Oculta

ENCERRADA

ERICK

Tres de los cinco autos sigue la moto, los otros dos viene tras nosotros, Nohemí se ve nerviosa, trato de calmarla, no funciona se pone histérica con la situación, le indico que busque una ruta para encontrarnos en el punto tres porque debemos de llegar pronto, el ir en auto nos causa inconvenientes porque debemos de ir específicamente por la carretera, recorremos todo lo que nos es posible, los dos autos nos siguen muy de cerca, acelero pero por el área donde nos encontramos no es posible acelerar más, buscamos un lugar donde escondernos, pero no encontramos la manera, la carretera está llena de casas, no hay sitio, Nohemí me recuerda que hay al frente hay un camino de terracería que podemos utilizar, lo busco con la vista al encontrarlo lo giro a la izquierda, no es conocido para mi pero debo de encontrar la manera de salir de esta, en algún momento recuerdo que los teléfonos son un riesgo, le ordeno a Nohemí que los tire en el camino y que busque la radios para localizar a nuestra gente, es importante que sepan que estamos en riesgo, que nuestras fachadas fueron reveladas.

Las manos le tiemblan, los autos ya no nos siguen parece que se regresaron busco la forma de llegar al punto de encuentro rápidamente porque es importante que informemos sobre lo sucedido, localizamos al general Castillo quien nos indica que al parecer tenemos un soplón entre nosotros porque el otro grupo también se encuentra en riesgo, nos piden que lleguemos pronto al punto de encuentro acordado por nuestro equipo y que nos comuniquemos lo más pronto posible.

Llegamos cuarenta minutos después de nuestra huida, luego de ello, trato de esperar pacientemente pero como me es imposible comienzo a arreglar las mochilas para salir, cargamos las armas

-Lucia no lleva arma – habla Nohemí con evidente preocupación – todas sus cosas están en su bolsa – la alza

-No te preocupes, ella se puede defender

-¿Cómo estas tan seguro de eso?

-La conozco lo suficiente como para saber que no se los pondrá fácil a los tipos que la siguen – tiene muchas preguntas – no te preocupes ella siempre esta armada y siempre lleva dinero para poder moverse son reglas de entrenamiento

-No la vi llevar nada

-Lleva dos armas, una que le di y la suya – informo – dinero, ella siempre tiene dinero, tranquila llegara a tiempo para que nos movamos al punto seguro, luego de eso ya veremos lo que nos ordenan hacer

-Estas muy seguro y tranquilo dado que es la mujer que amas la que está en peligro – la veo por unos segundos, sonrió antes sus palabras - ¿no vas a preguntar cómo es que...

-Mis sentimientos no son secreto para nadie Nohemí, la razón principal es justo porque amo a esa mujer sé de lo que es capaz, ella no se rendirá fácil – le hago una señal para que meta todo lo necesario en las maletas, es importante que no dejemos nada en este lugar tiene que quedar vacío, nadie tiene que ver que alguien habito estas paredes.

Todo es guardado en las maletas las colocamos a la puerta para poder hacer fácil el movimiento, el problema es que es de día, no tenemos mucha oportunidad a no ser vistos, ahora la prioridad es salir ilesos de este lugar, al instante que nosotros salgamos vendrá una agencia para limpiar todo el lugar, nada puede quedar a la azar, el camión de la mudanza llega, es nuestra mejor cuartada a plena luz de día, se trabaja en completa sincronía colocando todas las cosas, en una hora todo esta colocando en su lugar, aun nos queda un poco de tiempo para esperar a que llegue Lucía, el camión de mudanza se retira, el otro está esperando la llegada del otro agente

Hago una última revisión por seguridad de todos los del cuartel, solo le quedan quince minutos para la hora acordar, espero que llegue a tiempo, ahora que no me encuentro ocupado y el tiempo cada vez se acerca los nervios invaden mi cuerpo trato de calmarme eso no sucede, me mantengo en mi lugar para poder encontrar tranquilidad, Nohemí esta sentada cerca de la puerta con el teléfono en la mano.

Pero el que suena es el mío, respondo al segundo que suena – soldado diríjanse inmediatamente al punto seguro – es lo único que suena en la línea

-señor falta un agente – logro contradecir la orden de mi superior

-es una, orden soldado – habla el general

-sí, señor – respondo, termino la llamada – es momento de movernos

 -¿Qué sucede con Lucía? – habla al momento que se pone un pie, de un salto de donde se encontraba, no pensé que se preocupara tanto por ella

-Son ordenes – le hago una señal para que salgamos del lugar, al frente esta la camioneta que nos llevara, nos subimos a ella, inmediatamente el conductor arranca la velocidad es normal hasta que llegamos a carretera, la velocidad aumenta nos dirigimos al punto seguro, las ganas de, regresar por Lucía acrecienta en mi cabeza busco en mi mente una manera de cómo puedo evadir la seguridad, pero parece que nos mis pensamientos son leídos por el soldado que nos lleva

-no intenté nada riesgoso que tengo orden es de inmovilizarlo – anuncia

-entendiendo soldado

Reviso el móvil varias veces para ver alguna llamada de Lucia, busco con detenimiento cada cierto tiempo para encontrar consuelo y paz, solamente llevamos diez minutos de viaje aumentando mi preocupación  por no conocer el paradero de mi compañera debo de haber perdido la noción de la realidad por algún tiempo, soy regresado al sentir un movimiento en mi hombro, giro la cabeza y me encuentro con el soldado a mi lado con una sonrisa autentica que inexplicablemente hace que sienta que sus siguientes palabras son reales

-n hoya nadie mejor que ella, que se pueda defender y escapar de lo que estamos enfrentando, ya verás ella estará de regreso con estupendas noticias.

Sus palabras reflejan la confianza que se ha ganado durante estos años de duro entrenamiento en el pelotón por cada uno de los miembros, sin embargo también es un recordatorio que somos humanos y que aun cuando nuestro entrenamiento es exigente y trata de tenernos lo mejor preparados para cualquier tipo de contingencia hay cosas que nunca llegara a nuestra imaginación y en algún punto estaremos en desventaja, la alerta que se generó en mi cerebro debido a ello me deja más inquieto de lo que estaba, trato de centrarme en sus capacidades y no en las dificultades que pueda estar enfrentando.




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