CAPITULO 15

EMILY 

Ya llegando el fin de semana admito que he hecho sufrir un poco al Señor King kon o sea "Maximiliano" porque si señores tengo un apodo para él porqué seguro él tendrá una para mí además es un chiste interno para mí okay así me divierto un poco, pero bueno déjenme contarles lo que a pasado en el resto de la semana, pues como sabrán Rafael y Henry fueron pillados por mi mamá que por cierto me enoja un poco porque la que debió verlos era yo, pero bueno no vamos por ese tema la cosa es que los hice sufrir a ellos dos junto con Don King kon, pues rechace todas sus flores, cartas, canastas de frutas, chocolates y unos que otros regalos y obviamente ignorando sus llamadas y mensajes claros, aunque le mande un recado con los muchachos que básicamente era que si quería realmente arreglar las cosas conmigo, pues tenía que venir y dar la cara lo cual aún no ha sucedido no se ha atrevido a dar la cara el muy cobarde.

Y bueno, la semana a pasado rápido, no pensé que llegaría tan rápido el sábado y la verdad, espero ignorar lo más que pueda a Max porque sé que estará en la noche donde los Silva y seguro querrá hablar conmigo, lo cual solo lo permitiré si no me presiona o me saque de quicio por supuesto. 

Me encuentro desayunando en casa de mi mamá junto con Lilly, mi papá y Vicente, obviamente que por cierto no ha dejado de verme y supongo que querrá que le cuente todo lo que paso con Max, pero sé que se frena un poco a lo mejor estará suponiendo que preguntas hacerme lo cual me da un poco de gracia su manera de hacer gestos como que si él esta discutiendo con su mente que preguntas si dar y cuáles descartar.

¿Y ya le legaron sus vestidos?.- pregunto Vicente, mirándonos a todos sentado en la cabeza de la mesa, junto con mamá a la izquierda y yo a la derecha.

Aún no amor, Paris los traerá más tarde.- contesto mi mamá.

Nena, ¿podemos hablar en mi despacho?, tengo algunas dudas sobre unos documento y quiero ver si algo está fallando.- termino por decir mirándome y sé que está mintiendo porque no hay ningún documento.

Mm ya vamos.- dije parándome de la mesa, pues prácticamente ya terminamos todos nuestro desayuno. 

Caminando junto con Vicente, entremos a su despacho sentándome frente a su escritorio, mientras que él se posiciona al lado de su minibar.

¿Cómo te ha ido esta semana?- pregunto sacando una botella de agua, sin mirarme.

Mm pues, bien acordando reuniones y viendo como van los restaurantes.- conteste mirándolo, dándole una mirada despreocupada, con los brazos a cada lado de la silla y con las piernas cruzadas.

Oh, eso es bueno.- contesto sentado ya frente a mí jugando con sus dedos.

Desembucha.- le dije con una pequeña sonrisa.- ¿Qué quieres saber.

Ah, pensé que nunca lo dirías.- dijo con una mano en el pecho y exhalando como quitándose un peso de encima.

Dime.- le contesté moviendo mi pierna derecha aun cruzada de un lado a otro.

¿Qué le dijiste a Max? ¿Le gritaste? ¿Qué te dijo? ¿Lo arreglaron?.-me bombardeo de preguntas.

Wou, wou, wou cálmate uno a la vez.- dije sentada ya derecha con las manos extendidas hacia él.- primero le dije que, ¿Quien se creía él para hacer lo que hizo?, segundo si, le grite y tercero eh más o menos.- hable numerándoselo con los dedos y rascándome detras de la oreja con la última respuesta.

Pero, ¿Lo golpeaste?.- siguió preguntando mirándome con las manos haciendo señas.

No, no lo golpee.- respondi negando.- ¿por qué, hablaste con él?.- pregunte.

No, no claro que no, por eso te pregunto- contesto rascándose la nuca y mirando a los lados.

Ash yo no sé por qué mamá y tú se preocupan tanto por el sí era yo por quien tenían que preocuparse.- me queje.- ni que lo vaya a golpear o a matarlo.- dije inocentemente.

¿En serio?.- hablo con una ceja alzada.

Pues, sí.- dije dudosa.

Cariño por si no recuerdas, casi vas a la cárcel por electrocutar y golpear a un borracho que te quiso agarrar de un brazo porque te confundió con su hija.- dijo riéndose.

Ah, pues, pudo haberme hablado, no solo jalarme por jalar y además yo me defendí porque si no lo recuerdas me agarro desprevenida.- dije cruzada de brazos.- además como sabes que no quería hacerme otra cosa.

Porque no lo hubiera permitido, estábamos tus hermanos, tu papá y yo.- dijo numerando con sus dedos.- además no lo querías soltar al pobre hombre, ambos estaban en él piso tanto así que termino con la nariz rota con sangre y con un ojo morado y labios partidos.- finalizo.

Pues, me estaba defendiendo era el borracho o yo.- me defendí indignada con los brazos cruzados.- además tu amigo está bien, no lo toque.- dije.- aunque lo puedo tocar de otra forma.- pensé.- Emily no seas puerca.

Hay nadie puede contigo.- dijo negando con una sonrisa.

Ni podrán tampoco.- finalicé.

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Al transcurso de las horas, llego Paris con los vestidos para poder tener ya todo listo.

Ya arregladas las tres después de un rato de spa y de relajación, salimos ya todo de la casa para ir rumbo a la fiesta.