Odio Amarte - (en Edición)

CAPITULO 9

EMILY 

Después de aceptar la cena con Max, no sé que me paso por la cabeza a decirle que a la próxima pagaba yo, ¡yo! En una próxima salida como que si eso iba a suceder otra vez lo cual no pasara.

Entrando a al restaurante después de que Max le diera su apellido al maitre, el muy caballeroso me tendió la silla para sentarme.

Causaron miles de sensaciones en mí y claro dirán Emily estás loca solo te tendió la silla y acuérdate que está casado lo cual me siento un poco incómoda, pues tenía un poco de miedo que alguien nos vea y piense que él le está siendo infiel conmigo lo cual no es así, pues sé que solo está siendo amable conmigo Y la verdad me sorprendió mucho el hecho que Vicente le haya dado mi número y dirección, pues él es muy desconfiado a la hora de dar algún dato personal de alguien, pero supongo que como sabe que es Max se lo dio, aunque aún estoy enojada con él y claro que me las voy a vengar, pero eso lo dejaré para después.

Es muy bonito el lugar.- dije para romper el hielo mirando al rededor del lugar.

Si por eso la escogí.- respondió mirándome como si estuviera detallando cada parte de mí.

Lo quedé mirando, sintiendo mis mejillas volverse rosadas por la manera en la que me vio y dijo tales palabras.

Hola buenas noches.- saludo alguien.- soy Roberto y esta noche seré su servidor por esta bella noche .- se presentó mirándonos a los dos.- ¿Ya escogieron lo que cenaran esta noche?.- pregunto.

Hola buenas noches.- saludo Max.- yo quiero un ossobucco y para la señorita.- dijo este mirándome, supongo que esperando a que yo eligiera que plato pediría, mientras que yo observaba aun la cartilla.

Yo quiero camarones y brochetas por favor.- dije ya decidida, mirándolo con una pequeña sonrisa al amable camarero.

Muy buena elección los dos.- dijo esté.- ¿y de beber?.- pregunto.

Si un masseto 2013'- respondió Max, decidiendo por los dos.

Ok en un rato tendrán su pedido con permiso.- dijo y se fue.

Lo quedé mirando riéndome mentalmente, pues sabia lo que pensaba, ya que muchas mujeres en una salida a cenar lo único que piden es solo ensalada, lo cual no entiendo por qué van a un restaurante solo a pedir ensalada mejor que vallan a uno vegano, a mí no me importa lo que piense los de demás, yo vine a comer no hacer dieta.

¿Que?.- pregunté al.ver su reacción.- ¿Creías que comería solo ensalada?, !ja¡, pues estás muy equivocado.- dije moviendo mi cabello color negro hacia atrás.

Pues, si me callaste.- respondió, riéndose junto a mí. Max.- escuché que alguien lo llamaba detrás de él frunci el ceño mirando detrás del, pues no esperaba que alguien se acercara.

De pronto una mujer pelirroja se acercó frente a nosotros y a decir verdad era bonita, sus ojos color miel y sus pecas la hacían tener un aspecto "inocente" por así decirlo.

Max, que coincidencia verte por aquí y acompañado.- dijo aquella persona inclinándose donde estaba él para darle un beso en la mejilla, lo cual lo note un poco incómodo por la forma en la que él me vio.

Hola Jimena.- contesto el, saludando, mirándola ya entendiendo que él la conocía, pues pronuncio su nombre de manera natural.

Maxin, ¿que tal?, perdón por no haber estado presente en la reunión, tuve un problema y mi hermano tuvo que remplazarme, pero no te preocupe en la próxima si estaré presente.- dijo ella de manera coqueta y muy descarada para mi gusto en un lugar público, acariciana su brazo de manera muy confiada y creo que estos han tenido algo, lo intuía, pues nadie asi sea tula amigo, no dejarias que te hable y toque de esa manera, como lo hacia ella con él y no me importa en lo absoluto, solo sentia un poco de incomodidad.

!Ja si claro ni tú te lo crees¡ - dijo mi consciencia.-pues claro que no me importa.

Ah si, si me dijo tu hermano.- le respondió, mirándola para luego apartar su mano disimuladamente de su brazo.- Jimena, ella es Emily, hija y socia de Vicente.- me presento Max a la ofrecida, haciéndole presente a la pelirroja de mi presencia.

Oh hola qué maleducada soy.- dijo ella haciéndose la que no me vio.- Jimena.- se presentó, tendiéndome su mano.

Ya lo se chica, ya lo sé.- dije en mi mente.

Si, y yo Emily.- me presente a ella y no.por que yo quisiera, sino por que no me quedaba de otra, miro su mano blanca de uñas superlargas de color rojo.

Como se dio cuenta de que no le daría mi mano, la retiro rápidamente como si nada hubiera pasado, pero claro que paso, pues Max me quedo viendo con una pequeña y disimulada sonrisa y moviendo su cabeza de un lado a otro.

¿Que?, mis manos estaban limpias, no pensaba dar mi mano a otra que sabrá Dios que cosas habrá hecho y tocado.

Oh, no pensé que Vicente tuviera una hija.- dijo ella mirándome para luego mirar a Maximiliano.- ¿Eres adoptada?.- preguntó, con una sonrisa hipócrita que desde lejos se notaba.

Max casi se atora con el agua que estaba tomando, mirándome con los ojos muy abiertos, negando con su cabeza a que no contestara esa estúpida pregunta.

Soy hija de su actual esposa.- respondí lo mas relajada.- y no, no soy adoptada.- dije para luego tomar él baso de agua que dejo el mesero.




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