Obsession [libro #1]

Capítulo 35

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Estoy cansada de esto.

Me parecía curioso cómo una persona me podía hacer dudar tanto de mis creencias, mi forma de vestir, de pensar e incluso de actuar. Me había dado cuenta de aquello a lo largo de mi vida, siempre he pensado en aquel “que dirán” que de una u otra forma me ha afectado en la mayoría de las cosas, incluso en mis acciones.

Aunque a mi alrededor no lo note, siempre me he amoldado para ser perfecta como siempre ha querido mi madre, y en estos momentos no estaba saliendo como ella quería, ya que bueno, los periodistas siempre tienen algo que publicar, si tú les das de que hablar.

Eso siempre había dicho mi madre, y aunque no lo entendía muy bien a los doce años, ahora lo entendía cuando veía que mi fiesta de cumpleaños había afectado más de lo que creía y que aquel vídeo insultando a Alexandra fue la última gota que derramó el vaso.

Para mi madre, porque para mí ya el vaso estaba derramado desde hace mucho.

Mi madre había llamado el día que entré luego de haber hablado con Ian diciendo que en cuanto llegara a Boston hablaría con mis hermanos y conmigo, aquello se iba a demorar ya que tenía cosas que hacer fuera de la ciudad.

Y lo agradecí porque en estos momentos no quería discutir, suficiente me había dejado lo de Lander. No había sabido nada de él luego de aquello, me sentí un poco tranquila pero no sabía exactamente si se encontraba bien, eso me aterraba.

De Ian no sabía nada tampoco, lo había visto un par de veces llegar de su auto a altas horas de la noche y dirán, ¿te encuentras despierta a esa hora? Pues no, pero llegaba con música alta y no se me ocurría otra cosa que levantarme y asomarme a ver qué sucedía.

La última vez que lo vi estaba ebrio y Bella lo llevaba mientras él decía cosas sin sentido. Me había dejado con dudas esa misma noche.

Eran mis últimas semanas de clases, y como de costumbre ya no era lo mismo sin Adam y Maddi, ya que bueno, las últimas semanas siempre teníamos algo nuevo que hacer, pero esta vez era distinto, este año habían cambiado muchas cosas.

Cerré mi casillero para ver a Bella acercándose a mí con una sonrisa. Me encantaba como se vestía esa chica, tenía un gusto increíble en la ropa y sus atuendos eran algo raros, pero únicos. Solía vestirse con faldas, pero esta vez iba con un pantalón de vestir color azul cielo, sus botas negras en algo que la definía lo suficiente, realmente amaba sus botas.

—Hola, Kia.

—Hola. —Sonreí—. ¿Qué sucedió?

—Nos toca historia hoy, ¿estudiaste? —Asentí un poco y ella suspiro aliviada—. Dios santo, eso me pegó un susto porque no tenía tu número y necesitaba saber si te acordabas, ya sabes cómo es…Ay, mierda.

Fruncí mi ceño al escuchar a Bella, al parecer algo la había interrumpido, pero no sabía que. Miré en dirección a donde se supone que ella veía y abrí mis ojos un poco sorprendida. Ian caminaba en el pasillo con una capucha tapando su cabello por completo, ¿solo venía con eso? ¿con ese frío que era infernal? Lo peor no era eso, lo peor era que caminaba sin equilibrio y sus ojos se veían con pesadez, al parecer Bella no le había gustado su presencia.

Estaba muy ebrio, eso era obvio, pero, ¿Por qué venía así al instituto?

—Ian te dije que te quedaras en casa. —Habló Bella acercándose a la distancia donde se encontraba su hermano que perdía el equilibrio unas cuantas veces.

Bella lo apoyo de un casillero al lado mío mire la situación algo extrañada. Ian suspiró un poco ignorando las palabras de su hermana para luego mirarme. Me regaló una sonrisa de boca cerrada, pero supe que estaba en la mierda cuando vi sus ojos.

Sus ojos grises no era lo único que resaltaba, si no el fuerte color rojo entre sus ojos era notorio, y supe que quizás había fumado algo de hierba, sin olvidar la pesadez en su mirada.

—¿Has estado fumando? —Pregunté agarrando su rostro para quitarle la capucha de su suéter.

Resoplo.

—No, ¿Cómo creen eso? Soy sano, soy un…

—Bien, ya no hables. —Interrumpió Bella a su hermano al escucharlo rastrar las palabras—. Tienes que irte a casa, ¿Cómo se supone que manejaste?

—Creo que…—Rió abiertamente—. Lo dejé un poquito, pero solo un poquito mal parado, no creo que digan nada.

Volvió a reírse como si hubiera contado el mejor chiste de su vida, mire a Bella con el ceño fruncido buscando una respuesta lógica. Sin duda alguna había fumado y bebido, su aliento era fuerte, pero confesaba que nunca había visto a Ian en este estado, si, lo había visto fumando y tomando pero nunca lo vi tan ebrio y drogado.

—¿Sabes manejar? —Le pregunté a Bella.

—¿Qué se te ocurre?

—Debemos llevarlo a su casa, no puede estar aquí y será peor si llaman a tus padres. —Hable y escuche el timbre sonar—. Nuestra última clase es geografía, podemos saltarnos esta y llevar a Ian, aprovechando que los demás están en clase.

—¡No! Yo vine a clases, yo debo…

—Chist. —Lo calle—. No hables demás.

Me regaló una sonrisa de lado para luego acercarse un poco dándome un abrazo que respondí dudosa, pero fue buena opción para que empezáramos a caminar a la salida de Damalton. Al final Bella accedió y fue un proceso sacar a Ian del instituto, ya que no hacía silencio y la mayoría de los estudiantes nos veían raro. Finalmente estábamos en el auto, Bella manejaba mientras Ian iba atrás conmigo. Se había mantenido tranquilo, con los ojos cerrados.



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En el texto hay: amor, suspenso, dramas.

Editado: 21.02.2025

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