Oculta entre dos mundos

Capítulo 28

Asmodeus

El frío de la derrota caló hasta mis huesos, un frío más penetrante que el de las llanuras heladas del infierno. Ver a Lilyth alzarse, utilizando el cuerpo de Ilana como un mero vehículo, fue una afrenta, una punzada de fracaso que resonó en lo más profundo de mi ser. La impotencia en los ojos de Kurosh y el dolor silencioso de Caleb eran espejos de mi propia frustración. Habíamos llegado hasta allí, habíamos desafiado a fuerzas ancestrales, y aun así... habíamos fallado.

El círculo de piedras, ahora desprovisto de la energía púrpura del ritual, parecía un monumento a nuestra derrota. Los demonios que Lilyth había subyugado se dispersaban en la oscuridad, llevándose consigo la última esperanza que habíamos albergado. Zahara, encadenada y derrotada, nos miraba con una mezcla de odio y resignación, su ambición hecha añicos.

—Debemos irnos —dije, mi voz áspera, rompiendo el silencio opresivo—. Este lugar ya no es seguro.

Caleb no respondió, su mirada fija en la dirección en la que Lilyth había desaparecido, su cuerpo aún temblaba ligeramente por la impotencia. Kurosh se acercó a él, poniendo una mano en su hombro.

—Lo siento, Caleb —murmuró Kurosh, la sinceridad de sus palabras palpable.

Caleb se encogió de hombros, apartando la mano de Kurosh con un movimiento brusco.

—No es tu culpa, Kurosh. Ninguno de nosotros pudo detenerla.

Su voz era plana, desprovista de la calidez que siempre la caracterizaba. La pérdida de Ilana lo había golpeado con una fuerza brutal, dejando una herida abierta en su alma.

Ayudé a Elías a levantarse, quien había resultado herido en la refriega. Su rostro estaba pálido, pero su determinación permanecía intacta.

—¿Qué hacemos ahora, Asmodeus? —preguntó Elías, su mirada buscando liderazgo.

Suspiré, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Había prometido proteger a Ilana, y había fallado. La furia contra mí mismo era un fuego silencioso que amenazaba con consumirme.

—Ahora... ahora debemos entender lo que ha sucedido realmente —dije finalmente—. El regreso de Lilyth no era el objetivo final de Lucifer. Su presencia, su aparente satisfacción... todo sugiere que esto es parte de un plan mayor.

—¿Qué plan? —preguntó Kurosh, su voz cargada de escepticismo.

—No lo sé con certeza —admití—. Pero Lucifer no actúa sin un propósito. El caos, como él dijo, es a menudo un medio para un fin. Y el regreso de una entidad tan poderosa como Lilyth sin duda perturbará el equilibrio de poder entre el cielo, el infierno y el mundo mortal.

Miré a Zahara, quien nos observaba con una expresión astuta.

—Tú la serviste, Zahara. ¿Sabes cuál es el verdadero objetivo de Lilyth? ¿Por qué Lucifer parecía tan complacido con su regreso?

Zahara sonrió con amargura.

—¿Por qué debería decírtelo, traidor? Preferiría verlos a todos arder.

—Tu lealtad es admirable, incluso ahora que tu reina te ha dejado atrás —repliqué con frialdad—. Pero si Lilyth logra sus objetivos, tu poder y tu ambición no significarán nada. Serás una mera peón en su juego.

Su expresión vaciló por un instante, la duda cruzando sus ojos. La ambición era un veneno poderoso, y la idea de ser insignificante para Lilyth seguramente la atormentaba.

—Ella... ella siempre habló de reclamar lo que le fue arrebatado —dijo Zahara finalmente, su voz baja y llena de resentimiento—. El Edén. Ella cree que fue desterrada injustamente y que su destino es gobernar sobre todo.

—¿El Edén? —preguntó Caleb, su ceño fruncido—. ¿Qué tiene que ver el Edén con todo esto?

—Lilyth fue la primera mujer, creada antes que Eva —expliqué, recordando las antiguas leyendas—. Según algunos textos apócrifos, no quiso someterse a Adán y eligió el exilio antes que la obediencia. Fue desterrada, no al Edén, sino a las tierras oscuras, donde se convirtió en una figura de poder entre los demonios. Su resentimiento hacia el Edén y sus habitantes es profundo.

—¿Y Lucifer...? —insistió Kurosh—. ¿Cómo encaja él en todo esto?

—Lucifer siempre ha sido un adversario del Edén —razoné—. Su caída fue una rebelión contra la autoridad celestial. Es posible que vea en el regreso de Lilyth una oportunidad para desestabilizar aún más el orden divino, para encontrar una aliada poderosa en su eterna guerra.

La comprensión comenzaba a surgir, una imagen sombría del futuro que nos esperaba. El regreso de Lilyth no era solo un rescate fallido; era el inicio de algo mucho más grande y peligroso.

—Necesitamos saber más —dije con determinación—. Necesitamos entender los planes de Lilyth y el papel de Lucifer en todo esto. Dumah aún tiene contactos en el infierno. Tal vez él pueda proporcionarnos información.

—¿Y qué hay de Ilana? —preguntó Caleb, su voz quebrándose al pronunciar su nombre—. ¿Se ha ido para siempre?

No tenía una respuesta para él. La visión de los ojos de Ilana vaciándose de su humanidad, reemplazados por la maldad ancestral de Lilyth, me perseguiría. Sin embargo, no podía permitir que la desesperación nos paralizara.

—No lo sé, Caleb —admití con sinceridad—. Pero no podemos rendirnos. Si hay una mínima posibilidad de traerla de vuelta, la encontraremos. Lilyth puede controlar su cuerpo, pero el espíritu de Ilana... espero que aún esté luchando.

Miré a Kurosh, cuyo rostro reflejaba una mezcla de preocupación y determinación. Sabía que él también sentía la pérdida profundamente.

—Tenemos que reagruparnos —dije—. Regresaremos a la casa. Necesitamos planificar nuestro próximo movimiento. Esto no ha terminado. De hecho, creo que esto... es solo el principio. El principio de una guerra mucho más grande de lo que jamás imaginamos. Y por Ilana, por Caleb, por todos nosotros, debemos estar preparados para luchar.

El regreso a la casa se sintió como una derrota palpable, un silencio pesado que contrastaba con la energía y la esperanza que nos habían impulsado hacia Salem. Caleb se encerró en su habitación, el dolor de la pérdida de Ilana como una barrera infranqueable. Kurosh vagaba por la casa, su inquietud evidente, la culpa por no haber podido protegerla grabada en su rostro. Elías, a pesar de sus heridas, se dedicó a estudiar los grimorios antiguos, buscando cualquier información sobre Lilyth y sus posibles debilidades.



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En el texto hay: romace, secretos, magia

Editado: 02.08.2025

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