ODIAME O AMAME
—No acepto casarme contigo, ni hoy ni nunca.
El corazón de Karin se sintió volverse polvo en ese instante. La mujer que amaba, por la cual había luchado contra sus propios instintos por ser lo que ella merecía, estaba ahí, frente al altar, diciendo que no quería pasar el resto de su vida juntos, no quería creerlo.
—Debes estar bromeando, dime que estás bromeando, por favor, Marián, mi amor, no juegues así.
—¿No escuchaste? No quiero casarme contigo, solo fue juego, hasta tengo un amante— Respondió ella, con la rabia de quien se creía burlada y defraudada, no había tiempo de dudas, él se lo merecía, cuando lo miraba, solo veía al hombre que le había sido infiel una noche antes de la boda, al hombre para el cual ella solo había sido un negocio, no había amor, solo tratos o eso le habían hecho creer
…
—Eres tan inteligente, qué plan, maestro, el tuyo.
—Cariño, una mujer enamorada, es capaz de lo que sea, porque ese hombre es mío y ninguna niña me lo iba a quitar, solo dejé que jugara un rato.
—¿Algún día descubrían la verdad?
—Ese algún día, nunca llegará, de eso me voy a encargar yo.
—Prefiero tenerte de amiga, qué enemiga, das miedo.
—Tranquila, mientras me seas fiel, estarás a salvo. Todo esto es culpa de Karin, que no entiende que la mujer de su vida soy yo y solo yo.