Oculta Verdad

27. Entrega

Capítulo 27 

Luca

Me despido de Joshua porque ya tenía cosas que hacer, después de todas las cosas que me había contado hoy, estoy realmente sorprendido de él, ni siquiera sé en qué momento sucedió todo el enredo entre Sandy y Joshua. 

¿Cómo iba saberlo si ya no asistía a la Universidad?

Me he perdido de muchas cosas.

Mi móvil suena, veo que es Santos y lo atiendo de inmediato.

– Santos – hablo buscando algo de tomar en el refrigerador.

– Cooper, han cambiado el lugar de entrega – exclama desde el otro lado de la línea.

– ¿Dónde lo llevo ahora? – pregunto dándole un sorbo a mi refresco.

– En Wady Café, no llegues tarde – avisa y cuelga sin esperar respuesta de mi parte.

Lo primero que viene a mi cabeza es Emily.

Nunca pienso en las consecuencias de mis actos y ahora estoy metido en esto, lo único que hago es entregar estos paquetes a otros chicos como yo, pero está esta vez debía llevarle al “jefe” como dijo Santos, según él lo identificaría al instante.

No sé, más de esto y no quiero saberlo.

Siento que estoy más seguro si no se nada acerca de lo que me pueda llegar a perjudicar. 

El turno de Emily termina a las seis así que no me verá y eso de algún modo me tranquiliza. Yo debía estar en el lugar a las ocho y media, son casi las ocho de la noche.

Aún tengo tiempo.

Busco las llaves y no las encuentro, miro el estante de arriba y ahí está, como decía Meli…

“Siempre está ahí” pero según ella no lo veía por lo desordenado que era, en parte tenía razón.

Mi móvil vuelve a sonar, observo que es un número no registrado.

– ¿Sí? – hablo dudando de quien pueda ser.

– ¿Acaso no te acuerdas de mí? – habla una chica del otro lado. Es Amber, la conocí cuando fui a un bar con Santos, lo único que sé de ella es su nombre, pero ¿Cómo consiguió mi número?

Tal vez se lo dio Santos porque no recuerdo haberle dado yo.

– Ayer no nos despedimos muy bien que digamos – exclama y automáticamente recuerdo a Emily con esa mirada de decepción, tan sólo pensarlo hace que me sienta mal nuevamente.

– Es mejor así, no quiero tener problemas – hablo esperando su respuesta.

– ¿Problemas? Es por la chica de ayer ¿Verdad? – exclama desde el otro lado.

Claro que es por ella.

– ¿Por qué no nos vemos mañana? – pregunta nuevamente.

– Esa chica como tú dices es mi novia, así que no me vuelvas a llamar, solo quería ayudarte en el estado en que te encontrabas, pero eso fue todo ¿Esta claro? – exclamo esperando que hable de nuevo.

– Oh discúlpame, no sabía. Gracias por eso Luca. Te debo una – termina de hablar cambiando totalmente el tono de voz que uso al principio.

Lo dije sin pensarlo, pero no suena nada mal. Dicen que repites algo que quieres demasiado el universo conspira a tu favor para que se te cumpla. Debo practicar más eso. 

– Esta bien. Adiós – cuelgo la llamada soltando un suspiro de alivio.

Me dirijo a la cafetería y estaciono la moto esperando a que Santos me avise para entrar.

Al recibir su mensaje me adentro al establecimiento por la puerta trasera.

No estoy seguro de nada de lo que estoy haciendo, pero de igual manera lo estoy haciendo.

Esto no tiene sentido.




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