Obstaculo Rebelde

3

  
—Bien, suban al camión —dijo el soldado que al parecer se apellidaba; Honore— hay espacio para sus equipajes pero antes habrá una revisión.

      Los nervios se hicieron presentes en mi cuerpo, como en mi hermano y en todos los demás, ellos siempre hacen lo mismo; revisan “para asegurarse de que no haiga nada sospechoso” cuando solo toman lo comerciable y nuestro sustento con el pretexto de “incautación”. No podíamos perder nuestro dinero y podía notar como se creo una tensión entre los pasajeros que mirábamos fijamente al soldado y a los demás que se nos acercaron, pero mi sorpresa fue grande cuando mi hermano dio un paso enfrente antes de hablar.

      —escuche, todos aquí estamos muy agotados, no sabe por todo lo que tuvimos que pasar. Son las 4:50 de la mañana —dijo mostrando su celular— una revisión forzosa sin sentido va contra la ley, y más cuando los revisados no están en condiciones—termino Miguel, el soldado había sonreído con suficiencia.

      Y antes de que pudiera decir cualquier cosa tome el celular de miguel y lo encendí rápidamente. Oculte mis nervios y el miedo lo mejor que pude, hable fuerte para que pudieran escucharme—;  ¡y estoy grabando! —la atención de todos se poso en mí, la sonrisa del soldado se había borrado al instante— seria un delito que el gobierno no ofrezca ayuda a las víctimas de un ataque y además les arrebaten sus pertenencias ¿verdad?

      Mis manos temblaban mientras tenía el celular en mano fingiendo que grababa cuando ni siquiera había accedido a la cámara, los soldados se miraban indecisos entre ellos hasta que Honore levanto la mano con la vista fija en mi, aquella mirada era amenazante y me asustaba. Pero era eso o perder todo y regresar sin nada. Honore miro a sus soldados y finalmente a nosotros antes de hablar—; está bien niña, suban ya y márchense. Esto es espacio de investigación federal.

      Después de decir aquello se alejo hacia la calle, sonreí aliviada y mire a Miguel soltando una pequeña risa que el también siguió junto con las felicitaciones y agradecimientos de los demás pasajeros hacia mi hermano y a mí. Un gran camión del ejército se estaciono frente a nosotros con un soldado bajándose de él y dándole las llaves al conductor quien no dudo en tomarlas y ayudar a los demás a subir el equipaje de todos.

      —fuiste inteligente Egary —Miguel me sonreía pero después rio cuando lo mire con la boca abierta de asombro por fin haber dicho mi nombre como es— no te acostumbres, es solo por ahora —declaro.

     —Con eso me basta —respondí mientras subíamos al camión y sentándonos en los asientos a la esquina de él, nuestras cosas estaban en el medio de aquel espacio en el suelo del camión donde los soldados tenían para descansar sus pies y armas. No era cómodo el viaje pero era eso o nada.

      Mire como Miguel veía con melancolía su celular, estaba viendo unas fotos que tenia con su amigo sentados en el césped de la universidad. Calmadamente tome su cabeza e hice que la descansara en mi hombro esta vez, todo esto debió ser mas fuerte para el que para mí. No pude cerrar un ojo en todo el viaje por el viento frio de la madrugada que nos chocaba lentamente, pero gracias a la cobija Miguel pudo dormir y yo solo me cubría las piernas mientras veía el camino pavimentado alejarse ante la marcha del camión rumbo a nuestro pueblo.

      Pero, al menos ya tenía una buena excusa por si me desmayo cargando las bolsas a casa. Aun que tendremos que estar atentos con el ejercito a partir de ahora. No es cómodo la lucha por salir adelante, pero así es Venezuela.
 


 

.

FIN 
 


 



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En el texto hay: hermanos, rebelion, ataques

Editado: 04.10.2020

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