Dejo mi pintura de lado para abrir la puerta. El sol ya se escondió y una hermosa luna llena está alumbrando el cielo.
- ¿Por qué no estás lista?
Pregunta Felippe al verme de pies a cabeza, le devuelvo el gesto y veo que lleva un elegante traje negro y una corbata dorada.
- ¿Lista para qué? No quiero ser parte de sus tonterías.
- No son tonterías, mi madre te escogió ese vestido para la cena.
- ¿Qué cena?
- Haces muchas preguntas Amy, vistete y te explico, y si pudieras sacar esas manchas de pintura de tus piernas sería perfecto.
- Me están obligando a ir con ustedes...
- Es una cena familiar, por favor solo date una ducha y ponte el vestido - Me empuja levemente hacia el baño y cierra la puerta, río ante la acción del adolescente. - Es una cena para celebrar que mi padre está en casa, solo eso.
Dice a través de la puerta, suspiro y me meto a la ducha después de amarrar mi cabello para no mojarlo.
- ¿Cuál es el afán que tienen con incluirme en su familia después de todo lo que me hicieron?, es muy confuso todo esto, siento que me volveré loca ¿Acaso es un experimento psicologico el que están haciendo?
- Corrección, Chris te hizo... Sólo queremos protejerte y que te sientas cómoda. No es ningún experimento es solo una promesa que mi padre le hizo a ella.
- ¿Ella? - Abro la puerta en toalla para buscar mi vestido y zapatos. - ¿Quién ella?.
- Mierda... Nada Amy, solo date prisa ¿sí?.
Lo miro confundida y me meto al baño para vestirme, peinarme y maquillarme rapidamente.
Al terminar salgo del baño y Fel me sonríe.
- Te ves muy bien.
- Gracias niño.
Me tiende su brazo y lo acepto, salimos de la habitación con dirección a las escaletas del jardín. Abajo están todos y Christobal se me acerca tendiendo su mano la cual con un poco de desconfianza acepto. Todos los presentes se forman en fila y erguidos como si de alguna excelencia se tratara pero es solo Papai. Chris toma mi brazo suavemente y me pone a su lado.
- Amy, hija... Permiteme decir que te ves hermosa.
Papai se posiciona frente a mí con una sonrisa y golpea levemente el hombro de Chris con una gran sonrisa.
- Gracias.
Luego de que él se sentara al frente de la mesa todos toman asiento.
- Amy, querida espero que te haya gustado el vestido que escogí para tí.
- Señora, está hermoso muchas gracias, no debió tomarse la molestia.
- ¿Qué dices, Amy? Mereces todo y más. Ya que eres parte de la familia.
- Lo siento pero no entiendo a qué se refieren cuando dicen que soy una de ustedes, o que seré parte de su familia.
- Amy... será difícil de asimilar... Pero me temo que desde que naciste estás condenada a ser una Da Rocha. debes casarte con Christobal.
- ¡No aceptaré eso!.
Atónita me quedé y escucho a abraham gritar.
-No tienes nada que opinar, ¿Acaso estás celoso? Siempre quieres lo mío.
- Christobal, sabes muy bien que nunca la vas a tomar en serio... Jamás la vas a amar de verdad.
- ¿Y tú sí?
- Basta... El contrato se hizo desde que Amy nació, y decía muy bien que el primer primogénito da Rocha debe desposar a la primera Dos Santos.
¡¿Qué!? Mi respiración se entrecorta y miro a todos, están bastante serios como para una broma.
- ¿Qué? Mis disculpas pero yo jamás me casaría con ninguno de sus hijos ni menos con la vida que llevan, Además ¿ De qué estúpido contrato están hablando?.
- Vida que llevan... Hay muchas cosas que no sabes Amy Dos Santos, así que si yo fuera tú me calmaría un poco y aceptaría las cosas como son.
- Y si yo fuera usted me dejaría ir, dejaría libre a una muchacha que uno de mis estúpidos hijos secuestró.
- Tomarás silencio y aceptarás casarte con Christobal.
- Jamás, ninguno de ustedes- miro a todos- me dará órdenes sobre mi vida... prefiero estar muerta.
Él se levanta golpeando la mesa y me señala.
- Nadie me habla así, NADIE... ¡Llevensela!.
Un hombre me toma por los brazos abruptamente y me jala hacia donde tienen a los secuestrados. Al llegar a la celda diviso a Mellany entre la oscuridad y me encierran junto a ella.
- Creo que te conozco... te he visto en algún lado.
Habla Mellany en un susurro y se acerca a mí.
- Somos más cercanas de lo que desearía.
- ¿Amy?
La miro y tiene las manos temblando, por frío me imagino.
- Supongo que debemos hablar sobre nuestro padre.
- Sí, yo-yo lo siento, por lo de hace un rato.
- No pasa nada, entiendo.
- Yo sabía de ti, desde que tengo conocimiento papá nos dijo que teníamos una hermana mayor llamada Amy.
- ¿Papá les habló de mí?
- Cada día le pedía conocerte, siempre quise tener una hermana... Una amiga, Él se negaba, siempre dijo que era peligroso.
- ¿Peligroso?
- Sí, bueno ahora entiendo... todo esto - Señala a nuestro alrededor- obviamente papá no nos dejaría hacer lazos con alguien de una mafia.
- No, estás equivocada - Suelto una risa irónica- yo nunca me había involucrado en algo así.
- Él dijo, que eres una de ellos... siempre lo has sido, al igual que...
- ¿Al igual que? ¿Quién?.
- Así me gusta - Se escucha una voz masculina.
- Las hermanitas se están conociendo.
Charro dice desde afuera con una sonrisa en la cara.
- ¿Puedes dejarme ir? Sólo iré a mi habitación a procesar todo.
- Lo haría... pero creo que deberías pasar la noche aquí para que pienses mejor las cosas.
- Cuando sea tu jefa te juro que haré de tu vida un infierno.
- Entonces si vas a aceptar casarte con el señor Christobal.
No puede ser... No puedo creer nada de lo que estoy viviendo, cuanto desearía estar soñando y despertarme de esta horrible pesadilla.