36. Idiota

Capítulo 36

Joshua

Cuando acaba la clase todos salimos dispersados hacia la cafetería, este es el mejor momento del día, Emily no ha dicho nada desde que llegó. Nos dirigimos todos a la única mesa vacía que se encuentra a unos pasos de nosotros.

– Oye, Hola – digo a Emily que lleva una manzana y un jugo en las manos.

Suspira antes de hablar.

– ¿Cómo estás? – indaga actuando normal, como si no estuviera ignorando a todos.

– ¿Qué pasa contigo? – exclamo fingiendo estar ofendido. Ella me mira arrugando las cejas. – Me duele tu indiferencia – continuo, mis labios se encorvan en una mueca de tristeza.

– ¿Por qué? –  habla sentándose antes de que los demás lleguen a nosotros. No logro convencerla de que me está lastimando con su frialdad.

– Te estuve llamando todo el fin de semana – exclamo preocupado. Ignoraba mis llamadas, ni una de esas tantas llamadas fueron atendidas.

– Oye, estoy bien – avisa dándome una palmada en la espalda. – Solo que, no quería hablar contigo – una sonrisa triunfante se dibuja en su rostro.

Abro la boca sorprendido por su insensible comentario.

Ya no logro seguir con la conversación, porque Luca se sienta a mi lado al igual que Sandy y Derek.

Siempre tan inoportunos.

– ¿Listos? – cuestiona Sandy con mucho entusiasmo.

A ver, contagia ese animo a todos los que estamos en esta mesa.

Amen.

Derek lo mira sin saber de lo que habla al igual que Luca, al instante se escucha los celulares de todos los que estamos aquí y de los que se encuentran en otras mesas.

Reviso mi móvil al igual que los demás, observo que es un correo de Sandy con la invitación a su fiesta de disfraces.

– Oooh, Marilyn Monroe interesante… – exclama Emily mirando a Sandy.

En la pantalla logro ver a Elvis Presley en un costado.

Vestirán parejo…

Interesante. Repito lo que dijo Emily anteriormente, pero solo para mí.

– Justo como lo había planeado – exclama nuevamente Sandy esbozando una sonrisa.

– Y supongo que Derek será tu Elvis Presley – afirma Luca aun observando su móvil.

– ¡Claro! ¿Quién más? – espeta Sandy obviando su respuesta.

– Hmm no lo sé – habla Luca insinuando otra cosa. Lo miro con los ojos entrecerrados y entonces hablo con burla.

Apuntando a su punto débil…

Emily

– Muy bueno, en serio ¿Pero de que iremos tu y yo? – exclamo dirigiéndome a la mencionada anteriormente, sé que esto hace que se moleste y su expresión neutra me lo confirma.

– Yo estuve viendo algunos como el de Scooby-Doo o Alicia y el Sombrerero – vuelvo a hablar sin dejar de mirarla como si solo nos encontráramos conversando ella y yo.

– Yo tengo un disfraz de Caperucita… – exclama Emily encogiéndose de hombros, Derek la interrumpe inmediatamente.

– Como olvidar ese disfraz – habla soltando una carcajada.

– Entonces, yo me consigo uno del lobo – informo chocando los puños con Emily.

Luca ha dejado de mirar el móvil, ahora centra su vista en Emily.

Ella estaba desaparecida todo el fin de semana y actúa como si no le importara nada, pero algo está pasando por su cabecita.

De eso estoy seguro.

La veo muy agotada, aunque no lo demuestre, en todo este tiempo logre conocerla mejor y sé muy bien que algo la está molestando.

– Ya vuelvo – exclama Emily levantándose, me paro al igual que ella saliendo de la cafetería dirigiéndome al baño.

Al entrar Luca hace lo mismo de inmediato.

No me había dado cuenta de que venía atrás mío.

– El ambiente esta pesado allá ¿No? – exclama mojándose el pelo.

Rio por su comentario.

– Muy – digo entre risas. – Luca, tú puedes ser la abuelita de Caperucita – hablo tirándome un poco de agua en el rostro.

– No te cansas ¿Verdad? – exclama parado cerca de la puerta. Levanto una ceja esperando a que continúe. 

– De ser tan idiota, regúlate – espeta al salir del baño.

Pues la verdad es que no me canso.

– Al menos no soy tan amargado como tú – hablo casi gritando cuando otro chico entra al baño mirándome sin entender.

Y no entiendo cómo es que nada puede tomarlo con humor. La vida es más bonita si sonríes, pero si no lo haces todo parece ser más complicado. 

Me rasco la nuca dirigiéndome nuevamente a la mesa en donde se encontraban los demás.