nadie va a golpearme ni probar cosas extrañas con mi cuerpo.
El chico me ve con decepción
—Lastima, será para la próxima. ¿Cómo te llamas? Y no es una opción quedarse callado.
Antes de responder veo la habitación en la que me encuentro, parece una sala médica. Y es cuando caigo en cuenta que mis pies están amarrados.
— ¿Por qué me ataron? ¿En dónde estoy?
—Creo que deberías respondernos tu primero, él te hizo una pregunta. Ahora — la chica se sienta sacando un cuchillo, que para nada se ve inofensivo— tienes dos opciones: respondes o te torturare hasta que lo hagas.
Trago nervioso.
Okey Guim, respira. Trata de recordar como llegaste a este lugar de mala muerte. No quiero morir siendo tan joven y soltero.
Cuando los recuerdos vienen a mí me apresuro a hablar
—Lo único que sé es que llegué buscando a una persona, hui del lugar en donde estaba retenido y corrí lo más rápido que pude. Sin embargo, me empezaron a seguir y me escondí, encontré un arma y seguí huyendo. Vi un bosque y pensé que era buena idea esconderme en él, pero entre mas corría mas me perdía hasta que vi edificios. Para mí en ese momento todo era peligroso, no pensaba con claridad así que cuando llegue y los guardias me detuvieron disparé el arma y herí a uno. Entonces ustedes llegaron y ahí estaba ella, a la que estaba buscando.