CAPITULO 17

EMILY

Lunes por la mañana ya alistándome para la reunión con Vicente, Los Thalassinos y los otros inversionistas para dar los últimos detalles del nuevo lanzamiento de un nuevo producto que se lanzara ya muy pronto y queremos que este todo perfectamente.

Se preguntarán, ¿que paso en la noche de la dichosa fiesta? pues, les comentaré que hicé todo lo posible para mantener alejado de mí a Don King kon, pero realmente fue muy difícil para mí hacerme la indiferente, pues verlo así todo guapo y sexi impedía que no lo dejara de mirar. 

Más haya de eso, el único estorbo que tuve toda esa noche o por lo menos todas esas horas fue Jimena.

La verdad no pensé que ella estaría en esa fiesta y que coincidencia que no hubiera sitio en la mesa de sus padres pues, había mucho espacio libre, pero lo deje pasar o bueno en algo, parecía perra en celo a que Max le haga caso y no sé que tanto le llego a dar.

La muy maldita me tiro a propósito su perfume en la cara en pleno baño, pero para ella fue solo un accidente sin contar que en el poco tiempo que estuvimos en el baño se la paso diciéndome que estaba tratando de arreglar lo que tuvo con Max antes.

Sin contar que fue explícita tratándome de narrar todo lo que hacía con Max en cuatro paredes, la verdad si me enojo mucho de que me digiera todo eso, así que sin decirle nada me salí del baño dejándola ahí sola.

Después de verlo bailar con ella y bailar yo con otro caballero que de por sí ya no recuerdo su nombre, salí de ahí para dirigirme a los balcones, pues necesitaba un poco de aire, por qué de mi cabeza no salía todo lo que ella me había contado y verlos a ellos sentados juntos creo que no me fue muy favorable.

El enterarme de que él estaba divorciado me dio luz verde a abrir las puertas de mi corazón, aunque yo sabía que tenía a un obstáculo, Jimena, yo sabía que ella sería un gran impedimento difícil pero no imposible.

Así que tome la decisión de no ponerle a él, el camino fácil se lo pondría muy difícil, así él me demostrara que tal interesado él está de mí.

********************

Ya entrando al edificio pude ver que ya se encontraba Vicente, Lío, el Señor Bruno y Max con otros socios esperando el ascensor.

Llegando, ellos se dan cuenta de mi presencia saludando a cada uno, pero me di cuenta de que Max no me miraba a la cara, como que si algo le impedía hacerlo.

Todo el camino hasta la oficina de reuniones sentía que me evadía, si bien es cierto yo no lo trate tan bien esa noche, pero tampoco le da el derecho de comportarse conmigo de esa manera.

Entrando a la oficina, cada uno toma sus respectivos puesto, obviamente yo al lado de Vicente y los Thalassinos al frente nuestro o bueno, dos de ellos, pues el Señor Bruno se encontraba encabezando la mesa.

Aún no se iniciaba la reunión, pues unos de los socios aún no llegaba y me parecía muy irresponsable de su parte tardar diez minutos.

Mientras que esperábamos, Max no se había atrevido a por lo menos verme, solo se mantenía leyendo los documento o solo responderle con sílabas a su padre o hermano o alguna duda que tenía algún socio.

Max, ¿sabes si ya va a llegar?.- pregunto su papá ya molesto.- ya son diez minutos de tardanza.

Ah, no lo se papá no hablo con ella desde el sábado.- respondio un poco, ¿nervioso o alarmado?.

De pronto alguien habré la puerta de la oficina, lo cual me sorprendí y me enojo mucho, pues era Jimena la que ingresaba por la puerta.

Perdón por la tardanza.- se disculpó, de manera despreocupada, saludo a todos y acercándose a Max.

Maxin.- dijo tratando de besarlo en la boca, lo cual no sucedió, pues Max la esquivo y puso sus dos manos en sus hombros.

Max me quedo mirando muy asustado y mirando también al resto, Jimena puso una cara de avergonzada, pues los socios la quedaron mirando muy mal al igual que yo.

¿Ya podemos empezar, no?.- pregunte de manera fría y seria mirando al señor Bruno, pues ya me estaba aburriendo todo esto.

Sí, empecemos.- contesto el Señor Bruno.

Empezando la reunión no volví a mirar a Maximiliano, aunque sentía su mirada de él en mí casi en toda la reunión. 

Realmente si fui una tonta por creerle que entre él y ella no había nada, pues con ese teatro que me regalaron ambos, me dejaron más que en claro que él mentía.

Ya no veía la hora de que terminara ya la reunión y gracias a Dios que ya termino, pues recogí mis cosas lo más rápido posible, me despedí de Lío y de los demás para salir rápido sin esperar a Vicente.

Emy, espera, voy contigo, solo déjame terminar de coordinar algunas cosas con Pedro y Theo y salimos, ¿ok?.- me dijo Vicente afuera de la oficina cuando ya estaba por irme.

Ok, te espero.- le contesté seria.

¿Estás bien?, te noto rara.- pregunto curioso observándome.

Hormonas.- contesté mirándolo ya fastidiada de estar ahí.

Ok, no pregunto más, ya vuelvo.- dijo besándome la cabeza y entrando de nuevo a la oficina.

Me apoyé en la pared y saque mi celular, pero ni siquiera me dio tiempo de verlo, pues una mano me jalo y me empezó a jalar del brazo hasta ingresar a aun baño privado.