MAXIMILIANO
¿Y ahora qué piensas hacer?.- me pregunto mi hermano, muy preocupado, sentado frente a mí en el sillón de la sala.
La verdad es que no lo sé.- le respondo, sin verlo, apoyando mis codos en mis rodillas, ocultando mi rostro con mis manos, tratando de calmar aquella frustración y enojado que tengo después de enterarme de la respuesta de la prueba de paternidad.
Bueno, tienes que pensar con la cabeza fría si quieres enfrentarla, ya que a pesar de lo que hizo esta embarazada y puede ser peligroso, y quiero a mi cuñada de vuelta.- me dice él apuntándome con su dedo anular.
¿Y tú crees que yo no?.- le respondo dándole una mirada de enojo.
Después de saber la respuesta, mi padre no tuvo la mejor idea de llamar a Emiliano, para que me haga compañía, obviamente tuve que contarle absolutamente todo, y él no me creía nada de lo que yo le decía, creía que era una broma mía y de mi pequeña por el día de los inocentes y tuve que mostrarle la prueba y lo bloqueado que estoy por parte de mi pequeña.
Esa mujer nunca me cayó muy bien.- me dice él negando con la cabeza.- yo te dije muchas veces que ella no me gustaba, pero no, tu pene pudo más que otra cosa.- me reprocho él.
Ya lo sé.- le respondo gruñendo entre dientes.
Yo sabía las muchas veces que me lo advirtieron, pero por mi gran estupidez, estoy pagando las consecuencias.
¿Cuánto tiempo dice que tiene?.- me pregunto él refiriéndose al embarazo de Jimena.
No sé, según ella, 4 meses.- contesto sin ganas, recostándome en mi sillón, abriéndome unos cuantos botones de mi camisa, para poder tener algo de frescura de lo hirviente que estaba por todo esto.
¡4 meses!, esa sí que es una descarada.- dice el igual de enojado que yo.
¿De qué hablan?.- pregunto papá luego de salir de mi despacho después de recibir una llamada muy importante desde Estados Unidos.
Que la mamá de tu "Nieto", ya tiene 4 meses.- le responde mi hermano haciendo comillas con sus dedos.
¡Ja!, payaso.- le respondió mi papá sin ningún gesto de gracia a su chiste de mi hermano.
Tendrás que decirle a tu madre, sabes.- me dice mi papá sentándose al lado sé mi hermano.
No pienso decirle nada.- le digo mirando por la ventana.
Tienes que decirle, por qué hasta donde yo sé tu mamá piensa salir con ella, por todo un día de Spa.- me contesto él.
¡¿Qué?!.- digo sentándome bien, luego de poder escuchar lo que mi padre me decía.
¿Qué?, no lo sabías.- me dijo él enarcando la ceja.
No, pues yo..., no creó que eso pase, por qué ella me terminó, y no creó qué le acepté eso a mi madre.- le respondo titubeando.
Tu madre me dijo que le gustó su reacción de ella al reprocharte de no haberla llamado antes.- me dice él.
Si, ella me reclamó y se enojó por mi culpa.- le digo recordando aquella vez.
Entonces si lo hará, no creó que Emy le diga que no por qué la primera vez que se juntaron en el almuerzo con tus abuelos se llevaron muy bien, y tu madre no tiene la culpa.- me dice él elevando una ceja.
Será eso posible, podré verla al menos un rato con mi mamá, por qué la extraño y aún me duele la mejilla de la cachetada que me dio mi mujer, ya que sigue siéndolo y sobre los chicos fue por un momento de enojo e impulso muy mal de mi parte, luego tendré que disculparme con ellos, ya que cuidan de mi pequeña y por ellos tengo información de ella, quien es Luca quien me manda toda la información.
Pues, a lo mejor...- dice mi padre, pero es interrumpido por Luca, quien ingresa a la sala con dos carpetas de color azul.
Señores.- nos saluda a nosotros.
Luca, buenas noches.- le dice mi padre.
Luquitas.- le saludo mi hermano, escuchando un gruñido por parte de Luca, ya que no le gusta que mi hermano le diga así.
Dime, Luca.- le digo mirándolo.
Eh, señor, aquí están las renuncias de Henry y Rafael, ya no trabajarán para usted.- me dice Luca, muy atento a mi reacción.
¡¿Qué?!.- digo levantándome de mi asiento.- no es posible.- agarró las carpetas y empiezo a leer que es lo que dicen cada uno.
Oh, oh.- dice mi hermano.
¿Por qué?.- le pregunto.- ¿Qué dijeron ellos?.- le digo mirando aún las hojas de renuncia.
Si han renunciado y han devuelto la camioneta, según ellos, dicen que la señorita Emily los ha contratado y de ahora en adelante solo trabajan para ella, lo cual quiere decir que ya no se recibirá ninguna información por parte de ellos.- me explico él.
¡Por un c@raj*!.- grito tirando al piso ambas carpetas muy furiosamente.
¡Cálmate Max!.- me dice mi padre elevando la voz.
Como se atreven.- le digo caminando de un lado a otro cerrando los ojos y colocando una mano en mi rostro y con una mano en mi cadera.
¿Qué pasó?.- pregunto mi hermano.- ¿por qué renuncian?.
Será, por qué les dijiste que los despedías.- me dijo muy Luca, muy irónicamente.
¡¿Los despediste?!.- pregunto mi padre leyendo las carpetas porque las recogió del piso.
Solo, fue por un momento de impulso, pero no lo haría papá.- le respondo mirándolo.
Dijiste que han entregado la camioneta.- le digo a Luca.
Si, dijeron que fueron órdenes de la señorita.- me respondió él.
Es una orgullosa.- dijo mi papá entregándole las carpetas a mi hermano.
Más que orgullosa.- le digo yo negando, ya no sabía que hacer con ella, no me quiere escuchar ni darme una oportunidad para remediar mis actos y ahora me viene con esto.
Es como tu madre, es igualita a ella.- me dice mi padre y ahora tiene toda la razón, antes no le creía cuando me decía eso, pero ahora que me pongo a pensarlo creo que sí.
¿Cómo la aguantas?.- le pregunta mi hermano en forma de burla.
Como ella aguanta a Max o bueno lo aguantaba. - le responde mi padre riéndose junto con mi hermano o costas mías.
No, pues gracias por su apoyo, se supone que son mi familia y deberían apoyarme más no burlarse de mí.- les digo muy enojado.