Capítulo 18
Sandy
Me sitúo en el baño que está en la sala de los profesores mirando a Joshua, este ha sido nuestro lugar de encuentro desde que nos vemos luego de clase.
Derek y yo estamos bien, pero con este chico siento una conexión muy fuerte y sé que esto está mal.
Joshua abre la boca ligeramente para hablar dudando de lo que va a decir.
– Si él se llega a enterar que tú… – pronuncia refiriéndose a Derek, pero lo interrumpo antes que diga que estoy engañando a mi bebé, tal vez lo estoy haciendo, viéndome con Josh, pero no puedo comparar a Derek con este chico.
– Él no tiene por qué enterarse – exclamo con el tono de voz más bajo, me acerco a él para besarlo, pero se hace a un lado al mismo tiempo que un fuerte ruido nos sorprende.
Lo empujó metiéndolo en el sanitario y cierro la puerta.
Luego de unos minutos salimos y voy primero a ver si ya no se encuentra nadie.
– Es mejor que paremos con esto – habla Joshua saliendo atrás de mí y tiene razón, claro que es lo mejor.
– Tienes razón – hablo haciendo una pausa, me giro mirándolo, estamos por salir de la sala y me detengo delante de él.
– Derek no se merece esto… y tú tampoco – exclamo suspirando para luego salir sin esperar respuestas de su parte.
Ni siquiera sé por qué hago esto.
No era mi intención jugar con ninguno de los dos, a Derek lo amo, pero no puedo excusarme con nada, lo que hice estuvo mal y no lo puedo borrar de mi vida así nada más.
No voy, ni quiero perder a Derek por esto, fue un error y sé que Joshua no será capaz de contarlo.
Salgo y me dirijo a una tienda de vestidos que hay a unas calles de aquí, necesito despejar la mente.
Saco mi móvil y veo llamadas de Derek, un sentimiento de culpabilidad me invade, pero decido ignorarlo, sacó mis gafas de sol y me los coloco caminando en dirección a esos espectaculares vestidos que me esperan.
Siento vibrar mi móvil nuevamente, es una llamada de Derek.
No puedo contestar.
Perdóname, Derek.
Él no se merece esto, no se merece a alguien como yo en su vida y trato de hacer las cosas bien con él, con mis padres, pero nada sale como lo espero y la rabia hace que la cague una y otra vez.
Unas que otras lagrimas se hacen presente, ya ni quiero ir a comprar nada ¿De me sirve gastar tanto dinero cada vez que me siento mal? Si después de todo no logro sentirme bien.
En estos momentos es cuando necesito a una amiga, una amiga de verdad, puedo tener todo lo que quiero, pero no puedo conseguir el afecto de alguien más sin que se sienta incomodado con mi presencia.
Odio a la persona en que me convertí tratando de complacer a mi familia.
Antes no era así.