Obsession [libro #1]

Capítulo 60

-60-

La metáfora.

Me había quedado encerrada en esa habitación sin saber nada del mundo exterior. Sin saber que me pasaría a mi luego de todo lo sucedido, aunque busque la forma de salir aquí, claramente no la encontraba, y fue donde me di cuenta que todo esto estaba planeado.

Un nudo en mi estomago se hizo presente las siguientes horas que estuve ahí, la extraña sensación de vacío también estaba. Desde la luz de la ventana pude detallar que fue desvaneciendo al pasar de las horas. Ya era de noche y curiosamente me sentía más asustada de lo normal, quizás era por la idea de que la siguiente que iban a matar era a mi o solo porque la oscuridad no era mi mejor amiga.

Tumbada en el suelo mirando un punto fijo en la habitación mientras apoyaba mis manos llenas de sangre en mi regazo, pensé muchas cosas que al principio no había entendido muy bien, solo hasta hoy. Me abracé a mi misma debido al frío y al sentir el olor de la colonia de Lander en su suéter fue inevitable no pensar en él.

Era lo único que me quedaba de él, además de los recuerdos.

La escena de verlo en el suelo lleno de sangre pasó por mi cabeza millones de veces, como si aquello me hace plantearme si realmente era la culpable de lo que había sucedido.

Me arrepentia de muchas cosas en mi vida, pero haber perdido a la persona que me amó por tanto tiempo a pesar de mis defectos, era el dolor que iba a llevar de por vida.

Sabía que en algún momento iba a olvidar su olor, sus besos, sus caricias, pero lo que más me dolía era olvidar su voz. No quería aquello, me aferraba aún a la idea de que él estaba bien, de que estaba vivo.

Pero lo vi morir frente a mis ojos, ya no había vuelta atrás.

Sollocé en silencio limpiando mis lágrimas ignorando por completo el hecho de sentirme mal, me lo merecía, quizás también merecía estar encerrada en este lugar.

La puerta de la habitación se abrió haciéndome levantar rápidamente sin saber quien era, pero aun así mis nervios permanecían a flor de piel. Me percate que era Ian el cual entraba con cautela asegurándose de que quizás no estuviera con la molestia de hace unas horas. Al cerrar la puerta detrás de él me percate de que traía un plato. Claro que moría de hambre, pero no quería comer nada que viniera de ellos, me negaba rotundamente.

—Pensé que tendrías hambre, así que…

Ian se acercó a unos pocos pasos y yo solo decidí alejarme sin recibir la comida.

—Pues pensaste mal. —Respondí en seco.

Escuché un suspiro de su parte, sabía que no respondía de la mejor forma, pero si alguien se pusiera en mi posición entendería muy bien porqué actuaba así, y la respuesta era fácil. Era un asesino el cual me había secuestrado, lo menos que quería era comer, yo solo quería escapar de allí.

—Kiara, en serio he tolerado tu comportamiento medí…

—¿Y acaso es un problema?

—Pues sí, claro que lo es, porque yo…—Suspiro—. Porque yo…yo no soy el. Él sí soporta tus berrinches, yo no, y tampoco pienso hacerlo.

Rei sin un poco de gracia negando un poco mi cabeza para luego mirarlo incrédula por lo que acaba de decir, no entendía bien a quien se refería, pero me había parecido tan imbécil de su parte.

—¿Qué tan vacío estás como para decirme eso? —Susurre.

Sus ojos se conectaron rápidamente con los míos, su brillo no estaba pero su mirada era distinta. Sabía que lo que había dicho le había afectado cuando note tenso su cuerpo por completo cuando me escucho decir aquella pregunta, había salido espontánea, pero realmente me preguntaba cómo podía decirme aquello cuando me había encerrado aquí sin explicación alguna y había asesinado a alguien sin darme un motivo lógico a todo esto.

Escuche un suspiro de su parte, mientras yo contenía mis ganas de gritarle lo imbécil que era y que era un completo loco sociópata. Pero, claro, no podía decirlo porque lo más probable es que acabara muerta.

—Ian hubiera soportado esto, pero yo no.

Noté como se empezó acercar a mi y temí un momento de mi propia vida, primero porque no sabía porque se refería a él en tercera persona, me pareció extraño, pero curiosamente tenebroso.

—¿Por qué…?

Cuando estuve lo suficientemente cerca no pude hacer nada porque me había agarrado con fuerza en los brazos, su mirada no era la misma, no era la misma mirada que tenía siempre.

Había perdido ese brillo y ahora realmente no lo conocía.

—He soportado muchas cosas solo por ti, he intentado alejarme, he intentado no buscarte, pero siempre vuelves a mí, ¿Qué se supone que deba hacer?

—Ian…

Mis lágrimas volvieron nuevamente, haciendo ruido del miedo que sentía en ese momento.

—No, Kiara. —Negó un poco mientras reía sin gracia—. No soy el único que provocó esto, ¿verdad?

No respondí su pregunta porque sabía que él no estaba bien, pero sobre todo porque no quería responder y que eso me perjudica, quizás podría acabar muerta. Ian me soltó con fuerza logrando que me quejara un poco de su agarre mientras me abrazaba a mí misma.



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En el texto hay: amor, suspenso, dramas.

Editado: 21.02.2025

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