Odiando las tardes de otoño

Capítulo 7

★- La peor herida es la que no se ve -★

Soy idiota. I-dio-ta. Me he levantado y he ayudado a Jake con su resaca, que el muy tonto, tiene una resaca mayor que mi vida antisocial. Porque social no tengo.
La cosa es que Jake se ha puesto a coquetear conmigo y yo me he bloqueado. Literalmente me he bloqueado y no he sabido qué hacer, y me he paralizado, ya que nadie nunca me ha coqueteado de esa forma.

— ¿Lara? —me pregunta sin saber si estoy bien. Yo intento no mirarle, me voy a hacer mi maleta y él pone música. Música de la que me gusta, ha puesto Melendi, Morat y algunos artistas más, cosa que no me esperaba de él.

Cásate con él, poca gente hoy en día sabe respetar los gustos musicales.

La cosa es que me pongo a cantar y él me sonríe, mirándome a los ojos, haciendo que me avergüence, ¿Por qué me tiene que mirar así?.

— Y como un jarrón de agua fría será..

— Cuando mires atrás —termina por mí, me sonríe, me sonrojo y paso de su cara, al completo. Y él se ríe.

Cabrón.

Como todos.... Al acabar de hacer la maleta, veo que él también terminó, aunque no está muy bien hecha y vamos juntos hacia abajo.

— ¿Sabes cantar? —me pregunta mientras bajamos por las escaleras, soy idiota, teniendo en cuenta que mi maleta pesa bastante y casi no puedo con ella, me paro a mitad de la escalera y le miro.

— No mucho... ¿Acaso no me has oído? —le pregunto extrañada, siempre estoy tarareando alguna canción o cantando muy bajo para que nadie me oiga.

— No, por eso pregunto. ¿Me cantarías algo ahora mismo? —Me pregunta y yo me quedo quieta y le miro mal.

— Ehhhh, déjame que piense una canción.... ¿O tienes sugerencias? —le pregunto y él me sonríe.

— Boulevard of Broken Dreams —me dice él y yo le sonrío. Casi nadie nunca me ha dicho que cantase y mucho menos esa canción, ¿quién me diría que me van a pedir cantar la canción de Boulevard?

— ¿Y eso? No esperaba que escuchases ese tipo de música. —Le digo extrañada.

— Quizá me leí gran parte del libro que me dijiste... —susurra y yo sonrío, sinceramente no, no me lo esperaba. Me quedo paralizada unos instantes antes de soltar una risita nerviosa, se ha leído Boulevard...

— Bueno... —cojo aire y tristemente empiezo a cantar en una escalera, la canción que más me gusta, o al menos de las que aprendí en Boulevard.

Las dos sabemos que prefieres Wonderwall.

Shhh él no lo sabe.
Al terminar la canción me mira a los ojos, dios... ¿por qué tiene unos ojos tan hermosos?

— El próximo concierto, cantas tú una canción —dice serio, sin más. Y es obvio que es una afirmación, así que simplemente asiento con la cabeza.

†★†★†★†

Al subir al avión, está vez me toca con nuestro queridísimo Jake, cosa que ni me alegra, ni me desagrada.

Yupii.

Yo le ignoró olímpicamente y me pongo a escuchar música. La gracia es que suena Teenagers en mis cascos y la tarareo. Jake me sonríe, me quita un casco el muy cabrón y se lo pone. Al cabo de un rato me devuelve el casco. No negaré que tenía una sonrisita en la cara. Al llegar a Amsterdam sonrío y me giro para ver todo con exactitud, al menos del aeropuerto hasta el hotel.
Al llegar al hotel, vuelvo a compartir habitación con nuestro queridísimo Jake.

Cabrón en toda regla, también dicho. Asegurado lo ha amañado.

Ya lo sé, conciencia.

Él me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. Entramos a la habitación, colocamos las cosas en sus sitios y vamos a ensayar. O al menos todos menos David.

Pobrecito...

Me pongo en el sitio de la batería y el capullo con patas de Steward se me acerca, con un micrófono. Lo miro extrañada.

— ¿Qué cojones? —Le digo. Él coloca el micrófono y el soporte a mi lado.

— Vas a cantar, my lady —Me responde decidido y yo me quedo paralizada. ¿Cantar? ¿Yo? Ese tío se ha fumado un porro sin avisar.

Y no comparte tampoco.

— Y una mierda, canto peor que Mike y Kevin juntos —digo, haciendo referencia a Mike de la saga Meses a tu lado y Kevin, de la bilogía Canciones para ella, y él me mira extrañado.

— ¿Y lo del otro día que fue? —Me dice y me hielo, ¿qué le respondo ahora?

— No tiene nada que ver, sólo... fue porque me lo pediste —le digo apenada y él se acerca con una sonrisa fanfarrona.

— Te lo estoy pidiendo yo, Lara, por favor —Se arrodilla y yo intento aguantar la risa ¿por qué hace eso?— Lara, ¿te gustaría casar- cantar, hoy, esta noche, aunque sea una sola canción; para mí y para el público? —dice la mar de serio y yo le sonrió.

¿Te has dado cuenta de que casi dice casarte?

¿Eh? Estás loca, conciencia, solo me estaba diciendo que cante, no más.

— Si me lo pides así, no me negaré —Le digo sonriendo.

La banda sonríe y yo cojo aire. Decidida, empiezo a cantar 506, de Morat.

Al acabar de cantar, todos aplauden y yo miro al otro lado de la vergüenza, ¿quién me manda a mí cantar?

Jake Steward, el amor de nuestras vidas.

— A ver si te tenemos que cambiar por Jake —Bromea Dylan, el pianista y yo suelto una carcajada, Jake canta mejor que yo y siempre lo hará.

— No gracias, me gusta el puesto de David —Le digo y Jake se hace el apenado, haciendo que yo sonría.

— Una sola, solo te pido una canción, no más —me susurra al oído y yo sonrió, orgullosa, no me creo que me vaya a pedir cantar en el concierto.

— Pero quiero algo a cambio —le susurró también y ahora es él el que sonríe.

— Trato —se aleja otra vez y vamos a volver a ensayar.

†★†★†★†

Estoy literalmente en la terraza de la habitación fumando, y sí, habéis leído bien. Fu-man-do. Porque alguien tendrá que cumplir un sueño de Luke, ¿no?




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