★-El horror de ser una familia sin sentido -★
Al llegar a la habitación de Noah, entramos y le vemos llorando, todo está igual que hace años, la cama llena de ropa sin doblar y con las sábanas grises, los cojines y almohadas desperdigados por el suelo, la silla en mitad de la habitación, su escritorio lleno de dibujos y notas irrelevantes, el armario empotrado con las puertas abiertas y sin ordenar, es un caos, pero es su caos y eso es lo que me gusta de él, que sabe vivir en su propio caos y encontrar cada cosa enseguida.
— Noah... —Le digo mientras me acerco a él y le abrazo.
— ¿Me puedo ir a vivir con alguna de vosotras? —Dice entre sollozos, Lina y yo nos miramos, es lo correcto, yo asiento con la cabeza y miro a Noah.
— Noah... Claro que puedes venir a vivir conmigo, cariño, en casa de Lina ya vive demasiada gente, pero en la mía siempre ha habido una habitación libre —le respondo, él sonríe y me abraza, mientras, Lina va al comedor, donde están todos y nosotros dos le seguimos.
— Mamá... Noah se irá a vivir con Lara unos días —dice mi hermana mayor y yo miro a Noah, decidida.
— ¿Tenéis los papeles del tutor legal? —Le pregunto, mi madre se levanta, busca por un cajón y me los da, yo los relleno y voy a guardarlos a mi mochila.
— Y ahora si nos dejáis todos, Lara, Mer, Noah, vámonos —nos dice Lina y nosotros la seguimos como patitos siguiendo a la mamá.
En otra vida erais patos.
En otra vida éramos felices, que no es lo mismo.
En otra vida, eras tú misma y nunca llegaste a esconderte, Lara.
En otra vida, no en esta.
Vamos a mí piso y subimos todos, Noah el primero y vemos que Loren en el poco tiempo que le hemos dejado, se ha llevado la mayoría, mientras, Mer y yo vamos al pasillo y revisamos nuestra habitación.
— Está en perfecto estado —me dice y yo sonrío.
— Genial —le respondo y voy a la habitación de Loren, la veo a ella guardando algunas cosas.
— Tranquila, ya casi acabo —me dice, yo asiento con la cabeza y voy a la cocina, veo a Lina haciendo la comida con ayuda de Noah, divirtiéndose y yo voy a ayudar a Mer a terminar de colocar algunas cosas, basadas en ropa, porque esa niña no hace más que comprarse ropa, vinilos y cosas que luego no usa.
Como la escritora.
¿La qué?
Nada.
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Han pasado ya dos meses desde que Noah se vino a vivir con nosotras, Mer y yo nos turnamos en la cafetería de Blanca, ella va a trabajar mientras yo voy a los ensayos de Angels & DEMONS, y yo voy mientras ella estudia.
Aún recuerdo cuando me dijeron que sería parte de la banda de manera oficial, aunque por dentro sigo matando a Paula por meterme en ese lío que tiene con toda esa panda de idiotas.
★†★†★
Estoy llegando para recoger a Jake de sus ensayos, últimamente yo he hecho alguno por aburrimiento y porque tengo tiempo libre, pero bueno.
Al llegar le veo y sonrío, entró a la sala y veo a todos mirándome y yo me quedo paralizada.
— Hola —digo con una sonrisa y Jake se acerca a mí, me da un beso y sonríe.
— Hola, Pesadilla —dice, yo suelto una risa floja, mientras que Jake se aleja y va donde está toda la banda para seguir ensayando.
Dylan me sonríe, al igual que David, les devuelvo la sonrisa y me siento en una silla al lado de Paula.
— ¿Pasa algo? —le pregunto, la veo preocupada, al menos más que de costumbre y eso hace que me preocupe yo, siempre está preocupada por algo, pero ese nivel es nuevo.
— Me estoy cansando de que todos en la banda hablen sobre ti, Jake en especial —me dice con una sonrisa y yo me rio— Te lo juro, hay días en los que solo dice la palabra Pesadilla.
— Dios... He obsesionado a la banda favorita de mi mejor amiga —digo en medio broma y Paula me sonríe.
— Ya de paso.... Hablando sobre la banda... Verás, David se va a retirar del mundo de la música —me dice y yo la miro seria.
— No, Paula, dejé el mundo de la música hace tiempo, no es muy buena idea que vuelva a él... Es cierto que dejé los estándares altos para cualquier batería posible, pero no, me niego y siempre lo haré. —le digo y ella suspira.
— Lara, no conocemos a alguien mejor que tú en este tema, sabes cómo va todo este mundo y aunque hayamos logrado la fama no sabemos nada, apenas llevamos un año, Lara... Tienes veintidós años y has estado desde muy pequeña en este mundo, por favor... —me dice, se nota que no tiene otra y suspiro, ¿por qué siempre me rindo tan fácilmente?
— Con una condición. —Le digo y a ella le brilla la mirada.
— ¿Cuál? —Dice rápidamente.
— Nada de publicidad ni cosas en las que salga yo sin mi consentimiento —le digo y estrechamos las manos.
— Así será —dice con una sonrisa y se gira hacia David— ¡David, ya tenemos a alguien que te sustituya!
— Espera... ¿Qué? —Dice Jake y yo sonrío.
— Un bienvenida también me sirve, ¿Eh? —digo medio en broma y él me abraza.
— ¡Eso es genial, Lara! —dice mientras damos vueltas y yo me mareo un poco.
— ¡Jake, Jake, Jake, para! —le digo y para.
— Perdón... —dice avergonzado y sonrío.
— Da igual... Pero ten más cuidado —David me abraza y sonríe.
— Menos mal... Paula estaba convencida de que nos quedaríamos sin batería.
— Es que soy genial —le digo con una sonrisa, Dylan se acerca y chocamos los puños.
— Bienvenida, Lara.
— Gracias —Miro a Louis, que asiente, como aprobándome y suspiro.
Editado: 01.06.2024