Capítulo 51

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Una pieza menos en el tablero.

Antes había comentado que no me gustaba el invierno por dos motivos; el primero es que desde muy pequeña había detestado la nieve, pero había aprendido a controlar eso, y el segundo motivo es porque las fechas navideñas se me hacían complicadas a medida que fui creciendo. Los regalos desaparecieron, pero las peleas con mi madre aumentaron logrando así que cada día viviera aterrada esperando que nada malo sucediera ese día.

Y esperaba que este año fuera distinto, ya solo faltaba una semana para Nochebuena.

—¡Luke! ¡Deja de hacerlo! —Comente molesta mientras que mis hermanos se reían a carcajadas—. ¡Cállense los tres, joder!

Entre el frío del invierno y lo molesta que me encontraba en estos momentos podía partirle la cara a alguien.

Como los tres no callaban sus hermosas bocas, tuve el valor de crear una bola de nieve y lanzarla a uno de ellos. ¡Enhorabuena, le tocó a James! Y no respondió muy bien que digamos.

Me fulminó con la mirada, pero mis hermanos solo optaron por reírse de él, en cambio yo decidí mirarlo un poco molesta.

—Dejen de reírse porque no salió mi muñeco de nieve, idiotas—Hice mala cara mientras ladeaba la cabeza hacia atrás en forma de fastidio.

—Claro. —Musito Luke sin mucha importancia mientras se acercaba a ayudar.

Solté un bufido de mis labios y empecé a juntar un poco de nieve junto a Luke que aún soltaba risas bajas, en eso no dudo Charlotte en acercarse a nosotros, ella me saco un poco de ánimos mientras repartía besos en mi rostro causando algo de gracia.

—Kiara. —Me llamo James sentándose en la nieve que había en el patio.

— ¿Sí?

— ¿Has sabido algo de Ian? —Su pregunta me dejó en el aire.

Deje de juntar la nieve para girar sobre mi eje y ver a mi hermano que tenía un semblante relajado.

¿Qué le puedo decir? No hablaba con Ian desde hace un par de días por el simple motivo de que Ian había hablado idioteces más de lo que debía y tocó un punto sensible de mi vida logrando así que dejara de hablarle.

Pero claramente no iba a decir aquello.

— ¿Por qué me preguntas a mí? Yo pocas veces hablo con él.

Luke entrecerró los ojos al igual que James, los mire incrédulos porque no me creen cualquier cosa que dijera. Mire a Logan el cual estaba concentrado en juntar más nieve, cuando noto mi mirada decidido alzar los hombros asintiendo con la cabeza, quede aún más incrédula, lado negativo de ser la única chica de la casa.

—No ha ido a las prácticas. —Habló James mientras formaba una bola de nieve—. Y es muy bueno, lo necesitamos en la final.

—Pues no sé, deberías decirle a él y no a mí. —Alce mis hombros de forma indiferente.

—Venga, le preguntaré yo, no te preocupes. —Hablo mi hermano estampando la bola de nieve en mi pecho a lo que lo vi fulminandolo con la mirada.

—¿Acaso no tienen a más nadie para fastidiar? —Pregunte mientras formaba una bola de nieve para lanzarla de una buena vez.

Logan decidió lanzar una mientras soltaba una carcajada.

—Kiara, ¿Acaso ves a otra chica en la familia? —preguntó Logan entre carcajadas haciendo que rodara los ojos.

— ¿Quieren que vuelva a lanzar sus teléfonos por mi balcón? —Pregunte a lo que los tres me vieron dejando las bolas de nieve caer al suelo.

Bueno, hay una ventaja en todo esto, puedo manipularlos a mi gusto.

Los mire de mala gana y los tres me sacaron el dedo corazón a lo que rodeé los ojos. Antes de poder decir algo, el timbre había sonado y me sorprendió debido a que no esperábamos a nadie por el estilo, nuestros papás habían salido a cenar fuera de la ciudad y ninguno de mis hermanos invitó a los chicos del equipo o alguien por el estilo.

Sin decirle nada a mis hermanos salí del patio trasero rumbo a la sala para abrir la puerta y ver que sorpresa me encontraba. Abrí la puerta un poco indecisa y una vez ya haber girado ese pomo de color dorado me llevé una sorpresa.

¿Qué hacía Maddie vestida con un vestido a las seis de la tarde y con un frío que era detestable? No lo niego, se veía hermosa ese vestido de escote un poco abierto, espalda descubierta y el cual le llega por un poco más por las rodillas, la hace ver muy hermosa, resalta sus curvas y su cintura, y no olvidar su maquillaje y su cabello liso que cae a los lados de su rostro.

— ¿Qué haces en mi puerta vestida así? —Pregunte a lo que ella rodó sus ojos y entro a mi casa.

—¿Tan rápido decoraron la casa? —Miro la casa por fuera con una sonrisa—, debería decirles a mis padres que empecemos.

—Maddi…

—Oh sí, bueno Lander insistió en que te dijera…oh, bueno…en teoría los tres queremos preguntar si querías ir a una fiesta y yo acepte por las dos. Pero, Lander insistió que viniera antes de llegar de sorpresa. —Sonrió.

La mire incrédula y cruzándome de brazos rápidamente, si me gustan las fiestas, pero ¿Tenía que ser hoy?

—¿Los tres?