7. El moreno

Capítulo 7

Sandy

Entramos al aula cuando la mayoría ya están adentro, todas las miradas se posan en nosotros, pero una me llama la atención, la de un atractivo moreno ¿Ayer no estaba o sí? No logro recordar. Siempre observo de más a las personas y a este no lo vi antes.

Derek y yo pasamos a sentarnos, él se acerca a susurrar algo en mi oído. – Podemos salir esta tarde... – dice y es como que dudara de lo que va a decir – Con los demás – termina con lo que le cuesta tanto decir.

¿No podemos salir sin ellos?

Lo pienso, pero obviamente no lo digo.

Antes de responder a mi bebe, el profes entra sacando un libro. Y así empieza la tortura de esta materia.

Dos horas pasaron y por fin salimos a la cafetería a respirar un poco de aire fresco, llevo mi batido sin azúcar y logro visualizar al moreno y a los demás sentados hacia una ventana. Derek va directo hacia ellos y yo obviamente también, me da curiosidad saber quién es este atleta que está bien bueno.

Se que tengo a Derek a lado, pero solo estoy pensando la verdad.

– ¿Podemos? – pregunta mi bebe apuntado unas sillas vacías al rededor de la mesa.

– Claro – responde Luca tan amable como siempre todo lo contrario a Emily que está haciendo caras, es tan obvio que a ella nunca le caí bien, de igual manera sigo estando con su mejor amigo. Y eso creo que de alguna forma le molesta.

Espero a que alguien hable, pero nadie dice nada. El moreno es quien rompe el silencio.

– Soy Joshua, hola – saluda dirigiéndose a Derek. Él lo mira por unos segundos para luego hablar.

– Yo soy Derek y ella es mi novia San... – le interrumpo y me presento yo misma. No es que quiera parecer pesada, pero puedo hacerlo sola.

– Sandy Peterson, un gusto – extiendo mi mano hacia el moreno, que ya dijo su nombre, pero el moreno suena mejor, agarra mi mano y puedo ver mejor sus grandes músculos, los cuáles me sorprende ¿Derek no puedes ir al gym? creo que le voy a proponer esa idea, no le vendría nada mal.

Y otra vez todos vuelven a quedarse callados, hasta que mi querido Derek habla.

-Podemos salir esta tarde- dice mientras le da un mordisco a su fruta.

– Yo trabajo – responde Luca. Derek sabe eso e igual insiste con juntarnos los 4, ahora creo que 5.

– Yo igual – dice Emily ¿Es en serio? Trabaja, o solo es una excusa para no tener que verme la cara, no dudaría si es así.

– Igual lo podemos dejar para otro día bebe – agrego al ver que ninguno podrá.

Emily se levanta de la mesa, qué más da, total ni hacía falta. Los 3 chicos posan su mirada en ella mientras se marcha, lo único que quiere es llamar la atención y vaya que lo está logrando con algo tan simple como irse sin motivo alguno. De verdad, lo que menos importa es ella y su humorcito pesado, tengo mejores cosas de que ocuparme.

Mi teléfono vibra en la bolsa que traigo.

– ¿Alo? – ah es mi madre, no se para que registro su número si va a llamarme de cualquier otro celular.

– No hace falta Mamá, Bruno pasa por mi – aviso colgando la llamada, pretende hacer las cosas bien cuando ya está todo arruinado, así es la Señora Kemy, mi madre. Y como siempre quiso, lo único que se está salvando es el apellido Peterson.

Ahora solo me queda llamar al chofer para que pase por mí o tal vez acabo regresando a casa con Derek.