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No queria saber nada de nadie, y Ian estaba incluido.
Tal vez es gente que viene a cazar ¿no?, No puede ser alguien que venga a matarme solo porque si, ¿cierto? Creo que estoy haciendo mucho drama, quizás sean una persona cazando animales o un indefenso conejo.
En medio de la noche no lo creo, pero quería optar por esa opción antes de pensar lo peor, y no pensar que podría ser la misma persona que habíamos visto en Damalton.
Tenía miedo, eso estaba claro, ya que mi respiración estaba más agitada cuando empecé a correr buscando la forma de salir del bosque sin salir herida, pero para mí buena suerte choque con un árbol accidentalmente golpeando mi sien un poco.
Pero unos brazos me agarraron sorpresivamente, haciendo que abriera mis ojos y soltara un jadeo algo asustada. No había chocado con un árbol, y era bueno, pero había chocado con un cuerpo que era mucho más alto que yo, y eso no era bueno.
Subí mi cabeza y conseguí el rostro de mi vecino, vaya suerte la mía.
Pude ver que agarraba mis hombros a lo que solté rápidamente. Venía con un suéter negro junto su capucha la cual tapaba su desordenado cabello y sobresalían solo unos mechones, su rostro se veía confundido, pero a la vez tenía un aire agradable, debajo de sus ojos se notaban unas bolsas oscuras, parece que no ha dormido en años.
Vi una sombra detrás de él, era un chico que al parecer su cabellera era rubio y solo resaltaban el color claro de sus ojos en la oscuridad, lo reconocí rápidamente acordandome del chico de la fiesta que se llamaba Jackson, pero cuando bajé la mirada y conseguí un rifle en su mano, mi corazón se detuvo unos segundos y me mente armó su propio rompecabezas, pero ¿qué hacían ellos aquí?
— ¿Por qué corrías? —preguntó Ian lanzándole su arma al otro chico el cual no dudo en agarrarla.
—Amm…yo…—Mi voz se puso temblorosa—. Me había perdido, y había escuchado algo así que…
—¿Ibas al lago? —preguntó Jackson acercándose a lo que yo asentí apenada—. Queda hacia el otro lado, le he dicho a Ian que su padre debería de colocar luces en el camino para que no se pierda más la gente.
—La estás espantando, Jackson. —Hablo Ian viéndolo sin mucha importancia para verme nuevamente—. No le prestes atención.
—No le prestes atención a Ian. —Hablo como si fuera un secreto y yo sonreí un poco.
Me regaló una sonrisa amable a lo que estaba agradecida ya que estaba algo acostumbrada a los temperamentos raros que tenía Ian.
Ian hizo sonar su garganta haciendo que ambos giráramos a verlo.
—Bueno, creo que Jackson debería de ir a ver al conejo que dejó tendido en el suelo.
—Pero si yo no lo…—Ian le dio una mirada fulminante y este solo suspiro—. Bien, ya voy. Me gusto verte, Kiara.
—A mi igual, Jackson. —Sonreí un poco cuando pasó a mi lado para finalmente desaparecer mientras iluminaba con una linterna el camino.
Gire a ver a Ian el cual me veía frunciendo el ceño, quizás confundido por lo que acaba de suceder hace unos segundos. Lo mire esperando una respuesta pero el solo miro detrás de mí para luego mirarme.
—¿Cómo lo conoces?
—Me puse a hablar con él en la cocina cuando fui a tu casa.
—Que extraño, no los vi…
—Estabas ocupado con la rubia. —Interrumpi caminando nuevamente a lo que el me siguió el paso resoplando un poco.
—No te cansas de sacarla en las conversaciones, ¿no?
—No, es para que recuerdes que hiciste mal en invitarme. —Asegure.
Porque estaba claro que había hecho mal, ahora tenía una información sobre mis manos que podría perjudicar, o quizás no, si no hubiera sido por él o por Bella, no hubiera sacado información. Ian dejó de caminar a lo que yo frené mi paso para girar a mirarlo. Su mirada no expresaba mucho, solo me veía como comúnmente solía hacerlo, viendo mi rostro mientras tenía una linterna en una de sus manos.
Ian se acercó a mí y no dudo en agarrarme del brazo y empezar a caminar, no sé adónde, intente soltarme, pero fue imposible.
—Suéltame, ¿A dónde se supone que me llevas?
—Preguntas mucho.
— ¿No traes armas o sí?
Dejó de caminar para verme.
—No, no te voy a matar.
Suspire, eso era un alivio.
—Por ahora.
Volteo para verme con una sonrisa divertida a lo que yo me solté rápidamente de su agarre para darle un golpe en su hombro.
—No me da risa.
—Que lastima, a mí sí.
— ¿A dónde vamos?
—A donde Jackson no moleste porque es muy chismoso. —Confeso.
—Eso no tiene nada que ver.
Se detuvo rápidamente, logrando que frenará a unos cortos pasos de él, haciendo una cercanía entre ambos, algo que me colocaba nerviosa, con la oscuridad no podía ver su rostro con claridad, aunque gracias a luz de la luna, podría ver sus ojos mirándome fijamente.
Editado: 02.11.2024