Ocer & Rade / Arce

Capítulo 2: Tú (O&R)

2011: marzo.

            Wesly, Jason y Emma llevaban juntos toda la vida, eran vecinos y amigos, cada uno con sus problemas pero siempre apoyándose entre sí. Vivían en un barrio pobre de la ciudad y a los 12 años ya estaban metidos en pequeños trabajos para los camellos de la zona. La pareja de hermanos  había cometido unos cuantos hurtos  y se habían metido en alguna que otra pelea ilegal para conseguir un poco de dinero; sin embargo, eso había hecho que la gente los respetara.

Como en todo barrio, pertenecían a un grupo mucho mayor y, si te metías con un, te metías con todos. Eran una familia y se protegían incluso más allá de tener disputas internas.

En el grupo, uno de los chicos más deseados siempre había sido Wesly y, a esa edad, ya había conocido varias veces la experiencia del sexo; aunque cuando alguno del grupo intentaba acercase a su vecina con aquel mismo propósito, lo impedía alegando que quería protegerla.

—Wesly déjame en paz, puedo hacer lo que me dé la gana, si mis padres no se preocupan por eso tú tampoco. Además eres exactamente igual que él, ¿con cuántas chicas de mi misma edad te has acostado ya, eh?

—Joder, por supuesto que no es lo mismo, tú eres mi amiga, me importas, y no voy a dejar que un gilipollas te haga daño. Cabréate lo que quieras pero precisamente por tener la experiencia te digo que no permitiré que lo hagas ahora, y mucho menos con uno de esos.

—Eres increíble, no hay por donde cogerte… ¡Que te jodan Wes!

Pero los enfados no duraban más de un par de horas, pues se llevaban demasiado bien como para aquello.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2014: enero.

Wesly seguía haciendo lo mismo, seguía jodiendo a todo aquel que intentara acostarse con su amiga y eso había causado que más de uno tuviera conflictos con él. Pero no quería dejarla en manos de aquellos que consideraba animales. No sabía por qué ese afán de protección con ella, y menos de ese modo; pero lo que sí sabía era que quería que aquella noche fuera especial para ella, no como había sido para el resto de chicas del barrio, las cuales en su mayoría, lo había hecho como una escapatoria a su vida de mierda.

— ¿Cómo puedes ser tan egoísta? Ni comes ni dejas comer Wes, ¿es que no te das cuenta? Lo único que quiero es probar eso que tú tienes todos  y cada uno de los putos días con el resto de tías. ¿Tan malo es?

— ¡Sí, joder, sí! ¡Claro que es malo! No quiero que ese gilipollas te haga daño, no te lo mereces, te mereces hacerlo con alguien que te quiera y que lo haga especia para ti.

— ¿Ah sí? ¿Como un principito disfrazado y pijo que pase por aquí para luego dejarte tirada también? ¿Es que no sabes dónde vives? ¡Aquí no pasan esas cosas! Así que dime, ¿quién, según tú, es el tío con el que debo hacerlo eh?

Pero Wes no le respondió, sabía que tenía razón y le encantaba. Le encantaba cabrearla y ver como exponía todas aquellas verdades. Sin poder controlar su impulso la atrajo hacia sí y la besó. Emma no supo cómo reaccionar. Su primer instinto fue apartarse pero, al ver que no se lo permitía, se dejó llevar y lo besó de vuelta.

Cuando se separaron por falta de aire Wes apoyo su frente contra la de ella.

—Quizá no soporto que otro te toque porque te quiero solo para mí…—Le  confesó, aunque se acababa de dar cuenta de ello. Abrió los ojos y se separó esperando una respuesta.

Emma lo miró fijamente unos segundo, escrutándolo, observando cada movimiento y finalmente negó con la cabeza como si terminase de creer lo que había pasado, lo que había dicho.

—¿Y crees que a mí me ha gustado soportar que lleves dos años fijándote en toda tía que pasa mientras me tienes delante de tus narices y no haces nada? Y no pongas esa cara de sorpresa porque se notaba a la legua. Aquel día, cuando os contaste que lo habías hecho por primera vez… mi cara fue un poema y tu hermano se dio cuenta. Todo el mundo se fijó menos tú, porque no eres capaz de ver lo que tienes delante cuando crees que lo tienes…

—No sabía que sentías eso Em… en serio. Si lo hubiera sabido jamás habría hecho nada que pudiera dañarte, lo sabes —dijo con aquella voz que te hacía querer creerle sobre todas las cosas— te compensaré, se acabaron las otras chicas, solo tú a partir de ahora.



#12297 en Joven Adulto
#29888 en Otros
#9637 en Relatos cortos

En el texto hay: romance, historias, cortas

Editado: 31.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.