Ocultos

La huésped

— Espera...¿Cómo que no tienes padres?

Felippe pregunta dudoso, Christobal se va hacia la barra y Abraham parece que disfruta esto como si fuera un Show de televisión.

— Sí, Mi padre es el coronel pero él nos abandonó a mi madre y a mí cuando era pequeña. Jamás hablé con él después de eso pero tengo problemas económicos y tuve que acercarme a pedirle ayuda...es todo. Ese hombre podrá ser mi padre biológico pero nada más y teniendome aquí no le afecta en nada.

—¿Amy? — Asiento —¿Sabes que si ayudas a recuperar nuestra vida, puedes recuperar la tuya?.

Felippe se pone de cuclillas ante mí y me deja el cabello detrás de la oreja.

—Felippe...sin contacto por favor.

Abraham suspira y se acerca.

— Amy Dos Santos...¿Quieres salir de aquí?.

—Sí.

— ¿Dónde está Mellany?.

—¿Quieres que la entregue, y que crea que ustedes me dejarán en libertad?...¿Crees que soy tan estúpida de creer eso?.

—¿Qué te hace creer que no?.

— Me tienen aquí, viendo y escuchando todo lo que harán.

—Bueno, se intentó.

Abraham chistea y vuelve a su puesto.

— ¿Qué haremos?

—Sierra, has sido un fiel servidor a mi padre y te aprecio es por eso que no hay una bala en medio de tus cejas en estos momentos. ¡Así que no quiero verte y quedas fuera de esto!.

Christobal parece muy enfadado, el tal Sierra asiente aterrado y se retira del salón. Un hombre muy delgado y pálido entra de prisa y se saca el sombrero para dirigirse al Líder.

— Con su permiso señor, La Señora requiere su presencia en estos momentos.

— Bien, estaré ahí. — Me apunta con su dedo índice— Con respecto a esta chica, en una hora los quiero aquí para ver que haremos con ella.

Todos asienten y se van, menos Abraham que se queda observando unos papeles y una computadora.

Iba a beber otro sorbo de agua pero ya se acabó, y aquí hace mucho calor.

—¿Abraham?.

Él me mira  de inmediato con las facciones de la cara relajadas y cambia su postura recta a una despreocupada.

— Dime, princesa.

— ¿Me podrías dar otra botella de agua?.

Abraham sonríe y se levanta de la silla para dirigirse al bar.

— Por supuesto...— Me tiende la botella pero la quita antes de que la reciba y se cruza de brazos — Dijiste que estudias artes ¿No es así?.

— Sí, bueno se supone que este era mi último año...

— ¿Podrías ayudarme con algo? Si es que no te molesta, claro.

Su petición me abre la curiosidad y asiento.  Creo que debería de ir al psiquiatra después de esto, ¿Quién ayudaría a uno de sus secuestradores?.

— Bien — Se pone de cuclillas y saca una pequeña navaja de su bolsillo para cortar las cuerdas que sostienen mis pies. — Sígueme.

Me tambaleo un poco al ponerme de pie y lo sigo hacia la mesa repleta de papeles y fotos de cuadros muy famosos.

— ¿Qué haces?

Pregunto al recibir la botella de agua y beberla.

— Busco tipos de artes, pero no soy bueno en ello. ¿Conoces las características del arte contemporáneo?.

— Bueno, el arte contemporáneo o el arte moderno es conocido por romper los estilos tradicionales con la innovación y la experimentación que usan los artistas.

— Entonces no es lo que busco...¿Qué tipo arte es este cuadro?.

— Es Naked man with rat de Lucian Freud, es expresionismo. ¿Ves la cara del hombre? ¿Lo que transmite?

Abraham pone atención y asiente y busca otras fotos.

— ¿Esta?

— Thérése dreaming de Balthus, Expresionismo— Le quito una hoja y sonrío— La bebedora de absenta de Picasso, Expresionismo igualmente.

— Entonces es Expresionismo lo que busco...Muchas gracias, Amy.

Guarda las hojas que no le sirven y los cuadros de aquel arte que busca los deja apartado en una carpeta.

— ¿Qué buscas? Específicamente.

Él me mira confuso, como si debatiera en decirme o no.

— Tengo un cuadro en mi poder hace muchos años, su autor es anónimo por lo que necesito buscar quién lo creó. Es algo personal e importante para mí.

— ¿Sabes lo difícil que es eso?

— Por eso e...— Me mira pensativo— ¿Te conozco de algún lado? — Lo miro confundida y niego rápidamente, jamás lo he visto. — ¿Segura? ¿No nos acostamos?.

— ¿Qué? Claro que no.

— Bueno, de hacerlo lo recordaría. Lo siento pero tus ojos celestes se me hacen muy familiares.

— Bueno, nunca te vi en toda mi vida...hasta hoy, que me secuestraste.

— ¡Oye! Ese fue Christobal. Yo no me dedico a esas cosas y tampoco me interesan.

— ¿Y qué te interesa? ¿El arte?.

— No es algo a lo que me dedicaría como dije este cuadro que tengo en mi poder despierta mi total curiosidad y atención hacia el arte.

— ¿Puedo observarlo? El cuadro.

Abraham se sorprende por mi petición y parece pensarlo, finalmente me dedica una sonrisa.

— Sígueme.

— ¿En serio? ¿Qué te hace pensar que no me escaparé?.

¡Definitivamente soy una estúpida! Me está dando la oportunidad de salir de la habitación donde me tienen encerrada y lo primero que digo es eso.

— Por favor Amy... No creo que seas tan estúpida, cada persona cuidando estas paredes contiene al menos dos armas cargadas en su poder, incluyéndome, Princesa. Además es una finca demasiado retirada, morirías a los dos días allá afuera.

¿Estoy tan lejos de casa? De solo pensarlo me da escalofríos.

— Entonces, ¿Vienes?.

Asiento y lo sigo mirando a mi alrededor, el sol alumbrando la hermosa fuente de agua en medio de un jardín es lo primero que mis ojos captan. El largo pasillo solo muestra diferentes puertas y personas de negro están de pie como si de guardias se tratara.

— Antes...¿Tienes hambre?

— La verdad, sí.

Me hace una seña para que lo siga. Habla con una señora y ella asiente y se retira rápidamente. Nosotros entramos a un comedor gigante, él se sienta y hago lo mismo.




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