Capítulo 50
Derek
No sé en qué momento Sandy se separó de mí, pero me dejo con unas personas que no conozco, sigo bebiendo la misma bebida desde que llegue, si voy a manejar para regresar a mi casa no tengo la necesidad de beber demasiado, tampoco quiero ocasionar un accidente. Así soy cuando pienso las cosas antes de hacer.
Observo como todos están animados en el centro del salón bailando, es realmente un alboroto, pero me divierte verlos y no podía faltar la pareja que se disfrazaran de salchicha y kétchup, hasta el momento son mis favoritos.
– Ven a bailar Elvis ¿Qué se supone que haces ahí sentado? – se acerca estirándome del brazo llevándome a la pista de baile, el kétchup es Erikson, quien diría que fuera del trabajo es tan animado.
– Estaba bien en... – empiezo a hablar, pero no me deja continuar. – Shh, la noche está muy linda – grita a causa del alto volumen de la música.
No protesto y me dejo llevar por las personas que están sacando los pasos prohibidos del baile, me encuentro bailando con una pelirroja vestida de salchicha, prima de Erikson.
Ahora entiendo su disfraz.
Sigo mirando a Erik que está levantando a todas las personas que están sentados.
– Él no suele ser así – habla la chica que está bailando a un lado. Sonrío sin responder a lo que acaba de decir.
– Soy Jenia, pero dime Jen – se presenta mientras ingiere todo el contenido del vaso que tenía en la mano.
– Yo soy... – antes de decir mi nombre la joven que tengo en frente me interrumpe. – Se quién eres – una sonrisa se expande en su rostro.
– El novio... – sonríe dirigiéndose a la barra por más tragos, esta vez trae dos vasos y una me la pasa.
No tengo idea de hace cuanto tiempo estoy bailando como si supiera bailar, las personas se acercan y luego de unos movimientos se alejan nuevamente.
Mi mirada viaja de un lado a otro buscando a Sandy o alguien que pueda hacerme escapar de aquí. Aprovecho el hecho de que la chica se distrajo con su bebida y salgo hacia un costado, mientras empieza la canción del ojo de tigre, con esa música solo viene a mi cabeza la película de Rocky Balboa.
Cuando vuelva a trabajar no conseguiré mirar a Erikson de la misma manera después de verlo bailar como lo está haciendo y encima de todo ebrio.
Salgo hacia la parte trasera del gran salón, hay unas cuantas parejas besándome como si no hubiera un mañana.
No puedo creer lo que mis ojos están viendo.
¿Está sucediendo?
Claro que está sucediendo, ni siquiera estoy borracho para decir que me lo estoy imaginando.
Entre esas parejas están ellos, Sandy y Joshua. Exactamente no sé qué es lo que estoy sintiendo.
No me sorprende, pero me arde la sangre de tanta rabia. Ya no importa herirla o no el día de su cumpleaños.
Me acerco a ellos quedando a una distancia en donde puedan notar mi presencia, ambos voltean espantados, si fueran un poquito más inteligente hubieran ido a besarse en otro lado en donde yo no estuviera.
– Pueden seguir, por mí no hay problema – espeto clavando mi mirada en ella. Se que es cosa de los dos, pero teníamos una relación y aunque ya no era lo mismo seguíamos juntos, si tanto quería andar con otro solo debió terminar con esto y yo que me sentía culpable por ya no sentir lo mismo.
Que idiota.
Volteo para salir de aquí y buscar un lugar en donde pueda calmarme y no decir cosas de las que pueda arrepentirme luego.
– Bebe... – exclama lanzándose por mi brazo. – No me llames así – hablo serio soltándome de su agarre.
– Pe... perdón –
Salgo cruzando la pista de baile aun llena de gente, ignoro sus gritos llamándome para que me detenga.
Con esto solo me dio un motivo más para acabar con la relación. Antes de llegar al estacionamiento se pone en frente de mí con los ojos rojos y el maquillaje un poco corrido.
– Por favor, no te vayas – suplica agarrándome nuevamente del brazo, suelto de su agarre nuevamente.
– Yo si te amaba – me a sincero con ella porque es la última que vez que hablare de esto.
– Sabes que yo te... – empieza hablar, pero la interrumpo al instante, se hace presente un sollozo de su parte.
Si realmente me amaba no iba hacer lo que hizo.
– No es así... amabas estar con alguien que seguía ahí a pesar de todos tus defectos, no me amas a mí, amas sentirte aceptada por los demás. Y yo te aceptaba sin importar lo que hablaban de ti – exclamo viendo como unas lágrimas caen por su mejilla.
La música sigue intacta, de verdad que no quería terminar con ella hoy, pero ya lo estoy haciendo y ella lo sabe por eso me mira de esa manera.
– No lo hagas, sé que estuvo mal, pero Derek no lo hagas... – susurra limpiándose la mejilla.
– No hace falta decir que... esto se acabó – afirmo sin esperar respuestas de su parte, subo a mi coche y salgo del establecimiento.
Una parte de mi se siente fatal por lo que acabo de decir, pero otra parte me lo agradece, agradece haber acabado con algo que ya no iba a ningún lado.
No se hace cuanto tiempo me ha estado viendo la cara de idiota y tampoco me interesa saber si solo fue con él o con alguien más.