Odio amarte

Capítulo 14 Un nuevo día

Los golpes insistentes en la puerta me despiertan de un sueño profundo y pesado lleno de pesadillas. Abro los ojos con dificultad, la luz de la mañana o la tarde, me dan directamente en el rostro. Mi cabeza late como si tuviera un concierto privado de rock, intento pararme, pero el suelo se aleja de mí y siento como si estuviera a solo segundos de vomitar mis entrañas. Los golpes en la puerta no se detienen, escucho la voz de Lucas que me insta a abrirle.

—Alicia, vamos, despiértate y ábreme la puerta. Te traigo café—la promesa de ese maravilloso líquido es lo que hace que finalmente me levante.

Arrastro los pies hacia la puerta. Cuando la abro, encuentro a Lucas sosteniendo un termo de café que huele a gloria y una bolsita de papel que huele a cielo. Tomo el café, quitándoselo de las manos a Lucas, como una persona sedienta en medio de un desierto que, después de mucho caminar, al fin ha encontrado agua para saciar su sed. Me doy la vuelta y me adentro en el departamento. Lucas entra y escucho como cierra la puerta.

—Buenos días para ti también, ten también te traje un sándwich de queso y jamón—dice, sonriendo de una manera tentadora, a la vez que me da el sándwich que ha sacado de su empaque— Espero que hayas dormido bien. Ya Ana y Lucas se fueron a su luna de miel. Temo que te has perdido el desayuno de bodas. Cuando estés preparada, deberías encender el teléfono, seguramente tendrás un millón de llamadas perdidas.

Me encojo de hombros mientras termino de tomarme el café e intento de comer, aunque sea un pedazo del sándwich, sin que las náuseas me hagan tener que correr al baño. Por suerte, mi estómago asimila bien la comida por lo que en pocos minutos me lo termino.

—¿Qué hora es? —le pregunto a Lucas buscando mi teléfono.

—Son las dos de la tarde—encuentro mi teléfono debajo del sofá, está completamente muerto por lo que busco el cargador y lo conecto—tu padre está preocupado por ti. Necesitas llamarlo.

Esa sola frase hace que recuerde todo lo que sucedió la noche anterior, todo lo que Amanda me dijo y el dolor de cabeza se vuelve tan intenso que siento que me voy a desmallar.

—Lucas, ahora mismo me duele muchísimo la cabeza, lo que realmente necesito en estos momentos es tomarme un par de píldoras y una buena ducha—le digo mientras me huelo—realmente necesito urgente una ducha, apesto. Así que ponte cómodo.

No espero su respuesta, me dirijo hacia el baño, encerrándome en él. Me miro en el espejo, me veo miserable, estoy hecha un desastre. Mi vida se ha convertido en un desastre en pocos días y no sé cómo voy a sobrevivir a esta tormenta emocional que me envuelve.

Busco el frasco de pastilla, me tomo dos, bebo agua del lavabo, respiro hondo por un minuto para luego proceder a quitarme la ropa y dirigirme a la ducha. El agua tibia empieza a mojar mi cuerpo arrastrando consigo muchos de mis dolores.

—Una cosa a la vez—me digo a mi misma—solo tengo que hacer una cosa a la vez y todo irá bien. Tengo que ser positiva en este momento de mi vida, de todas formas, no hay otra opción.

Salgo del baño en bata y con una toalla en la cabeza tratando de quitar el exceso de agua en el pelo. Me encuentro a Lucas en el sofá mirando su teléfono.

—Acabo de hablar con tu papá—me dice, su mirada me recorre de pies a cabeza provocándome un escalofrío que recorre mi cuerpo y hace que se me enciendan las mejillas— llámalo, está muy preocupado por ti. Ya sabe lo que Amanda te dijo. Por lo visto, tuvieron una fuerte pelea anoche.

—Todavía no estoy lista para hablar con él—digo en un tono tan serio que casi suena un tanto cortante, tomo el teléfono de donde lo dejé cargando y lo enciendo. En seguida empiezan a llegar las notificaciones. Lo dejo en la mesita de la sala y me dirijo al cuarto—me voy a vestir.

Voy al cuarto, vistiéndome rápidamente con un pulóver que me queda enorme y un short ancho. No me veo muy sexy que digamos, pero sí que me siento muy cómoda y eso es lo que más me importa en estos momentos.

Regreso a la sala encontrándome a Lucas todavía en el sofá absorto en su teléfono. Me siento a su lado, tomo el teléfono para revisar las notificaciones. Tengo un montón de llamadas perdidas de mi padre, así como algunos mensajes y llamadas de Alex

—Gracias por lo de anoche—le digo a Lucas mientras sigo revisando todas las notificaciones y leo por arribita algunos de los mensajes—por traerme a casa.

—No fue nada—Lucas les quita peso a sus acciones—Alex me pidió que te vigilara ahora que vas a vivir en la gran ciudad.

—Supongo que ya no es un secreto—me desplomo en el sofá exhausta, dejando el teléfono a mi lado—no quería que nadie lo supiera hasta que todo estuviera dicho y hecho.

Mis pensamientos se agolpaban. Las revelaciones de Amanda y el hecho de que ya no podía confiar en Alex. La mudanza a la gran ciudad me inunda de un torbellino de emociones: miedo, tristeza, esperanza y un poco de ansiedad. En su momento pensé que alejarme de esta ciudad por un tiempo me ayudaría a curarme, a la vez que superaba mi enamoramiento de Alex para poder continuar con mi vida. Todavía recuerdo cuando mi amiga Andrea me dio la idea. Ella y yo nos hicimos amigas cuando estudiábamos en la universidad. Ella es socia en el bufete de abogados de su familia, ese día hablé con ella y me convenció de que mudarme sería lo mejor. Poner un poco de espacio entre los dos, que el tiempo lo cura todo, me dijo. Ahora, me alegra mucho haber aceptado.

—¿Cuándo tienes pensado mudarte? ¿Necesitas que te ayude a mudarte? —me pregunta Lucas—Si no tienes nada resuelto todavía, tengo un amigo que se dedica a eso que en unos pocos minutos te tiene ordenado y como me debe algunos favores, podría hacerte un descuento.

—Bueno, primero, me voy a mudar el jueves de la semana que viene. Todavía tengo algunas cosas del trabajo que dejar ordenadas. Segundo—, miro a Lucas a los ojos, me tomo una pausa para ordenar mis pensamientos— ya tengo todos los detalles resueltos, incluido la mudanza, el alquiler y todo lo demás. Pero gracias de todas formas por ofrecerte.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.