PRIMER DIA Y ¡SOBRIA?

CAPITULO CINCUENTA Y TRES

Entramos en el club el guardia le pone peros a Nohemí sin embargo sale Sara por nosotras y le deja claro que si vuelve a hacer una escena con una de nosotros lo vera mal, asiente con la cabeza, no me complace para nada, nos lleva a su oficina y es el momento perfecto para hacer lo que tengo que hacer recuerdo exactamente el ángulo que debo de colora para que no vuelva a ocurrir lo de la grabación anterior, tengo que hacer que salga de su oficina para poder moverme.

Les ofrezco agua a ambas y Sara me ve con una sonrisa tan grande, voy al bar por dos bebidas, las nuestras solo son simulación de licor porque debemos estar atentas en todo momento, al momento que me acerco a alcanzarle la copa esta se quiebra y le cae todo en la ropa se enfada pero no me puede culpar porque fue ella quien la sostuvo más fuerte de lo normal, sale de la oficina, tomamos fotografías de los documentos que encontramos en el lugar, muevo la cámara reviso su agenda, con todos los nombres que tiene en ella, capturo todo lo que tiene apuntado en ella y regreso a mi sitio, el rostro e Nohemí es de sorpresa.

-Cambia de cara o nos descubrirán – le advierto y me ve con incredulidad – tomate el agua – le indico lo hace justo a tiempo por lo que me siento tranquila cuando ingresa

-Me agrada que vistas tan femenino – le dice Sara – debes enseñarle a Lucí a como vestiste porque en estos meses ella lo mas que hace es vestir con zapatos altos, pero sigue sin usar faldas

-Lo voy a intentar, pero dudo que tenga influencia en ella – habla firme y estoy orgullosa de esta mujer

- firma aquí, espero que te sientas feliz, no va hacer nada que no quieras o que te convenzan los clientes – le dice eso ultimo con una señal de dinero en las manos, la chica a mi lado solo asiente con la cabeza – bien ahora a ensayar porque tiene que mejor el número de hoy por la noche

Se las presento a todas las chicas unas la reciben bien otras no, eso era de esperar, y veo a Silvia del otro lado de la barra cosa que me sorprende, me comenta que Sara la dejo atender la barra que puede hacerlo con ayuda de las muletas y que en ocasiones se sentara para no cargar la pierna que debe de estar atenta con los tragos y otras cosas me alegra que no se quedara sin trabajo porque tiene a dos hijos que mantener y no pudo conseguir otra cosa que esta y acostarse con los tipos malos le deja buena plata.

Iniciamos con el ensayo, de la coreografía donde va a estará Nohemí, luego lo de su estriptis, que será justo en medio de las dos presentaciones fuertes, luego los bailes individuales.

Las horas han pasado rápido después de los ensayos ahora nos preparamos para la rutina, me coloco el antifaz y salgo para los bailes, por alguna razón siento mucho más pesada la vista de los clientes que en mucho tiempo, me controlo me digo que no hay solo estoy fuera de practica luego de dos semanas fuera de este lugar, al momento que bajo del lugar me llama Saray y me ve con enfado, están preguntando por ti, niego con la cabeza aun me faltan tres números para poder ir con el idiota de Dereck, me niego a ir por que tengo el tiempo justo para cambiarme de vestuario a uno más corto, me lo coloco me retoco las cicatrices para que no se noten.

Llega Silvia y me ve con el ceño fruncido – tenemos un problema – la veo por unos segundos y ella no habla – un cliente te quiere en su mensa

-no puedo – le digo – envía a otra chica

-no puedo te quiere a ti – veo a todos lados

-Solo que se ponga mi antifaz y que vaya ella – le paso uno que tengo de repuesto y me cambio a uno cualquiera que está ahí

-si sales con el antifaz se dará cuenta que la chica que llegue a su mesa no eres tú – me maldigo, pero yo no puedo salir sin antifaz y mucho menos puedo ir a otra mesa o me matara Dereck porque le dejo claro a Sara que yo tenía que ir a atenderlo siempre, me pongo nerviosa por unos segundos, veo que hay varios antifaces y les pido a las chicas que se lo ponga para la coreografía, me ve raro pero Silvia me ayuda a convencerlas explicándoles que Dereck esta arriba y que otros clientes quieren que yo vaya a su mesa que no nos podemos arriesgar a que Sara se entere de eso, como todos conocen al tipejo ese aceden

Salgo y mis nervios están a flor de piel, debo de mantener la calma, no me puedo dar el lujo de fallar en esta misión, no solo es mi vida la que se ira a la fregada si fallo, la vida de mis compañeros y también la de mis hermanos, me acerco a Nohemí, tiene algo en su mano selo quito, lo huelo estoy a punto de regañarla, pero Saray no saca a empujones.

-¿eres virgen? – le pregunto y ella me ve mal – Si o no 

-No, dice con rudeza – asiento con la cabeza

-Esto es igual que eso, la primera vez duele – le digo y ella me ve mal – no te quejes que luego te gusto – su cara se pone roja del coraje – pues bien entra a la pista por primera vez, pero sobria – le advierto

-Eres una perra – rio a carcajadas

-La mejor – salgo y comienzo a quitarme la ropa prenda por prenda al igual que las otras chicas que me acompañan veo como empujan a Nohemí a las barras ella entra desde donde sale quitándose la ropa y lanzándola al público los silbidos y palabras obscenas se hacen presente, me concentro en la música no en todas las groserías que dicen la panda de borrachos que esta frente a mí, no pierdo de vista al hombre que me ve desde la parte de arriba en la zona vip del club y le bailo, solo lo fijo en mi vista es importante que crea que estoy deseando que me lleve a su cama, tengo que entrar a su casa lo más pronto posible.

Me obligo a mantener la vista fija en él, también me concentro en hacer lo que tengo que hacer y mantengo claro en mi mente porque lo hago, la música se termina salimos y las otras chicas entran con el otro número, antes de que pise el último escalón soy halada y veo a Dereck frente a mi intenta quitarme la máscara, pero antes que lo hago soy rápida y lo empujo a la zona oscura, hago el ademan que lo voy a besar sin embargo, no soy tan rápida que toma mis labios, me concentro en hacer que me lleve a su sala, termina el beso y me lleva olvidándose de la máscara arriba, se sienta en uno de los sofás me coloca sobre el con cada rodilla al lado de sus piernas y me besa, con tanta urgencia que siento arcadas por lo que estoy haciendo me obligo a seguirle el beso, mantengo en mi mente mi objetivo y la razón por la que estoy aquí, finjo quedarme sin aire, por lo que me mantengo sofocada por unos segundos.