Odio Amarte - (en Edición)

CAPITULO 10

EMILY 

Después de hacer toda mi rutina de siempre bajo rápidamente a desayunar, pues solo tenía veinte minutos para comer algo antes de salir a la sede principal de las cadenas de restaurantes y pastelerías que tenemos como familia.

Hoy tengo una junta con Thomas, él es el contador principal que me ayuda a llevar todas las cuentas de este negocio familiar. 

Mientras que terminaba de desayunar recibo una llamada por el teléfono del edificio, la verdad me parecía raro que llamaran por hay, pues nunca o en el poco tiempo que vivo aquí he tenido que utilizarlo. 

Llegando hasta el teléfono veo que es John el portero del edificio.

¿Aló? -contesto. 

Señorita, disculpe que la llame tan temprano, pero hay una camioneta afuera esperando por usted - dijo del otro lado.

Esperando ¿Por mí?, que raro, pues le dije a mi mamá que no quería que alguien me llevara, pero ayer en la noche hablé con ella así que no puede ser, mi única opción es Vicente, pues él dijo que me lo iba a recompensar por dejarme afuera del restaurante.

Ah, si, ya salgo gracias John.- respondí aun dudando.

Ok, señorita - contesto y colgó.

Debería llamar a Vicente - pensé.

Así que saque mi teléfono para llamarlo mientras que entraba al ascensor.

Ash, porque no contestas - dije mientras que volvía a llamarlo.

Saliendo del ascensor pude visualizar a John esperando en la puerta dejándome distinguir a dos hombres vestidos de traje negro esperando a fuera de la camioneta, lo más raro fue que se me hacían conocidos, pero no recordaba donde los había vista porque nunca los vi con Vicente y puede que a lo mejor ha contratado no hace mucho.

Llegando hasta fuera, salude a John y me acerque hasta esos dos gorilas que esperaban hay afuera.

Hola buenos días.- los salude, aún no muy convencida.

Buenos días señorita.- saludaron ambos.

venimos por usted, ya el jefe nos dio todas las instrucciones a donde tenemos que llevarla - dijo uno de ellos
serio pero, amable a la vez, mientras que el otro me abría la puerta del auto.

Si, ya me di cuenta.- respondí con sarcasmo.- dile a Vicente que me conteste el teléfono, ya hablameros muy seriamente.- dije, haciéndoles notar mi molestia.

Si señorita.- me respondió el que hablo primero mirándose extraños y nerviosos entre ellos.

Bueno, ¿al menos me dirán sus nombres?.- pregunté.

Si señorita, yo soy Rafael y él es Henry.- contesto el morocho, presentándose por los dos.

Ok bueno, pues yo soy Emily y gracias por venir por mí, aunque yo no quisiera.- me presente a ellos, lo más educada posible, aunque era muy difícil, ya que no estaba del todo contenta con los que hacía Vicente.

En plano trayecto hacia la sede escucho que suena un teléfono.

Hola, señor - si ya estas aquí - dijo henry que estaba de copiloto, mirándome por unos de los espejos - si está tranquila - si pensó que era él -no señor no se preocupe - hasta luego - dijo y colgó.

Era Vicente ¿verdad? - pregunté acercándome entre los asientos de adelante. 

Eh si, si señorita - contesto nervioso, mirando de reojo a Rafael.

¿Y porque no me lo pasaste?, ya sé que no te lo pedí, pero me viste tratando de comunicarme con él proteste molesta - voy a llamarlo - dije sacando mi celular.

No, no señorita, por eso llamo el señor, vio sus llamadas, pero como está en una reunión salió rápido solo para asegurarse que estaba ya con nosotros - se adelantó a decir Rafael.

ok - conteste guardando de nuevo el teléfono - pero ni crea que se librara de mí - dije.

Llegando a la sede principal, henry me abrió la puerta, la verdad fue un poco incómodo como las personas veían a esos dos gorilas saliendo del auto.

Ok chicos, gracias ya pueden irse - les dije ya afuera del auto.

Eh no, señorita, la esperaremos hasta que salga - me dijo el tal Rafael.

¿Qué?, o sea que no solamente van a ir y venir sino que se van a quedar, ¡este es el colmo!, ¿como se le ocurre hacerlos esperar hasta que salga?.- pregunto muy molesta e indignada con el ceño fruncido.- espero que su "jefecito" les esté pagando muy bien.- proteste. señalándolos a los dos.

No se enoje, señorita, para eso estamos - dijo henry, tratando de que me calmara - ¡Ja!, ¿cómo si pudiera hacerlo!

Bueno, nos vemos más tarde, aunque no es necesario que se queden, pueden venir después a las dos de la tarde - dije ya para empezar mi camino hacia el edificio.

No señorita, no se preocupe - dijo Rafael - queremos vivir.-dijo lo último casi por un susurro.

Entrando ya por completo al restaurante que tiene más de quinto piso, me encontré con Thomas esperándome sentado junto con su maletín en unas de las mesas.

Hola señor Thomas, buenos días.- lo saludé con una de mis mejores sonrisas, pues tenía que darle el mejor trato, él no tenía la culpa de las cosas que hacía Vicente.

Hola Emy, buenos días, ¿que tal? - me devolvió el saludo. 

Eh... nada interesante respondí,  sin darle importancia a lo que me sucedió minutos atrás - ¿como está la familia? - pregunte.




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