Obsession [libro #1]

Capítulo 22

-22-

Tenemos una nueva persona en esta historia, el anónimo.

Abrí la puerta de esa cabaña con pocas ganas, miré mis tenis los cuales tenía en una de mis manos, estaban hechos un desastre y lástima que eran mis favoritos. Con la manga de mi suéter que se encontraba húmeda, el pase por mi nariz tenía un leve resfriado gracias a estar mucho tiempo en la lluvia.

Y eso tenía nombre y apellido, que tan solo recordarlo me molestaba.

Empecé a caminar dejando los tenis al lado de la puerta, con fastidio empecé a quitarme el suéter para quedar nada más con un camisón que era de Adam, mi cabello andaba empapado y ya no era un moño desordenado, solo eran ondas de cabello cayendo a los lados de mi rostro.

Estaba hecha desastre.

—Dios mío, estaba preocupado por ti.

El chico comenzó a caminar rápidamente a donde me encontraba, había salido de la cocina, por lo que me preguntaba si estaba todo este rato esperando a que pasara por esa puerta. Camine a donde estaba pero decidí caminar hacia la cocina para servirme un poco de agua.

—Estoy bien. —Pronuncie con sarcasmo.

— ¿Estás molesta conmigo?

Frunció su ceño acercándose a mí, la verdad es que estaba algo molesta, pero me di cuenta de que él no era el culpable, solo quería ayudar.

—Voy a tomarme una ducha de agua caliente antes de que me resfrié más.

—Kiara.

— ¿Qué?

Lander me vio unos segundos para luego soltar un suspiro y abrazarme.

Un abrazo.

Tanto que lo necesitaba.

Al principio me incomodó su empatía hacia mí, pero solté un suspiro y decidí abrazarlo por su abdomen mientras cerraba mis ojos.

No llores, no llores, no llores.

Quizás estaba molesta y abrumada, pero él no tenía la culpa, solo quería ayudarme y yo lo evitaba, quizás era un mecanismo de defensa o quizás no, pero algo sí sabía, y era que estaba mal lo que estaba haciendo. No era lo correcto.

—Perdón. —Susurre.

—No te disculpes, Kia. —Me apego más a su cuerpo sin importar mi ropa mojada—. Yo también si fuera tú actuaría a la defensiva todo el tiempo.

Subí mi rostro para verlo un poco. Bajo la mirada y me dio una sonrisa, una sonrisa que daba a entender de que todo estaría bien y que no estaba para nada molesto conmigo.

—No te preguntaré más nada sobre esas cortadas si no quieres, ¿bien? —Hablo agarrando mis mejillas a lo que yo asentí—. No salí a buscarte porque supuse que querías tiempo para ti sola.

Lo necesitaba, pero me lo interrumpieron.

— ¿Puedes quedarte conmigo a dormir? Así sea platicando hasta tarde.

Asintió dando un beso corto.

Había llegado el domingo, y eso indicaba tener que irnos, el sábado nadie hablo de lo sucedido entre Maddi y Adam, pasamos la tarde jugando juegos de mesas un buen rato nosotros tres ya que Lander se fue a la ciudad a hablar con sus papás, y lastimosamente jugamos hasta quedar dormidos por las condiciones del alcohol. No sabía nada de Ian por esos días y me aliviaba.

—Maddi, vamos dime, yo sé lo que vi. —Amenace a mi mejor amiga aprovechando que nos encontrábamos solas en el auto.

Quería sacarle un tema sobre la noche del viernes.

—Kiara, eres muy fastidiosa, con razón tus hermanos no te soportan. —Se quejó—. Te dije que no me gusta y que quizás me beso fue por lo ebrio que estaba, no lo sé. —Vio de nuevo hacia la ventana.

Algo me decía que no era así, quizás lo que me había dicho Lander era cierto.

—Maddi en el fondo sabemos que no es así, pero quieres negar los sentimientos que le tienes a Adam. —Me acerque un poco a ver por la ventana con ella—. Solo míralo, viene de una buena familia, sus padres lo adoran mucho, ama a los perros, se conocen desde pequeños y cuanto daría porque mis dos mejores amigos estén juntos.

Voltee a verla con una sonrisa, pero ella tenía la mirada perdida mientras veía a Adam como platicaba con una chica de la gasolinera. Se veía amigable, su cabello era castaño y con ondas, era un poco más pequeña que Adam por lo que tenía que levantar un poco su rostro para mirarlo. Me preguntaba qué decía Adam como para que la chica se riera cada rato.

¿Era por la chica?

—No es por la chica. —Hablo. Tenía que dejar de hablar en voz alta—. Pero noté algo en Adam esa noche, otra vez.

— ¿Otra vez? —La vi curiosa.

Ella relamió sus labios para volver a ver al chico y verme a mí de nuevo. Se tomó unos segundos hasta que decidió hablar.

—Note unos moretones en la espalda de Adam, Kiara. Como si fueran golpes fuertes y eran muchos y en zonas específicas, no le pregunte, pero me preocupe y a la mañana siguiente se había puesto la camisa rápidamente y se notaba nervioso. Estoy seguro de que el papá tiene algo que ver.

Eso me descompuso el cuerpo.

¿Adam de nuevo con golpes? Si fuera algo normal ya nos hubiera contado o pediría ayuda para ayudarlo a curar o algo por el estilo.



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En el texto hay: amor, suspenso, dramas.

Editado: 02.11.2024

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