Odio Amarte - (en Edición)

CAPITULO 5

EMILY 

ja,ja, ja, me hubiera encantado estar hay para poder verlo .-dijo Lío  Todos  empezamos  a  reírnos  incluso a Max, pues no lo había visto sonreír de esa manera en lo muy poco que lo conozco.

De pronto llego el mesero a buscar nuestros pedidos.

Marco  dile  a  la  chef  que  su  nieta  está  aquí,  que me sorprenda.-dije  mirándolo,  pues  estaba  segura de  que cualquier cosa de mi Lilly me diera iba a estar delicioso.

Pues,  yo  también  pediré  lo  mismo,  que me sorprenda .- dijo Max  mirando  al  mesero. 

Y regalándome una sonrisa coqueta.

Está casado el sinvergüenza Emily acuérdate - me dije.

Y ¿algún  pretendiente  señorita?.-  preguntó  el Señor Bruno mirándome atento al igual que los otros.

Mm, pues algunos, pero nada serio.- respondí.- ninguno llena mis expectativas.

Oh, mujer decidía, así me gusta una mujer que sepa lo que quiere - dijo Max dándome una mirada inusual.

Yo sé lo que quiero.- dije tomando un poco de mi vino y mirándolo.

Me quedo mirando, moviendo su cabeza y mordiéndose en labio.

Fue  un  momento  incómodo,  pero  gracias  a  Dios que Lio cambio  la  conversación  rápidamente  e  hizo que los otros se entretengan en otro tema de conversación.

 

 

 

 

 

******************

Después     de     salir     del     restaurante     y     de     haberme despedido     de     Lilly,     Vicente     recibió   una     llamada importante   que   hizo   que   tuviera   que salir   rápido   del restaurante.

Mientras que los Thalassinos que subían a sus autos, pues yo pensaba en tomar un taxi, la verdad no me gusta mucho manejar aunque sepa hacerlo.

En  eso  Max  me  mira  confundido  y  dice.- ¿Cree irse  sola señorita?.- dijo mirándome.

Pues,  si tomare un taxi.- contesto.- no se preocupe.

Nada de eso súbase yo la llevaré.- dijo.

No hace  falta,  no  quiero  molestar.- dije  sacando  mi celular para llamar un taxi. 

En eso siento una sombra sobre mí, y cuando levanto la mirada  la  torre  de  músculos  que  me  lleva  40 cm  de diferencia me habría la puerta de su auto.

Por favor súbase.- dijo con voz autoritaria.- no hace falta un taxi.

No  quiero  molestar  la  verdad,  solo  pediré  un  taxi.- dije con voz un poco más fuerte.

señorita, súbase por favor - dijo con voz más gruesa.

Solo será por esta, vez que dejaré hacerte esto, ni creas que habrá una próxima ves que me hablas en ese tonito .- dije en mi mente y subiendo al auto.

Cuando subo al auto lo veo a él rodeando el auto para subirte al puesto de piloto y colocándose unos lentes negros que le dejaba un aspecto más sexi.

Emily  es  casado,  concéntrate.-  me  dije.- y  deja  de observarlo.

Y  bien,  ¿A  donde  la  llevo?.-  dijo  mirándome  con las manos en el timón.- ¡Por Dios!,  ¿hasta haciendo eso tan simple se le ve muy caliente?.

ya mujer calma esas hormonas.- me dije.

Ah a la ong, por favor.-dije desviando mi mirada de el que quemaba y mirando al frente.

En    todo    el    transcurso    del    camino    a    la   ong   fue totalmente  en  silencio,  pero  no  incómodo la  verdad pensé que iba a hacer peor, pero no fue así.

Llegando  hasta  el  lugar   él   dijo.-   bueno   hasta   aquí está tu   paradero    señorita.-   dijo    mirándome   de   lado    y regalándome   otras   de   sus   sonrisas,  pues creo  que el  Señor  es  bipolar  a  comparación de     como se comportó minuto atrás.

Ok,   muchas   gracias   por   traerme   hacia   acá.-   dije desabrochándome el cinturón de seguridad.

¿Tiene  a  alguien  que  la  recoja?.-  pregunto  sutilmente sacándose los lentes y observándome.

No, pero tomaré un taxi no se preocupe.- dije tratando de abrir la puerta del auto.

Nada de eso, unos de mis hombres la recogerá, no me confió en  los  taxis y  no  es  seguro  que  ande en ellas mucho menos en alguien como usted.- dijo otra vez con su voz gruesa.

No, no hace falta, puedo ir yo sola hasta mi casa.- dije.- sé defenderme.

Y no lo dudo, pero por favor acepte mi ofrecimiento -dijo.

No la verdad ... - dije y no me dejo terminar porque hablo de nuevo.

Emily  o  mis  guardaespaldas  vienen  a  recogerte  o yo vengo a la hora de salida - dijo con su voz autoritaria.

No hace falta, puedo irme yo sola.- dije saliendo del auto y rodeándolo   para   llegar   hacia   las   puertas  de   dicho  lugar.

¿A que hora sale?. - pregunto de manera cautelosa.

volteé  y  lo  mira  a  la  cara.- A las seis p.m. ¿por qué?.- pregunté arqueando una ceja.

Muy   bien.-   dijo   bajando   del   auto   y   yendo   hacia   mí.- vendré  a  las  seis  a   recogerte.- dijo.-  nos   vemos  más tarde   preciosa.-  dijo   dándome   un   beso   en   la mejilla y retrocedía   para   volver   a  su   auto,   pues  no   me   dio tiempo de reaccionar para negarme, pues ya se había ido con su auto.




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