Oculta Verdad

54. Espere tanto por esto

Capítulo 54 

Luca

Siento que sus manos hacen contacto con las mías esperando una respuesta de mi parte, pero solo la observo con una sonrisa en mi cara.

No puedo decir que no cuando siempre he querido esto, pero lo que menos esperaba es que esto sea mutuo.

– No puedo... negarme a eso – la observo a ella y luego a su madre que sonríe con emoción. Puedo decir que estoy igual o más sorprendido que la señora Stephany.

Emily solo sonríe mientras se lleva a la boca un pedazo de queso.

– Respondiendo a tu pregunta Ma, ya estamos saliendo – exclama mirando a su madre. Me observa con la mirada fija sonriendo de lado.

Otra sonrisa se dibuja en mi rostro, no puedo describir exactamente lo que siento, pero siempre quise que Emily me mire de esa manera.

El teléfono que está en la sala suena y su madre se levanta a atenderlo. Sigo mirándola, sonriendo como un idiota.

– Deja de hacer eso – pronuncia estirando sus manos hasta mi barbilla haciendo que mire a otro lado.

Pero...

¿Cómo no voy a mirarla?

Si ahora me gusta mucho más que antes.

– ¿Hacer que? – cuestiono volviendo a mirarla. – Eso – espeta devolviéndome la mirada.

Tomo su mano y la entrelazo con el mío, sonrío sin poder creer lo que está pasando, siento que en cualquier momento voy a despertar.

Y ya es tarde. Debo ir a cambiarme.

– Tengo que irme – hablo sin mirarla, ya que dijo que no lo hiciera y soy muy obediente.

– Te acompaño a la puerta – exclama levantándose, pasando a lado mío.

– Paso por ti mañana – afirmo llegando hasta la salida

Se queda parada por el marco de la puerta, volteo a mirarla y no puedo irme sin besarla nuevamente.

Me acerco a ella acariciando su mejilla suavemente.

– Yo... espere tanto por este momento – hablo muy cerca de sus labios sintiendo su respiración, Emily sonríe para luego juntar sus labios con los míos en un beso perfectamente sincronizado, siento que me elevo y no tengo miedo de caer si ella está conmigo, me separo permaneciendo en el mismo lugar abriendo levemente mis ojos. Soy la persona más feliz del mundo en este momento.

Otra sonrisa se escapa de mis labios. – Nos vemos mañana –

– Te veo mañana – menciona sonriendo de lado.

Salgo en dirección a mi casa con una gran sonrisa en mi rostro, decir que estoy feliz sería poco para expresar todo lo que siento.

Y es que yo...

Esperé demasiado por ella y nunca me di por vencido, sabía que en algún momento iba a estar con ella.

En camino a mi casa siento vibrar mi móvil, es una llamada de Santos, veo que me estoy quedando sin carga.

– Mande... – hablo esperando respuesta del otro lado. – ¿Cómo que mande? – espeta con un tono divertido. Sonrío para que escuche que hoy estoy de buen humor y no se haga el idiota como tantas veces.

Pero bueno ¿Estamos de buenas o qué? – una carcajada escucho de su parte.

– ¿Qué hay? – voy al grano, porque supongo que llamo para algo más que solo molestar.

Se escucha un suspiro antes de hablar. – Solo... llamaba para saludar y saber si le diste el recado al abogado – menciona, lo había olvidado por completo. – Aun no, pero lo hago ahora – hablo, pero recuerdo que no sé dónde encontrarlo. – ¿En dónde lo encuentro? – pregunto al instante.

– Tiene su despacho en frente de Wady Café – exclama sorprendiéndome, no lo sabía.

– ¿En serio? – no abrí el dichoso sobre y no me daban ganas de hacerlo y en un momento pensé que era lo mejor, en realidad sigo pensando que es lo mejor.

Yo en estos momentos quiero estar bien y quiero que ella este bien, imagino cuantas veces le habrá espiado a Emily teniéndola, trabajando en donde es socio. No soy nadie para juzgar a nadie, ni mucho dar lecciones de vida, pero si él tiene que pagar por las corrupciones que ha cometido, debe hacerlo y yo solo tengo que asegurarme de que él lo reciba.

– Te hablo luego – exclamo cortando la llamada sin esperar su respuesta.

Me dirijo al despacho del abogado, voy caminado para no ir a casa primero por la moto, además si voy en ella será muy notorio y seguro sabría que soy yo.

Luego de caminar por unos 10 minutos, observo lo que hay en frente de la cafetería, un bufete de abogados.

''Bufete estudios''

No es un edificio muy grande, más bien es como un pequeño alquiler.

Me adentro al lugar y veo a una recepcionista hablando por teléfono, espero a que deje de hacer lo que está haciendo y me acerco a la joven.

– Buenas... ¿Qué tal? – sonrío colocando los codos sobre el mostrador. – Buenas – me devuelve el saludo con el mismo gesto.

– Traigo algo para el señor Hollinson – hablo sacando el sobre que tenía en el bolsillo.

– En este momento el señor no se encuentra, pero puede dejarlo aquí – indica.

Es mejor si no está.

– Perfecto – le entrego en papel que esta sobre el mostrador. – ¿Podría asegurarse de que lo reciba lo antes posible? – pregunto sosteniéndolo por el escritorio.

– No se preocupe yo se lo entrego – una sonrisa nuevamente en su rostro.

– Gracias, muy amable – le devuelvo la sonrisa, volteo para dirigirme a la salida, pero la misma voz de la joven me detiene.

– Disculpe ¿Quién lo deja? – cuestiona esperando una respuesta. Sonrío antes de hablar. – Él sabrá quién lo mandó –

Y sin más salgo del lugar cerciorándome de que el abogado no este por ahí mirando. 

 




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