Oculta

DOS VECES ¡NO! 

MARATON 1/3

CAPITULO VEINTE 

 

Estoy sentada en uno de los bancos de la cocina de mi casa con una muy rica tasa de te verde y al frene de mi un plato con galletas de muchos sabores. 

Después de que todos termináramos de comer el paste mis hermanos estaban impacientes de llegar a casa porque está de visita su papá, no es la mejor noticia para mí y sobre todo que mis músculos se tensan una y mil veces al escuchar su voz pero estoy haciendo un sobre esfuerzo para controlar mis miedos y mi impulso de querer golpear, creo que el té me está ayudando a controlar mis instintos asesinos. 

-Luci – dice una voz algo cerca de mi oído, que hace que brinque un poco de mi silla, al girarme me encuentro con el rostro desagradable de la persona que menos quiero ver  

-¿Qué haces aquí? – me pongo de pie y todo mi cuerpo se altera  

-Te dije que teníamos que hablar  

-Vamos Erick – le digo muy disgusta y con tono voz fuerte – desde cuando tenemos que hablar tú y yo 

-Dejaste… – lo interrumpo 

-Solo déjalo sobre la mesa y vete, no hay nada más que hablar  

-Luci – dice Vicky entrando en la cocina con una sonrisa que se le borra al ver a Eric en la cocina  

-¿Qué demonios haces aquí? ¿estas, loca? ¿Por qué lo dejaste entrar? – bien ahora es culpa mía que este tarado este en mi casa 

-Yo no sé como entro  

-Tu hermana me dejo entrar y me dijo que estabas aquí, deberías indicarle a tu hermana que no le habrá la puerta a los desconocidos  

-Ya vete Eric – le digo y Vicky sale y lo toma del brazo para sacarlo de la cocina y yo doy un suspiro de alivio que se ha retirado  

Vicky no había regresado de acompañar a Erick cuando sonó mi teléfono, al ver su nombre no contuve mi enojo, puedo asegurar que mis gritos se escucharon lejos  

-¿Qué? 

-Eres muy mal geniuda amor – contesto con tono divertido  

-No soy tu amor ¿qué rayos quieres? - 

-¿Lo revisaste? 

-No 

-Bien, revísalo – hablo en un gruñido  

-¿Qué es? – pregunto por curiosidad esperando que no responda a eso  

-El juego ha cambiado 

-¿Qué? – una presión se albera en mi pecho al escuchar sus palabras eso implica mucho peligro para mí, de que se trata  

-Lee –  repite, yo solo pienso será idiota – si no lo lees yo daré por iniciado el juego – mi corazón se acelero, esto no puede ponerse mas complicado odie la misión desde que me la asignaron y  mucho más cuando sentí ser forzada a aceptar por mis antecedentes según mi superior.  

-Si, si ya me llego tu maldito mensaje, te odio, no sabes cuánto me arrepiento de … 

-Demasiado tarde para arrepentirse mi amor  

-Te odio  

Respiro profundamente para poder calmarme, para poder entender ¿Cómo demonios me suceden otra vez? Esta se suponía que era mi misión menos peligrosa porque solo debía hacer reconocimiento, investigar, encontrar datos vinculantes entre unos y otros, no quise esta misión, la acepte porque me convencí que debía hacer algo por las niñas que se han reportado secuestradas y otras que se han encontrado ultrajadas por desconocidos por momentos pensé que podría, pero esto me está rebasando y que cambiaran la cosas no me ayudan. 

-¿Estas … - muevo mi mano para que no continúe con la pregunta  

-No es momento Vicky dame un momento – me detengo y veo a sus ojos – te agradezco que estés aquí para ayudarme, pero con esto no pues solo necesito un momento para asimilarlo – camino hacia mi dormitorio. 

Cierro la puerta y siento que el aire me falta, “yo no tuve la culpa” me digo, esas son las palabras que me repetía una y otra vez mi psicóloga pero ahora las necesito más que nunca “yo no tuve la culpa”, “yo no tuve la culpa”, pero aun cuando me las he repetido muchos años parece que “si fue mi culpa”, porque ahora  regresa con fuerza como si nunca se hubiera ido, ¿regresa? No parece que nunca se fue, el tener a Julián a unos metros y después Erick traen consigo regresiones de esos horribles días, eso me sigue y mi estúpido trabajo que siempre será una carga que yo acepte y debo asumir con firmeza, porque aun cuando pesa como el mundo en mis hombros me ha gustado sentirme útil. 

Yo sabía que al escoger ese trabajo ese sería mi futuro y no puedo arrepentirme de nada ahora porque para ser honestas conmigo fue la razón principal por la que lo acepte para tener una excusa … 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.