Capítulo 30

La noche se acercó en ese bosque donde se encontraba ubicada la pequeña luna, el viento soplaba moviendo su cuna. Se mesia de un lado hacia el otro provocando un ruido sobre la puerta del lugar. 

Ese lugar era un orfanato direccionado por monjas, por el aumento de niños sin hogar habían decidido construir en medio del bosque ese refugio. 

Con el sonido provocado por el viento, hizo que una hermana del lugar lo sintiera para después ir a ver cuál era su origen. Al abrir la puerta se encontró con una bebé dormida, tapada con una campera de mujer. 

Inmediatamente la levantó poniéndola entre sus brazos, la llevo adentro para abrigarla y protegerla de todo lo que podia dañarla. 

Despertó a una doctora para ver el estado que se encontraba la bebé huérfana. Afortunadamente la bebé se hayaba en buen estado, por su estatura, peso entre otras cosas la doctora dedujo que era un recién nacida. 

La hermana en ese momento se comunicó con las autoridades para notificar sobre su hallazgo. Publicaron fotos, avisos en los medios de comunicación pero aún así no podían encontrar a sus padres. Las autoridades humanas al ver que era igual a otros casos que tenían en el orfanato, decidieron que las hermanas se hicieran cargo de la bebé. 

La hermana Clara, quien fue la que descubrió a la beba, sería la encargada de cuidar de su bienestar. El nombre lo colocaron con la circunstancia que se encontraba la naturaleza en ella había viento, luna llena, sonidos, el más conveniente para llamarla sería por luna y fue así como se llamaría. 

Ese pequeño acto fue realizado por la diosa de la luna, quería que la llamarán como verdaderamente le habían puesto sus padres, además de colocar en su camino a la persona más bondadosa de las hermanas. 

La diosa había visto desde lejos el sufrimiento de sus hijos, tanto como los dos secuestradores como el de los padres. Ambos eran inocentes de la ambición del poder lobuno, ella quería que sus destinos se cumplieran como lo había planeado desde que nacieron. 

Sin embargo ese giro injusto en las vidas de sus hijos hizo que la diosa cambie el destino de esa bebé quería que se encontrará con ella misma en el paso de su camino en la vida, queria que ella fuera  más fuerte para enfrentar a cualquier adversidad. 

Sabía que con la hermana Clara podía encaminarla por un gran camino como loba, ella era una loba que se fue de su manada por el engaño de su mate.

Cuando se separó no llevaba nada consigo, su manada había aceptado su ida definitiva sólo si  no podía llevar nada de lo que había conseguido dentro de la manada. 

Con su maleta en mano se despidió de su familia para emprender camino a su nueva vida con los humanos. Recorriendo el largo camino hasta que encontró el orfanato, las hermanas le dieron asilo con la condición de que trabajará cuidando a los niños. 

Al paso del tiempo Clara decidió ser como sus hermanas, buscando el bien para todos los demás. Aunque ella no había vuelto a ver a.su familia, junto a los niños conoció un amor sano que nunca había visto. Se maravilló por ello, haciendo la promesa de cuidar a todos los niños que necesitarán de amor. 

Cuando conoció a Luna al instante se dio cuenta que era una bebé lobo, creía en dos posibilidades por la razón de que aquella bebé estuviera sola en medio del bosque. La primera más probable era que su madre habia sido atacada y la dejo para salvarla,  la segunda posibilidad es que la tuvo por medio de una violación y no la quería tener. 

A pesar de sus pensamientos, le prometió a la pequeña que pasará lo que pasará la iba a proteger, le enseñaria todo lo que sabía. 

Pasaron diez años desde que Luna estaba con las hermanas y los otros niños, ella era una bella niña con el cabello largo ondulado con sus ojos verdes. Su personalidad era divertida, era solidaria, bondadosa, muy buena con los otros niños. 

Un día soleado se asomaba en el orfanato, se sentía el olor de las gotas de rocío de la lluvia y el sirve viento que mesia las copas de los árboles. 

De repente se escuchaba por los pasillos unos pequeños pasos de una niña corriendo a medida que iba avanzando las hermanas mayores de edad le iban advirtiendo lo peligroso que era correr por estos y que estuviera cuidado. 

Luna quería buscar a la hermana Clara  para aclarar sus dudas por lo que había escuchado desde temprano. Llego a un salón donde la hermana estaba preparándose  para dar su clase, como no la había escuchado ella decidió sorprender a la hermana apareciendose en frente de ella. 

" BOOOUUUU"

C:" ahh Luna me asustaste, que haces aquí no deberías estar desayunando?"

"No me gusta la comida de la hermana Sonia, aunque comí un poco lo demás se lo regale a Coco ( perro)"

C:" No tienes que hacer eso mi niña, la hermana Sonia se esfuerza mucho para cocinar. Prometeme que no lo volverás a hacer"- Dice estando a la altura de la niña

"Por el meñique?"

C:" Por el meñique. Ahora dime para que me buscabas?" Dijo para luego levantarse. 

"Mmmm… ahh si, Pedro me dijo que se iba hoy con sus padres y dejaría el orfanato… como es eso?"

Pedro era un niño huérfano, sus padres habían muerto en un accidente dudoso en la ruta de regreso a casa como no tenía parientes cercanos el gobierno lo había puesto al cargo de las hermanas. 

Él era un año mayor que Luna, con sus cabellos rubios con ojos marrones. Ambos se habían conocido en jardín desde ese entonces son mejores amigos. 

C:" Bueno déjame que te expliqué, te acuerdas cuando te conté que todos los que viven en el orfanato no tienen padres o que pasan un tiempo hasta que sus padres los vuelven a buscar?  Ademas de que nuestro trabajo era para quienes no tienen padres buscar unos nuevos?"

"Si"

C:" Bueno ayer vino una mamá y un papá para estar con Pedro. Ellos son muy buenas personas mi Luna"

"Pero ya no lo volveré a ver Hermana? Tendré que esconder a Pedro entonces"