Odiame O Amame

PARTE 01

MARIAM

 

Yo sé que se supone que debo esperar a la ceremonia para verlo, pero no resisto, soy débil, lo siento tanto madre, no le hubiera hecho caso a Susana, debería haber hecho la despedida de solteros mixta, mejor me quito los tacones, creo que el alcohol va a hacer que me orine aquí mismo. Me siento ladrona y en mi propio departamento, aquí viviremos después de la luna de miel, la ansiedad me mata, soy una novia neurótica como las de la televisión, pobre mi suegra y mi madre.

 

—Mi amor — susurró, justo en el momento en que abrí la puerta. Todo se está hecho un desastre. Copas por el suelo, comida, veo a Matthew, el padrino de boda abrazado a una botella de champán; por otro lado, están Sebastián y Chapman los gemelos maravillas, como dice mi tío Alex. Están locos, pero no importa. Lo que quiero es ver a mi futuro esposo, no sé por qué me sudan las manos, es extraño, hasta siento un ligero escalofrío.

 

Ahora sé por qué, si me lo contaran nunca lo hubiera creído, mi corazón me estaba avisando, siento que me acaban de apuñalar directo al pecho, me tapo la boca para no lanzar un grito que los termine de despertar, el hombre que amo con una mujer sobre la cama que supuestamente estrenaríamos nosotros, ahí están ambos desnudos, es evidente que nunca me amo, pero ¿Por qué? Te di todo Karin, mi cuerpo, mi alma y mis ilusiones, en unas horas nos vamos a casar, caigo de rodillas sin poder contener el llanto, las lágrimas inundan mi cara y la decepción es tan grande que siento que casi no puedo respirar.

 

 

—Señorita Marian Del Olmo Muñiz, acepta usted por esposo al señor Karin Barak Ozer— Para muchos puede ser el novio ansioso y enamorado, esperando una respuesta, esperando seguir haciéndome pasar por estúpida, cómo pude caer en la sarta de mentiras cuando decía.

 

Juntos toda la vida.

 

Para siempre mi cielo— Mientras me hacía el amor, mientras se burlaba de mí de la manera más vil, nunca te lo voy a perdonar y desde hoy estoy segura de que tu vida será tan miserable como la mía y eso espero, porque de buena soy muy buena, pero de mala puedo ser la peor y te lo voy a demostrar.

 

—Vas a saber lo que es hundirte en la desgracia mi amor— Le susurro al oído antes de contestar al cura que oficia la misa, estoy preparada para esto, pues no, pero juro que es lo que más anhelo con todo el odio y desprecio que mi corazón puede sentir en este momento.

 

—No padre, no acepto casarme con este hombre ni ahora ni nunca.

 

Las caras de asombro y horror, cuando lo digo al tomar el micrófono, inundan la iglesia, pobrecito, pensó que me tenía en sus manos, así como mi herencia, jódete. Me toma de los brazos como exigiendo que me retracte, es que no puede creerlo.

 

—Di que es una broma de mal gusto, por favor, Marian, ¿qué está pasando?

 

—Hija, ¿qué estás haciendo? Delante de todos los invitados —se acerca mi madre, toda avergonzada y no puede importarme menos que un cacahuate. Ella y mi padre son parte de toda esta treta.

 

—Sí, señores, lo que oyeron, no me caso ni ahora ni nunca, saben, les cuento un secreto, nunca ame a este sujeto, solo estaba jugando con él para llegar a este día, porque mirándote a los ojos, te digo Karin Barak, no te amo solo jugué contigo, saliendo de acá me voy a ver con mi amante, uno que inclusive me hace gritar mucho más que tú.

 

Dejo caer el micrófono y me voy con la cara en alto, como si me sintiera orgullosa del desastre que acabo de ocasionar y es verdad, más que orgullosa, estoy satisfecha de mí misma, por no haberme roto en llanto al pronunciar aquellas mentiras, porque por desgracia lo amo con toda mi alma, maldito infeliz ojalá te pudras en el infierno por el dolor que me estás causando.

 

SEMANAS DESPUÉS

EN ALGUNA PLAYA DEL CARIBE

 

—Señorita Ocampo, sus resultados.

 

Las manos me tiemblan, por favor, que no sea verdad, por lo que más quieras, que no sea cierto. Me tiembla todo el cuerpo, no puedo ni abrir el sobre.

 

—Puede decirme que dice ahí, por favor— Logro pronunciar en casi un susurro, los labios no paran de moverse, mis dientes tiritan y un nudo se ha formado en mi garganta.

 

—Por supuesto, déjeme ver— Siento que los segundos pasan en cámara lenta, hasta que finalmente lo abre— Está usted embarazada señorita Ocampo.

 

KARIN.

 

—Amigo, sigues decidido en no buscarla ¿Cierto?

 

—Claro que no la buscaré, esa mujer está muerta para mí, y enterrada, a partir de este momento, el hombre que fui antes de ella, va a regresar, y tan claro como el tequila de mi copa, te digo, que nunca más le entrego mi corazón a una mujer, nunca más caeré en las garras de una mentirosa y embustera, pensar que cambie por ella, qué iluso e imbécil me habré visto todo ese tiempo.

 

—Sigo sin entender como hizo eso o dijo esas cosas, la Marian que conocemos todos, te adoraba, se derretía por ti, jamás te engañaría, por eso sigo como en shock a pesar de que han pasado semanas, ni siquiera sus padres saben de ella.

 

—¡No me importa! Te dije que no quiero saber de ella, si me aprecias, por favor nunca más la nombres en mi presencia, por mí en este momento se puede estar quemando en el infierno o siendo arrojada a los rieles de un tren, te aseguro que no muevo ni un dedo por ella.  Es odio, lo único que siento por ella, eso tenlo por seguro, así como la ame hoy la odio, púdrete Mariam.

 

Termino mi trago y me repito una y otra vez: la odio, la odio, la odio. Si no es así, entonces me voy a arrancar esto del pecho, así sea con una bala en medio de este.



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En el texto hay: secreto, amor

Editado: 05.02.2024

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