Los monstruos son reales, los fantasmas también, viven dentro de nosotros y aveces, ellos ganan
—Stephen King.
Cuando oímos aquello, nos preguntamos; ¿Los monstruos son sólo una metáfora o realmente los monstruos existen?
Son aquellos que alimentan nuestro miedos e incluso toman el control de tu vida y de tus acciones.
O por lo menos así lo veía Ian Thompson, mi vecino, que para vivir su vida control tenía que convivir con su monstruo, su trastorno.
Su vida era descrita por el dinero, manipulación, sangre e incluso diría que la satisfacción al ver como las personas sufrían por él.
También le gustaba verme sufrir, por él.
No había una palabra correcta para describir a mi vecino y el chico que me gustaba desde muy pequeña. Era extraño pero al mismo tiempo muy atractivo.
La verdad nunca pensé en escribirle un libro, a contar todo aquella historia que terminó un par de meses.
Te digo algo lector mío, no creas nada de lo que lees, solo cree en tus teorías, y no confíes mucho en mí.
Me llamo Kiara Foster, era la vecina de que aquel chico de ojos grises, y si quieres saber como terminó todo te contaré desde el principio.
No empezó cuando nací y tampoco terminó cuando morí (o creo que estaba a punto de ello). Sólo les diré algo, el pueblo donde vivía, que quedaba alejado de aquella ciudad llamada Boston, escondía muchas cosas.
Así como ambas familiar con apellidos Thompson y Foster.
Editado: 02.11.2024