Odio Amarte - (en Edición)

CAPÍTULO 40

MAXIMILIANO 

La única manera de poder estar tranquilo es solo concentrarme en trabajar hasta altas horas de la noche, lo único que hago es llamar y verificar si mi pequeña se encuentra bien.

No hemos hablado para nada, pues esta mañana hemos discutido y acepto que todo es mi culpa, sé que ella trata de ayudarme, pero no me gusta que alguien más me ayude en mis problemas y siempre ha sido así y esta vez no fue la excepción.

 

FLASHBACK 

Muy bien, ahora si me dirás que es lo que te pasa y que es lo que te tiene así.- me dijo ella firmé en sus palabras.

Ya te dije amor que no me pasa nada.- le digo dándole la espalda y concentrarme en lavar los platos que hemos utilizado después de almorzar.

¡Max!, ¡no mientas!, a ti te pasa algo.- me reclamó ella muy enojada.

No me pasa nada.- dije entre dientes nervios sin saber cómo comportarme en estos momentos.

Quieres dejar de lavar y darme la cara.- ordenó ella.- Te la pasas encerrado en tu oficina, no llamas a tu mamá que está preocupada por qué ni siquiera la vas a ver, soy yo la que te tiene que llamar para saber cómo estás por qué ni siquiera te dignas a llamarme.- dijo cerrando la llave y agarrando mi brazo para que la vea.

Estoy tratando de no llorar y gritar todo lo que tengo acumulado porque solo estoy esperando que salgan las pruebas y espero en Dios que salga negativo.

Emily no tengo nada, solo estoy ocupado con el trabajo.- le contestó secándome las manos sin mirarla, respirando profundamente y tratar de parecer lo más tranquilo posible.

¿Emily?, ahora solo soy Emily, ya no tu pequeña ni tu amor, solo Emily.- río sarcásticamente y colocando sus manos en sus caderas.

No, tú siempre serás mi pequeña, pero solo trato de decirte que solo estoy muy ocupado con el trabajo.- le digo ahora mirándola algo agitado.

Siento que mi corazón late muy rápido que incluso creo que lo siento latir por mis oídos con un calor muy incómodo.

Maximiliano, tú eres el dueño y jefe, puedes darte un tiempo de al menos 5 minutos para llamar a tu madre, más me importa que tú estés al tanto de tu madre que de mí.- me dijo ella bajando un poco la voz señalándose.

¡Solo estoy muy ocupado, no lo puedes
entender!.- gritó dejándola sorprendida y alejándose de mí mirándome sin poder creer que le haya elevado la voz.

Lo único que pude hacer es cerrar los ojos y dándome cuenta de mi estupidez, ella solo quería hacerme entender a su manera y la arruine de la peor manera.

Amor yo.- dije tratando de acercarme a ella sin nada de éxito.

No, aléjate, no te acerques.- dijo ella entre dientes con sus ojos llenos de lágrimas.

Amor por favor.- le suplico sin hacer caso a su orden de no acercarme.

Amor nada.- negó.- vete, Max.- me dijo dolida.

Pequeña no fue mi intención, yo no quería decir eso, te lo juró mi amor.- traté de abrazarla fuerte, pero no funcionó.

No, quiero escuchar tus pretextos, solo vete y déjame sola.- me pidió ella saliendo de la cocina y yo yendo detrás de ella.

Mi amor escúchame, solo estoy sofocado con el trabajo, pero te juro que cuando ya termine yo estaré más atento a mi mamá y de ti.- le prometí tratando de que me entienda y escuche.

Bueno si para ti es más importante tu trabajo que tu madre y yo entonces luego hablaremos.- me contesto ella.- yo no te voy a permitir que me grites estás muy equivocado si piensas que me dejaré que me vuelvas a levantar la voz.

Nena por favor...- trato de hablar.

Vete Max.- dijo ella yendo hasta la puerta y tratar de abrirla sin éxito, ya que yo no la dejé.

Escúchame.- susurró en su oído, ya que ella me estaba dando la espalda.

Vete, quiero estar sola.- me pidió ella.- por fa vor Max, vete.- dijo llorando al igual qué yo.

No quería irme, quería quedarme con ella toda la noche, pero la conocía y sabía que hablaba en serio.

Así que con el dolor de mi corazón tuve que agarrar mis cosas y tratar de salir no si antes.

Te amo.- dije dándole un beso en su frente sin ella mirarme y sin decir nada solo estaba con sus brazos cruzados.

Espere que ella me devolviera él te amo, pero no fue así, sé que es idiota esperar esa palabra de ella, así que dolido y enojado conmigo mismo salí de su departamento.

 

FIN DEL FLASHBACK 

Le he mandado mensajes y la he llamado, pero ni siquiera me contesta los mensajes y gracias a Dios que no me ha bloqueado para nada.

 


*****************

Max, Jimena está pidiendo entrar.- me dice Luca del otro lado de la línea.

¿Y ahora qué quiere?.- pensé.

Déjala pasar Luca.- le digo ya cansado porque no he podido dormir para nada toda la noche, me la pase despierto en mi despacho de mi casa.

Si señor.- dijo y colgué, se supone que quería entretenerme en el trabajo y no pensar en mi discusión con mi pequeña, pero no viene Jimena y me quita las ganas de estar tranquilo.

No tuve que esperar tanto por ella ingresa a mi oficina sin ni siquiera pedir permiso.

Es el colmo que aún tenga que esperar afuera, acaso no les has dicho porque soy la madre de tu hijo.- ingreso ella enojada.

Buenos días.- dije.- ¿Acaso no te han enseñado a saludar y a no entrar sin tocar en algún lugar?.- le pregunté serio recostado en mi silla.

Buenos días.- dijo sin darle tanta importancia sentándose frente a mí.

¿Qué es lo que quieres?.- pregunto sin ganas de verla ni de escucharla.

¿Ya les digites?.- pregunto ella enarcando una ceja.

¿Qué cosa?.- ya sabía que era a lo que venía, pero no está de más hacerla enojar un poco y sé que está embarazada, pero no creo que se le salga el bebé.

Max, hablo en serio, mañana ya sale la prueba y aún no les has dicho nada.- me reclama ella ya enojada.

Jimena, yo sabré cuando decirles.- le digo ya cansado de lo mismo.

No Max, el bebé es tuyo y él tiene el derecho de que todos sepan de su existencia y que sus abuelos y tíos sepan de él.- dijo ella enojada con los ojos rojos de la ira.




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