CAPÍTULO 39

Maximiliano cada día está muy raro y eso me preocupa un poco aquella actitud que el tiene no solo conmigo, sino con casi todos, su madre me llamo ayer en la noche diciéndome si podía decirle a Max que le regresara la llamada, cosa que me inquietó un poco, pues él nunca a dejado de contestarle alguna llamada o mensaje a su madre.

Pero, ¿cómo le decía a ella que él tampoco habla mucho conmigo?.

En realidad no he querido decirle algo, ya que él estará así por el trabajo, la presión de la nueva fábrica lo tendrá así, pero creo que ya es hora de hacer algo por él.

¿No has recibido alguna llamada de él?.- me pregunto Alanna.

Solo hemos hablado en la mañana.- le respondí después de contarle lo que estaba pasando.

Bueno, tendrás que hablarlo con el si o si.- me dijo ella, cruzando sus piernas sentadas en el sillón conmigo.

Si lo se.- le respondí muy pensativa. ¿Tú crees que él ya le contó a Max sobre mí?.- me pregunto ella algo insegura.

Mmh no lo creó, porque si él le hubiera dicho ya Max me hubiera preguntado si yo ya lo sabía.- le contesté mirándola.

No sé como pasó, solo sé que terminamos en la cama.- me contó ella algo sonrojada.

¿Alanna sonrojada?, ok eso quiere decir que verdaderamente sí le gusta y mucho.

Hay Alanna que asco, no me cuentes nada, por favor.- le dije asqueada por tan solo imaginar a mi amiga y a él en pleno.., ya saben.

¡Ve!, mírala a esta, bien que te comes a Max.- se defendió ella, empujándome y cayéndome de espaldas en el sillón, riéndome.

Si, pero no te ando contando, solo te digo que solo paso y ya.- respondo con risas, sentándome bien nuevamente en mi sitio.

Si, pero tiene que ser con lujos y detalles.- trata de excusarse.

¡Hay ya!, porque mejor no vez porno y te haces la idea.- le digo y me quedo callada, ya que una vez Max me contó que lo iso en su adolescencia.- eh, mejor no veas nada.- me aproximó en decir.

¿Por qué?, ¿Qué escondes mujer?.- pregunto ella entre cerrando los ojos.- espera, acaso tú te has grabado con Max y lo han subido a esas páginas de adultos.- saco ella su conclusión, tapándose la boca.

¡No!, claro que no, nunca me he grabado y no, no hemos subido nada de eso, enferma.- le digo negando y riéndome por sus ideas tontas.

Bueno, lo intenté.- se encoge de hombros.- por lo menos quería saber si decías algo más.

No me he grabado y jamás me grabaré, tú estás loca.- le recuerdo levantándome de mi sitio e ir a la cocina por más jugo.

Es que yo pensé que si, pues.- me dijo ella aún sentada en la sala, elevando su voz desde ahí para poderla oír.

Mientras me servía un poco más de jugo me ingresa una llamada entrante de Max.

¿Aló?.- digo contestando rápido, pues no había escuchado su voz desde la mañana, que fue la última vez que hablamos.

Hola, preciosa.- me saludo él desde la otra línea, se le escuchaba un poco ronco y cansado.

¿Cómo estás?, ¿Todo bien?.- le pregunto en tono bajo para que Alanna no escuchara.

Si todo bien, solo estoy cansado.- contesto.- Tú, ¿cómo estás?.

Ese eran sus únicas respuestas desde hace varios días y ya me cansaba un poco escuchar lo mismo.

Estoy bien.- le digo.- Max, sabes que puedes confiar en mí, ¿Verdad?.- trato de ser lo más cautelosa posible porque últimamente no ha estado de buenas él, nunca me ha gritado, pero tampoco quiero estresarlo más de lo que ya está.

Todo se queda en silencio, desde el otro lado de la línea, sin él contestarme nada.

¿Max?.- pregunto porque no me ha contestado. 

Cuando lo llamé escuche pequeños sollozos que me dejaron un poco desconcertada.

Max, ¿Estás llorando?.- le pregunto, porque me parece un poco raro.

Eh, no, mi amor no..., solo..ujum.. Sólo me dio un poco de alergia nada más.- respondió el tratando de aclarar su voz.

Tengo, ..que dejarte..está entrando una.. Llamada y es importante si, Te amo mi amor, tengo que colgar.- se despidió de mí.

Yo también te amo, te veo luego.- me despedí y colgué.

No sé qué le pasa está actuando muy raro y no me dice ni cuenta nada, solo se encierra en sí mismo, pero no me dejo ayudarlo y me enoja no poderlo ayudar como quiero.

Era él, ¿Verdad?.- pregunto Alanna parada en la puerta de la cocina.

Sí.- fue mi única respuesta.

¿Quieres hablarlo?.- pregunto con cautela.

No.- le respondo algo cabizbaja.

No quería hacerle caso a las malas ideas que pasaban por mi cabeza, no quería creerlo por qué yo sé que Max no sería capaz de engañarme.

Vamos afuera, ya los chicos estarán por llegar.- le digo tratando de salir de la cocina.

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MAXIMILIANO 

Me duele no poder decirle nada por qué sé que me dejara y no quiero eso, me estoy muriendo por dentro, la amo tanto que duele.

Mi comportamiento no es la mejor últimamente y ella lo está notando, solo que no me dice nada es como si se guardará todo lo que piensa y quiera decirme.

Tengo miedo que un día llegue y me diga que ya lo sabe todo, no he podido dormir bien por esa misma razón, ya que he estado soñando con la misma escena de siempre, ella llorando frente a mi decepcionada y lastimada por mi culpa.

Solo sé que me dolerá bastantes el día que ella me deje y tengo miedo de que no me quiera escuchar y que un día se vaya y no sepa nada de ella.

En uno de mis sueños la vi con un vestido rosa pastel acariciando su vientre abultado, se veía hermosa, pero lo que realmente me asustó fue verla con un hombre al lado que no era yo agarrando su mano, confirmándome que ese bebé que ella esperaba no era mío, sino que de aquel hombre quien tomaba su mano.

Recuerdo despertar gritando y llorando muy desesperadamente por aquel sueño, no quería que ella me dejara y haga su vida con otro hombre, me rehusó a dejarla ir aunque parezca muy egoísta de mi parte, ella es mía y no pienso dejarla ir, por qué sé que y estoy seguro de que iré detrás de ella para pedir su perdón.